El Pensamiento de Descartes: Dualismo, Pasiones y Método del Conocimiento

El Problema del Hombre en Descartes

Descartes defiende un dualismo antropológico. El hombre es fundamentalmente res pensante. Está formado por cuerpo y alma; el cuerpo es materia, lo extenso, y el alma es inmaterial, es lo auténtico.

La Res Extensa (Cuerpo y Mundo)

La res extensa es el cuerpo, el mundo. Presenta dos atributos:

  • Extensión: Implica movimiento.
  • Mecanicismo: Se mueven de manera mecánica.

Y presenta dos tipos de cualidades:

  • Primarias: Pertenecen al cuerpo, se miden con las matemáticas. Ej: figura, tamaño, masa, volumen.
  • Secundarias: Dependen de la percepción de los sentidos. Ej: olor, color.

Locke, que es empirista, mantiene la misma distinción de las cualidades de Descartes.

La Res Pensante (El Yo Pienso)

La res pensante es el yo pienso, es decir, el cogito. Este cogito presenta dos niveles:

  • Ontológico: Afirmación de la propia existencia.
  • Gnoseológico: Primer criterio de verdad.

El cogito es una experiencia irreductible, particular, que se puede aplicar después a cualquier conciencia. Es la primera verdad indubitable y el prototipo de dicha verdad.

Distinción e Interacción entre Alma y Cuerpo

Otro argumento para distinguir entre el alma y el cuerpo es el siguiente: considero mi alma como totalmente una e indivisible. El cuerpo es esencialmente divisible, está compuesto de partes. Esto servirá también para demostrar la inmortalidad del alma.

Descartes busca una solución al problema de la interacción entre el cuerpo y el alma, pero no vale decir que el alma está simplemente alojada en el cuerpo, al estilo platónico. La res cogitans inextensa y la res extensa se comunican a través de los espíritus animales y de la glándula pineal.

Las Pasiones del Alma

En la máquina corporal todo son movimientos físicos que actúan sobre el mundo. En la máquina humana hay un alma que es puro pensamiento, por lo que Descartes está obligado a determinar cuáles son sus funciones. Al igual que en el cuerpo hay acción y pasión. Las pasiones en general son entonces percepciones. Las verdaderas pasiones son causadas por el cuerpo sin ninguna intervención de la voluntad.

Se dividen en:

  • Las que percibimos a través de los sentidos de los objetos que están fuera de nosotros.
  • Las que percibimos de nuestro propio cuerpo.
  • Las propias del alma misma y no pueden referirse a ninguna causa exterior. Estas son las pasiones del alma.

Esto quiere decir que las pasiones son emociones del alma causadas por el cuerpo. Descartes hace una clasificación compleja de las pasiones: hay seis emociones “primitivas” (admiración, amor, odio, deseo, alegría y tristeza).

Descartes considera que podemos controlar las pasiones alterando las condiciones físicas que las producen. Este dominio de las pasiones nos lleva a la medicina. La alegría tiene poder curativo, mientras que las pasiones tristes son malas para la salud. Por esa relación tan especial que establecen las pasiones entre el alma y el cuerpo, si dominamos las pasiones, sanamos el cuerpo.

Modos del Pensamiento

El pensamiento de Descartes presenta distintos modos: los dos primeros son el entendimiento y la voluntad, y los demás modos se contemplan en la definición de la cosa pensante:

¿Quién soy yo?: duda, piensa (esto es, concibe, entiende), afirma, niega, quiere, no quiere y también imagina y siente.

A través del sentimiento se establece la relación entre la mente y el cuerpo (sentidos). La voluntad y el entendimiento son los últimos.

El Problema del Conocimiento en Descartes

Descartes, el fundador de la filosofía moderna, tiene una gran preocupación por el método. Es consciente de que rompe con la época anterior y pretende fundar una filosofía sobre bases completamente nuevas. Considera necesario un método para investigar la verdad de las cosas.

El aristotelismo está dominado por el principio de autoridad. Está teniendo lugar la revolución científica de Kepler y Galileo; no tiene sentido mantener la filosofía escolástica. Considera que la formación que ha recibido no sirve para llegar a la verdad, sino para incurrir en el error. Así se plantea la necesidad de un nuevo método y de someter a duda todos los conocimientos adquiridos. Se inicia así la duda metódica.

La Duda Metódica

Expone este tema en las Meditaciones Metafísicas, donde adopta una actitud crítica contra todo lo anterior. Es una duda metódica que consiste en someter a crítica, aparentemente total y destructiva, todas las certezas que tenemos.

Los niveles de duda son:

  1. La falacia de los sentidos.
  2. El argumento del sueño y la vigilia: confundimos los estados del sueño con los contenidos de estar despiertos.

Estos dos motivos de duda nos llevan a suspender la creencia en la existencia del mundo externo, pues ninguna proposición basada en la experiencia puede superar la duda metódica.

  1. El “genio maligno”.
  2. El Dios engañador: deja que tú puedas engañarte. No permite que te engañes cuando utilices el método.

La Primera Verdad Indubitable: El Cogito

No se puede dudar de la primera verdad indubitable: “Si yo dudo, pienso, si pienso existo”.

El cogito es una experiencia irreductible, particular, que se puede aplicar después a cualquier conciencia. Es la primera verdad indubitable y el prototipo de toda verdad. Llegamos a él directa e intuitivamente.

Dos niveles del cogito:

  • Nivel Gnoseológico: Primer criterio de verdad.
  • Nivel Ontológico: Afirmación de la propia existencia.

Del pensamiento deduzco mi existencia.

El Método y sus Reglas

Lo matemático del método es el sentido más general de mathesis universalis, y nos lleva a la unidad de la ciencia.

Hay cuatro reglas del método que son:

  1. Evidencia: Lo evidente es claro y distinto. A la evidencia llegamos intuitivamente.
  2. Análisis (por intuición): Tiene que mostrar cómo los efectos dependen de las causas.
  3. Síntesis (por deducción): “Suponiendo incluso un orden”. Ese orden lo introduce en la mente del sujeto.
  4. Enumeración (por deducción): La memoria es necesaria. La deducción va de lo general a lo particular.

La intuición es una visión intelectual tan clara y distinta que no ofrece duda. Se separa de los sentidos y de la imaginación.

Modos del Pensamiento (Repetición del texto original)

El pensamiento de Descartes presenta distintos modos: los dos primeros son el entendimiento y la voluntad, y los demás modos se contemplan en la definición de la cosa pensante.

Definición de la cosa pensante: ¿Quién soy yo?: duda, piensa (esto es, concibe, entiende), afirma, niega, quiere, no quiere y también imagina y siente (sentido).

A través del sentimiento se establece la relación entre la mente y el cuerpo (sentidos). La voluntad y el entendimiento son los últimos.

Clasificación de las Ideas

Las ideas son de tres clases según su origen:

  • Innatas: “Como nacidas conmigo”. Representan esencias verdaderas, inmutables y eternas, y están presentes en el alma desde el nacimiento.
  • Adventicias: Causadas por objetos que están fuera de mí.
  • Facticias: Puras invenciones arbitrarias (sirena o pegaso).