FSP: El Problema del Saber
El paradigma clásico plantea dos problemas principales: la fundamentación del deber y la del saber. Este texto analiza cómo Platón aborda el problema de la fundamentación del saber, en respuesta a los sofistas, quienes afirmaban la imposibilidad del conocimiento verdadero.
Los Sofistas y el Relativismo
Los sofistas argumentaban que el conocimiento verdadero era inalcanzable debido a la subjetividad de la percepción humana. Para ellos, no existían verdades absolutas, sino perspectivas individuales. Por ejemplo, la moralidad dependía del contexto cultural, no de principios universales.
La Teoría de las Ideas de Platón
Platón divide la realidad en dos mundos: el mundo sensible (percibido por los sentidos) y el mundo inteligible (de las ideas, accesible mediante el intelecto). El Mito de la Caverna ilustra esta división: las sombras representan el mundo sensible, mientras que la luz del sol representa el mundo inteligible, donde residen las ideas puras.
Platón argumenta que el conocimiento verdadero no es posible en el mundo sensible, que se basa en la opinión (doxa). El conocimiento verdadero (episteme) se alcanza en el mundo inteligible, captando la esencia de los objetos. Por ejemplo, la esencia de “silla” no se basa en las características físicas de sillas individuales, sino en el concepto universal de “silla”.
La Idea del Bien
Las ideas, para Platón, se jerarquizan. La idea del bien es suprema, la fuente de todas las demás ideas. Así como el sol ilumina la caverna, la idea del bien permite comprender las demás ideas. Es el criterio para juzgar lo bueno y lo correcto.
FDP: El Problema del Deber
Platón también aborda el problema del deber, planteando el dualismo antropológico. Para él, la esencia del ser humano reside en la razón, no en las necesidades y deseos. La razón nos permite reflexionar y comprender conceptos abstractos como la justicia y el bien.
El Alma Tripartita
Platón divide el alma en tres partes: apetitiva (deseos), irascible (pasiones) y racional (logos). El Mito del Carro Alado ilustra esta división: el carro representa el alma, tirada por dos caballos (apetitivo e irascible), guiados por el conductor (razón).
La Sociedad Ideal
Platón propone una sociedad ideal donde cada parte del alma tiene un rol: los productores (apetitiva), los militares (irascible) y los gobernantes (racional). El gobernante ideal es el filósofo-rey, quien, al conocer la idea del bien, crea leyes justas que promueven la armonía social.
FSA: La Crítica de Aristóteles
Aristóteles, discípulo de Platón, critica la división entre mundo sensible e inteligible. Acepta el concepto de esencia, pero la sitúa en el propio objeto, no en un mundo separado. Critica la dialéctica platónica por su falta de corregibilidad: sin la observación del mundo sensible, no se puede verificar la validez de las definiciones.
La Sustancia y el Accidente
Aristóteles propone el concepto de sustancia, que une materia (percibida por los sentidos) y forma (captada por la razón). Todo lo que le ocurre a la sustancia es un accidente. Para comprender un objeto, se debe considerar tanto su materia como su forma.
Acto y Potencia
Aristóteles explica el cambio mediante la teoría de acto y potencia. Todo objeto es algo en acto (en el presente) y algo en potencia (lo que puede llegar a ser). El cambio es el paso de la potencia al acto.
La Ética Eudemonista
Aristóteles propone el eudemonismo, que considera la felicidad como el fin último. Critica la idea de un único bien, argumentando que existen diferentes tipos de bienes según el contexto. La felicidad es una actividad racional del alma de acuerdo con la virtud.
Virtudes Éticas y Dianoéticas
Aristóteles distingue entre virtudes éticas (adquiridas mediante la práctica) y dianoéticas (adquiridas mediante el aprendizaje). Las virtudes dianoéticas incluyen la ciencia, el arte y la phronesis (saber práctico).
Aristóteles también divide el alma en tres partes: vegetativa, desiderativa y racional. A diferencia de Platón, considera que estas partes pueden actuar simultáneamente, sin contradicción.