Sentido del *Discurso del Método*
El título completo de la obra es *Discurso del método para dirigir adecuadamente la razón y buscar la verdad en las ciencias*. Se trata, por tanto, de un texto que propone un método con una doble finalidad: **político-ética**, dirigir adecuadamente la propia razón, y **teórico-científica**, buscar la verdad en las ciencias.
Estructura de las partes SEGUNDA y CUARTA
- La **segunda parte** es metodológica y trata sobre las reglas del método y su aplicación. También el proceso de las dudas metódicas y las pruebas de la existencia de Dios.
- La **cuarta parte** describe la aplicación del método al descubrimiento de los primeros principios del conocimiento.
El Método Cartesiano (parte II del texto)
A partir de Descartes, quedó establecida una distinción fundamental para comprender el planteamiento de los sucesivos pensadores modernos:
- **Método filosófico**: procedimiento basado en unas reglas definidas por el cual se pretende alcanzar la verdad filosófica.
- **Sistema filosófico**: conjunto de verdades filosóficas obtenidas mediante el empleo de un determinado método.
Los supuestos del método cartesiano
Descartes logró un avance fundamental en las matemáticas. Se propuso unificar todas las ciencias en una (**ciencia maravillosa**), que es la ciencia elaborada con un mismo método para todas las disciplinas del saber. La idea de Descartes se apoyó en los siguientes supuestos:
- La razón humana está capacitada por naturaleza para alcanzar la verdad. Descartes no duda de la capacidad natural de la razón humana, sino de su uso inadecuado. La educación recibida y la tradición cultural no aseguran la verdad de las creencias.
- Al confiar en la capacidad natural de la razón, es necesario hacer un examen crítico de todas las opiniones recibidas.
- No todos pueden ni deben hacer ese examen crítico de todas las creencias recibidas. Quien lo realiza corre el riesgo de desorientarse definitivamente.
- Un método adecuado asegura el acierto en el uso de la razón, puesto que esta es apta para conocer la verdad.
Las operaciones naturales de la mente
La razón realiza bien su función propia, y para ello se vale de dos operaciones naturales:
- **Intuición**: conocimiento intelectual inmediato o captación intelectual sin esfuerzo de una verdad evidente. También capta la **naturaleza simple**, que son ideas claras y distintas.
- **Deducción**: operación de la mente que hace posible que una verdad se derive de otra.
Las reglas del método
En la segunda parte del *Discurso del método*, expuso las 4 reglas que componen su procedimiento filosófico:
- **Primera regla: la evidencia**. A partir de ella se deriva la duda metódica y universal. Con ella, Descartes se refiere al empleo correcto de la intuición, y considera que una verdad es evidente cuando presenta dos rasgos: **claridad** y **distinción**. La primera regla prohíbe la precipitación y la prevención, y exige eliminar toda duda en cuanto sea evidente.
- **Segunda regla: el análisis**. Ordena dividir lo complejo hasta que no se pueda dividir más. Descartes denomina a lo elemental **naturalezas simples**.
- **Tercera regla: la síntesis**. Se trata de reconstruir lo complejo a partir de lo simple. Solo reconstruyendo lo complejo se consigue demostrar que se conoce.
- **Cuarta regla: el repaso**. Consiste en revisar lo hecho anteriormente para asegurarse de que no se ha cometido ningún error. Hay dos tipos de repaso: **enumeración** (hacer un recuento de la naturaleza simple para comprobar que no hace falta ni sobra ninguna) y **revisión** (repasar la síntesis realizada).
El Sistema Cartesiano (parte IV del texto)
La duda metódica
La **duda metódica** es el empleo de la duda como método, es decir, como procedimiento de averiguación filosófica. El objetivo final es encontrar una verdad cierta, libre de cualquier sospecha. En la extensión de la duda, Descartes aplica la duda:
- A todo aquello que es conocido por los sentidos.
- A los razonamientos, puesto que es posible cometer errores lógicos.
- A la realidad de cuanto conocemos o percibimos. Si lo ocurrido durante los sueños no es real, quizás aquello ocurrido cuando estamos despiertos tampoco lo sea.
La duda hiperbólica: El genio maligno
En ella finge que el ser humano ha sido creado por un ser poderoso pero malvado, un ser que ha diseñado la mente de tal modo que nos lleva a equivocarnos aun en aquello que nos parece más evidente. La duda no solo afecta a las deducciones, sino a las mismas intuiciones.
El cógito
La primera verdad del sistema cartesiano es **”pienso, luego existo”** (**cogito ergo sum**), que viene dada en una intuición: al dudar, el yo se da cuenta de que existe. Con esto, Descartes encuentra una manera segura con la que rechazar a los escépticos. A partir de aquí, el filósofo procede a explicar otras verdades: la esencia del Yo, el criterio de verdad, y la existencia de Dios.
La *Res cogitans*
La segunda verdad descubierta por Descartes afirma que toda persona es una **cosa que piensa** (**res cogitans**). Si la primera (“pienso, luego existo”) expresa el descubrimiento de la propia existencia, ahora, Descartes da un paso más al averiguar la esencia del yo. Una vez que sé que existo, me pregunto qué soy. Descartes distingue entre la existencia de algo y su esencia. Antes es preciso introducir algunas definiciones cartesianas: las definiciones de **sustancia**, **modo** y **atributo**.
- **Sustancia** es aquello que para existir no necesita de otra cosa.
- **Modo** es aquello que para existir sí necesita de otro.
- **Atributo** es la propiedad o característica esencial de una sustancia.
Descartes distingue tres sustancias:
- El **yo**, cuyo atributo es **pensar**.
- **Dios**, cuyo atributo es la **infinitud** o **perfección**.
- El **mundo**, cuyo atributo es la **extensión**.
Descartes repone el dualismo platónico que había sido refutado por Aristóteles y, de nuevo como en Platón, expresa: yo soy mi alma, una cosa que piensa. La razón para sostener esta radical distinción entre el cuerpo y el alma es que la existencia del cuerpo no es indudable, y en cambio la del pensamiento sí. (El yo es una sustancia cuya esencia consiste en pensar). Esta separación radical entre el pensamiento y la extensión, entre cuerpo y mente, plantea a Descartes el problema de explicar la comunicación que indudablemente existe entre ambas sustancias. Los críticos de Descartes consideraron que en su sistema este problema no se resuelve adecuadamente.
El criterio de la verdad
Se entiende por **criterio de verdad** la norma general con arreglo a la cual cabe reconocer que una determinada proposición es verdadera. Un conocimiento puede ser verdadero o falso, según coincida con la realidad. Pero a Descartes también le preocupaba si al ser humano le es posible alcanzar certeza. El criterio cartesiano de verdad está formulado en la primera regla del método. El criterio de verdad ofrece dos dificultades:
- **Criterio formal**: se refiere a lo que en general haría falta para reconocer una verdad que fuera clara y distinta. Cuando Descartes descubre el principio de “Pienso, luego existo”, también considera haber hallado el contenido de criterio de la verdad. (Será verdadero todo aquello que se perciba con tanta evidencia como la que tiene la propia existencia pensante).
- **Criterio de la claridad y distinción**: vale para saber que aquello que el yo percibe es seguro subjetivamente, pero no sirve para asegurar que lo que el yo percibe es también realidad. Hace falta asegurar el criterio de la claridad y distinción a través de la prueba de que el yo ha sido creado por Dios, que es bueno.
La existencia de un Dios bondadoso es la garantía definitiva o última del criterio de verdad.
Clasificación de las Ideas
Descartes consideró tres criterios distintos:
Según su adecuación a la realidad
- **Verdaderas**, aquellas que representan lo que existe.
- **Falsas**, las que representan lo que no existe.
Según el criterio de verdad
- **Claras y distintas**, es decir, indudables.
- **Confusas**, si se puede dudar de ellas.
Según su origen o procedencia
- **Adventicias**: son ideas que parecen provenir del exterior. La verdad de estas es dudosa puesto que el método prohíbe declarar verdadero aquello que conocemos por los sentidos.
- **Facticias**: son aquellas producidas por la imaginación. Son falsas ya que no coinciden con la realidad.
- **Innatas**: son aquellas que están en la mente (pensamiento) o en el alma. De aquí concluye Descartes que estas ideas han sido puestas en el sujeto por Dios.
Las pruebas de la existencia de Dios
Estas presentan las siguientes características:
- Han de partir del cógito (pensamiento).
- La existencia de Dios no puede demostrarse por deducciones.
- Las dos primeras son *a posteriori* (parte de un efecto que aplican el principio de casualidad), la tercera es *a priori* (parte de la existencia de Dios).
Descartes propuso tres pruebas de la existencia de Dios:
- Descartes se pregunta por la causa de la idea de infinito y afirma que el sujeto puede ser la causa de todas sus ideas, no lo puede ser de esta porque le supera el grado de realidad. Solo Dios puede ser la causa de la idea de infinito que posee el sujeto pensante.
- Descartes piensa que si niega que Dios sea la causa de la existencia del sujeto, habrá que admitir que el sujeto es la causa de sí mismo, puesto que Dios me ha tenido que crear.
- Conocida con el nombre de **prueba ontológica**, por Anselmo de Canterbury, Dios es el ser perfecto y por eso tiene que existir.
La conclusión del Sistema Cartesiano
Tras probar la existencia de Dios, Descartes cuenta con la garantía del criterio de verdad. En efecto, la existencia real del Ser perfecto permite:
- Cancelar la hipótesis del genio maligno, ya que se sabe que el creador no es un ser falaz, sino un ser infinitamente bueno.
- Asegurar que aquellas ideas que el yo percibe clara y distintamente se corresponden con la realidad.