El Problema del Cambio en la Filosofía
Platón y el Mundo de las Ideas
Ante el problema del cambio, muchos filósofos formularon distintas teorías explicativas. Uno de estos filósofos fue Platón, que dice que a la vez todo cambia y que nada cambia: hay dos mundos, el mundo de los sentidos en el que todo cambia y el mundo de las ideas, que son las esencias y moldes perfectos de las cosas.
Pasemos a definir estos dos mundos. En primer lugar, el mundo de las ideas confirma la verdad, los conocimientos, como dice Parménides, que nada cambia. Por su diferencia, el mundo de los sentidos confirma el proceso de los cambios, el no-conocimiento, lo mismo que afirma Heráclito, la no-verdad.
Platón piensa que para poder identificar un objeto tengo que tener la idea o concepto de ese objeto, porque muchas veces no sabemos la idea de algo y por tanto habría confusiones. Por ejemplo, los caballos son iguales porque responden a la idea de caballo; esta idea es el modelo perfecto a partir del cual surgen distintos caballos. Los caballos son diferentes en algunas cosas porque en el mundo sensible sufren cambios y parten de las ideas o que imitan que parte de las ideas.
Podemos decir, ¿se extrae el concepto caballo de ver los distintos caballos? Si fuese así, tendría una dificultad, ya que afirmamos que tenemos que definir el caballo. Pero si tengo que definir los caballos, ¿cómo sé que es un caballo si no tengo el concepto?
Para Platón, la idea, concepto o definición es anterior a las cosas particulares. No se puede definir o conocer algo que existe si los conceptos dependieran de uno mismo; el concepto sería distinto, ya que el concepto de Platón dice que son iguales. Si los conceptos son universales, podemos identificar y conocer las cosas porque tenemos las ideas de estas, como algo universal, y para que sean universales no pueden depender de los sentidos.
Posteriormente, el mundo de las ideas para Platón es donde se encuentran los seres vivos inmutables o modelos perfectos porque son universales, pero este mundo de las ideas no es un mundo mental, es decir, que no están en la mente, que no es espacial ni temporal, sino que a través de la razón sí que es posible el conocimiento.
Aristóteles y el Mundo Sensible
Aristóteles, que fue discípulo de Platón, se mostraba insatisfecho con las teorías de su maestro, ya que este niega que haya conocimiento de los seres del mundo sensible. El mundo de las ideas para Platón es un mundo eterno, abstracto e inmutable a cuya imagen todo está moldeado, es decir, que opinaba que todo lo que podemos tocar y sentir en la naturaleza fluye.
Pero ¿por qué las ideas de Platón no son mentales? Podemos decir que si son mentales no cumplirían las características de las ideas, que son distintas para cada persona, por tanto, no serían universales. Para este, las ideas existen, pero no están en el espacio ni en el tiempo, pero si perteneciesen al espacio o tiempo pertenecerían al mundo de los sentidos, que no son mentales.
Hay ciertas sugerencias que determina el filósofo y son las siguientes: ¿Los sentidos son amigos o enemigos del conocimiento? Por una parte, son enemigos porque para conocer las ideas se tiene que obtener un proceso llamado ascetismo, que quiere decir que se vive sin placeres y vicios para poder dedicarse a la razón y conocer las ideas. Por otra parte, es amigo del conocimiento porque gracias a que vemos los sentidos recordamos que son las ideas; entonces, viendo las cosas podemos llegar a las ideas, ya que estas se parecen.
Para acabar, hay una serie de críticas que podemos hacer a filósofos como Platón e incluso a Aristóteles, que son estas: por ejemplo, hacia Platón podemos decir que hay cosas como la belleza, el amor o conceptos subjetivos o relativos que son difíciles de definir de una manera universal, no deja muy claro cómo se puede conocer las ideas porque dice que es a través de la razón, pero echa una mano de los sentidos y que no dicen la verdad, pero por otra parte, Aristóteles es más amigo de la verdad, ya que para él la verdad está en el mundo de los sentidos y concluye con que la esencia está en el mundo sensible.
Parménides y la Negación del Cambio
Ante el problema del cambio, muchos filósofos formularon distintas teorías explicativas, entre ellos Parménides, uno de los filósofos que consideraba que lo dicho por la razón y el pensamiento era totalmente cierto, que las cosas en realidad no cambian, es decir, que no existe el cambio y lo que nos dicen los sentidos es totalmente falso; luego se podría decir que no te puedes fiar por lo que nos dicen los sentidos, solo de lo que se demuestra por medio de la razón.
Parménides demuestra racionalmente que los cambios no existen, que lo que es es y lo que no es no es. Justifica que el ser es y es imposible que no sea y que el no ser no es, y por tanto es imposible que sea. Otra de las razones clásicas que Parménides afirma en su teoría es porque dice que el ser es eterno, es decir, ingenito, imperecedero, indivisible, único e inmutable, y por eso demuestra que si aceptamos que el ser humano fuese imperecedero habría un momento en el que acabaría y entonces pasaría a no ser, pero si seguimos lo que dice Parménides, es que el no ser tiene un problema y es que no ser no es y es imposible que sea, por tanto, es imperecedero.
Según Parménides, los sentidos son falsos, no cambia el ser y no se demuestra el cambio, ya que si el ser cambiara pasaría a no ser; entonces es imposible que sea. También se puede apreciar ciertas ventajas y desventajas que puedan criticar dicho contexto, como por ejemplo que para él no hay problema del cambio, a través de la razón podemos reconocer lo que algo es y por tanto una pequeña desventaja es que no le damos credibilidad a los sentidos, nos hace pensar que vivimos en una ilusión.
Heráclito y el Flujo Constante
Por su diferencia a Parménides, se encuentra Heráclito, que muestra que el mundo es como suelen mostrarnos los sentidos, algo sujeto a constante cambio y devenir del sentido común, que indica que las cosas siguen siendo las mismas tras el cambio porque uno es el que entra en el río y otro es el que sale.
Para este filósofo, la esencia no existe porque conocer es afirmar algo de un sujeto, pero no hay sujeto que permanezca en el tiempo siendo el mismo y por eso no es cierto que existan seres fijos.
existan seres fijos.