El Pensamiento Filosófico: Una Exploración Profunda

· El pensamiento poético. Leamos el siguiente poema de Pablo Neruda: En la noche, en tu mano brilló como una luciérnaga mi reloj. ¿Qué operaciones ha realizado el poeta para escribir el verso o qué operaciones deberíamos realizar nosotros para describir un verso parecido? Solo nos referimos a dos. Neruda ha buscado algo que se pareciera a la esfera de un reloj brillando en la oscuridad, y ha encontrado “una luciérnaga”. En vez de decir: “En la noche, en tu mano brilló la esfera luminosa de mi reloj”, ha escrito “brilló como una luciérnaga mi reloj”. Las dos operaciones son, pues, buscar un parecido y sustituir. Esta es una operación característica del pensamiento poético, una metáfora que enlaza una realidad con otra parecida. · El pensamiento matemático. Busca parecidos: en matemáticas tienen que ser parecidos completos, no aproximados como en poesía. Hay que buscar información en la memoria y recordar lo que sabemos sobre potencias. ¿Cómo se dividen potencias de la misma base? Restando los exponentes. Ahora hemos progresado algo. Siempre dará 1. Pues lo mismo sucede con las potencias de nuestro ejemplo. Ya hemos descubierto el misterio. Después de buscar parecidos y de sustituirlos en la expresión original, sabemos por qué un número elevado a cero es igual a la unidad. Desarrollar bien nuestras operaciones mentales, saber relacionar, comparar, sustituir, enlazar lógicamente, enlazar metafóricamente, continuar una serie, etc., son habilidades que sirven para todas las materias, para todas las profesiones, para todas las situaciones vitales. Por eso las estudia la filosofía. · ¿Qué es la filosofía? La filosofía, al igual que las demás ciencias, nace de ese afán de preguntar, de conocer, de investigar, de encontrar salidas, que impulsa a la especie humana. Filo- significa amor, deseo y sofía, que significa conocimiento, sabiduría. En este sentido, quien es filósofo quiere conocer, saber, se hace preguntas, y quien no lo es, se limita a creer lo que le cuentan, a obedecer las órdenes sin reflexionar sobre ellas, a someterse a los prejuicios. Quien no tiene una actitud filosófica desarrolla poco su inteligencia y su libertad. Por eso, Sócrates, uno de los primeros filósofos griegos, decía: “Una vida sin filosofía no es una vida humana”. · Elementos del pensamiento filosófico. Como en todas las formas de pensamiento, en la filosofía se pueden analizar los cuatro elementos:

  • Información. La filosofía se interesa por la propia inteligencia, por sus capacidades y límites, por la realidad entera. No tiene un campo determinado, como el resto de las materias. Necesita conocerlas para poder seguir adelante.
  • Metas. Las grandes metas de la filosofía son el conocimiento y la felicidad, la verdad y el bien. En su marcha para conseguir esos objetivos tan ambiciosos, ha ido descubriendo campos que se han independizado de la filosofía, porque han definido sus propias metas. La física y las ciencias naturales se ocupan del campo del conocimiento de la naturaleza. La historia, de los sucesos ocurridos en el pasado. La medicina, del bienestar físico. La psicología, del bienestar mental. Pero con estas materias no se agota el deseo de conocer y de alcanzar la felicidad que tiene la inteligencia humana. La filosofía quiere ir más allá, es un saber explorador, de frontera, que se enfrenta con los problemas que las demás materias no saben responder. La filosofía hace siempre una pregunta más, desde su nivel.

· Operaciones mentales. La filosofía utiliza las mismas operaciones mentales que el resto de las ciencias. Es un pensar racional, que busca conocer la realidad, justificar los conocimientos, justificar la acción. · Reglas, métodos y criterios. La filosofía tiene como criterio la justificación racional. No le interesan las opiniones personales, las preferencias, los caprichos. Quiere fundamentar con datos y argumentos todo lo que dice. Aspira a conseguir un saber universalmente válido y valioso. Esto es lo que caracteriza esencialmente a la filosofía. Sus reglas y métodos se adaptan a esta necesidad de justificación racional y universal. · El pensamiento mitológico. El mito pretendía explicar de un modo poético, sin pretender buscar las leyes naturales, sin someter sus ideas a un proceso de comprobación. En los mitos, los fenómenos naturales ocurren de forma arbitraria, debido en cualquier caso a la voluntad de un ser superior; o se los interpreta comparándolos con los humanos. Los mitos son productos de la imaginación y de la tradición que van transmitiéndose de generación en generación. En cambio, el logos, es decir, el pensamiento racional-filosófico, considera que los fenómenos naturales ocurren porque tienen que suceder, es decir, por necesidad, porque así lo exige su propia naturaleza, según unas reglas o principios internos que hay que intentar desentrañar. Las explicaciones propias del logos son producto del razonamiento y de la investigación, y se basan en argumentos que intentan demostrar sus afirmaciones de una forma lógica y razonada, y que por lo mismo admiten discusión, ser contrastados, etc. Hay mitos muy hermosos, que iluminan aspectos de la realidad, como lo hace la poesía, que nos hacen comprender ciertas cosas, pero que deben ser prolongados por una investigación racional. · Principales funciones de la filosofía.

  • Enseña a pensar bien. Cada asignatura enseña a pensar de una manera determinada. La filosofía se ocupa del pensamiento en general, de las normas de la lógica, del modo de distinguir lo verdadero de lo falso, de la diferencia que hay entre el pensamiento teórico.
  • Ayuda a entender la realidad. Mientras que las demás materias se ocupan de una parcela de la realidad, la filosofía se ocupa de la totalidad de los seres, de sus propiedades más comunes, y de las relaciones que hay entre ellos y el ser humano. Nos permite conocernos a nosotros mismos, como sujetos de la historia, como creadores de la cultura.
  • Contribuye a clarificar y mejorar el propio mundo. La idea del propio mundo tiene mucha importancia en filosofía. Todos los alumnos de un aula comparten la misma realidad. Están en el mismo lugar, las paredes son del mismo color, es la misma hora del día, verano o invierno. Y, sin embargo, cada uno vive en su propio mundo: siente las cosas de una manera, tiene una biografía distinta, intereses y experiencias diferentes.
  • Ayuda a vivir libremente. Esa fue siempre una de las aspiraciones de la filosofía. Hay muchas situaciones personales conflictivas, difíciles, que nos afectan profundamente. La filosofía ayuda a tomar decisiones en asuntos verdaderamente importantes. Nos ayuda a encontrar el sentido de nuestra vida, a construir nuestro propio proyecto personal, a comprender a los demás, a decirnos lo que debemos tolerar y lo que no debemos tolerar. La libertad es una conquista y los filósofos han intentado siempre alcanzarla. Por eso la filosofía es revolucionaria.
  • Colabora en la realización del proyecto ético común de construir un mundo justo y solidario. La filosofía no solo debe conocer la realidad, sino que debe ayudar a cambiarla. El gran proyecto de la especie humana, lo que guía su inteligencia, es la construcción de la ciudad perfecta, es decir, de un mundo compartido en el que todos podamos convivir con justicia y en el que estemos en buenas condiciones para realizar nuestro proyecto individual de felicidad.

· La filosofía como sistema. Pero hay que dar un paso más. La filosofía no se contenta con ser autobiografía. Es un modo reflexivo y racional de enfrentarse con la propia vida y con el mundo. Tiene que definir y argumentar con validez universal. Hay muchos autores que piensan que la filosofía enseña a pensar, pero que no da ninguna solución definitiva. Pero no es así. No todas las soluciones propuestas a los problemas tienen el mismo valor. Unas son mejores que otras. Y conviene conocerlas, porque las ideas filosóficas influyen en nuestra manera de pensarnos a nosotros mismos, de interpretar la ciencia y la religión, de ordenar los asuntos humanos, de afirmar o negar valores éticos. Una parte importante de la historia de la humanidad ha estado determinada por ideas filosóficas o religiosas. Para conocer el progreso de la filosofía, es importante exponer de manera sistemática, es decir, organizada, aquellas soluciones filosóficas que después de someterlas a crítica nos parecen las mejor fundamentadas. Para adquirir la competencia filosófica necesaria para la vida, es necesario estudiar la filosofía como exposición sistemática de las soluciones mejor fundamentadas hasta la fecha.