El Ratiovitalismo de Ortega y Gasset: Fundamentos y Significado

El Ratiovitalismo de Ortega y Gasset

5. El Ratiovitalismo

5.1. Valoración de Ideas y Cosas

Ortega aprende a valorar las ideas y las cosas, más que a los hombres y a las personas, rechazando expresamente el subjetivismo y el personalismo tradicional de la cultura española. Ortega irá desarrollando su filosofía por medio de ensayos, género literario que él define como la ciencia menos la prueba explícita.

5.2. Equilibrio entre Racionalismo y Vitalismo

El Ratiovitalismo de Ortega pretende un equilibrio entre el racionalismo de Descartes y Kant, que se centran en la razón pura o científica, y el vitalismo, al que pertenecen una serie de autores que exaltan lo vital y lo afectivo, frente a un excesivo racionalismo propio del idealismo de Hegel o el positivismo científico de Comte. El Ratiovitalismo pretende poner la razón al servicio de la vida, pero entendida esta no como mera realidad biológica, sino como la realidad radical: la vida individual de cada sujeto.

5.3. La Vida como Hecho Primario

Por vida entiende Ortega la vida humana individual. La vida es el hecho primario, fundamento de absoluta presencia y evidencia, sobre la que debe basarse toda la filosofía. La vida, en un plano todavía más profundo y central, es el cogito de la nueva filosofía. Realidad que Descartes y Kant olvidan y tratan de suprimir. Ortega defiende su propio método para conocer esta realidad fundamental y radical que es la vida: la razón vital. Someter la razón a la vida, localizarla dentro de lo biológico; la razón pura tiene que ceder su puesto a la razón vital. Cada vida es un punto de vista sobre el universo, es decir, una perspectiva. Frente a la verdad del racionalismo, absoluta y universal, Ortega defenderá la verdad aquí y ahora, adscrita a un lugar y un tiempo determinado, que la hacen arraigar en la realidad. Ni relativismo ni escepticismo: Ratiovitalismo. La verdad está estrechamente ligada a una perspectiva.

5.4. La Realidad como Relación

Que la realidad sea relación implica que el yo no es reclusión en sí mismo, sino que se define, al contrario, por su apertura al mundo. Esa correlación de yo y mundo es la vida. La nueva ontología fundada por Ortega es una ontología de la vida. La abstracta cuestión del ser resulta, entonces, estar en relación con el problema de la propia existencia. La filosofía es la tarea racional de interrogar en primer lugar qué es nuestra vida. Es una meditación de nuestra vida que viene exigida por la vida misma, de aquí el nombre de Racio-vitalismo. La vida es autopresencia, vivir es encontrarse en el mundo. Mundo o universo es para Ortega, aquello de que me ocupo. Esto implica una superación del idealismo: el ser de las cosas no reside en ser pensadas por un sujeto, el ser de las cosas se reduce a ser objeto de mi ocupación. La conocida afirmación de Ortega “Yo soy yo y mi circunstancia” hace referencia a la idea de un sujeto que es vida humana ligada a su aquí y ahora. El relativismo afirma que todo supuesto conocimiento lo es de un sujeto individual y determinado históricamente, por lo que introduce una deformación que hace imposible la verdad. La realidad se ofrece a través de perspectivas individuales que se complementan y, por tanto, no se excluyen entre sí.

5.5. La Vida como Proyecto

La vida es qué hacer; pero, antes que nada, cada hombre tiene que decidir, por su cuenta y riesgo, lo que debe hacer. Dos rasgos de lo que es la vida humana: es un proyecto. Para esto es necesario la imaginación y la libertad. La libertad no es una decisión del individuo, sino un rasgo definitorio de su esencia.

5. El Ratiovitalismo

5.1. Valoración de Ideas y Cosas

Ortega aprende a valorar las ideas y las cosas, más que a los hombres y a las personas, rechazando expresamente el subjetivismo y el personalismo tradicional de la cultura española. Ortega irá desarrollando su filosofía por medio de ensayos, género literario que él define como la ciencia menos la prueba explícita.

5.2. Equilibrio entre Racionalismo y Vitalismo

El Ratiovitalismo de Ortega pretende un equilibrio entre el racionalismo de Descartes y Kant, que se centran en la razón pura o científica, y el vitalismo, al que pertenecen una serie de autores que exaltan lo vital y lo afectivo, frente a un excesivo racionalismo propio del idealismo de Hegel o el positivismo científico de Comte. El Ratiovitalismo pretende poner la razón al servicio de la vida, pero entendida esta no como mera realidad biológica, sino como la realidad radical: la vida individual de cada sujeto.

5.3. La Vida como Hecho Primario

Por vida entiende Ortega la vida humana individual. La vida es el hecho primario, fundamento de absoluta presencia y evidencia, sobre la que debe basarse toda la filosofía. La vida, en un plano todavía más profundo y central, es el cogito de la nueva filosofía. Realidad que Descartes y Kant olvidan y tratan de suprimir. Ortega defiende su propio método para conocer esta realidad fundamental y radical que es la vida: la razón vital. Someter la razón a la vida, localizarla dentro de lo biológico; la razón pura tiene que ceder su puesto a la razón vital. Cada vida es un punto de vista sobre el universo, es decir, una perspectiva. Frente a la verdad del racionalismo, absoluta y universal, Ortega defenderá la verdad aquí y ahora, adscrita a un lugar y un tiempo determinado, que la hacen arraigar en la realidad. Ni relativismo ni escepticismo: Ratiovitalismo. La verdad está estrechamente ligada a una perspectiva.

5.4. La Realidad como Relación

Que la realidad sea relación implica que el yo no es reclusión en sí mismo, sino que se define, al contrario, por su apertura al mundo. Esa correlación de yo y mundo es la vida. La nueva ontología fundada por Ortega es una ontología de la vida. La abstracta cuestión del ser resulta, entonces, estar en relación con el problema de la propia existencia. La filosofía es la tarea racional de interrogar en primer lugar qué es nuestra vida. Es una meditación de nuestra vida que viene exigida por la vida misma, de aquí el nombre de Racio-vitalismo. La vida es autopresencia, vivir es encontrarse en el mundo. Mundo o universo es para Ortega, aquello de que me ocupo. Esto implica una superación del idealismo: el ser de las cosas no reside en ser pensadas por un sujeto, el ser de las cosas se reduce a ser objeto de mi ocupación. La conocida afirmación de Ortega “Yo soy yo y mi circunstancia” hace referencia a la idea de un sujeto que es vida humana ligada a su aquí y ahora. El relativismo afirma que todo supuesto conocimiento lo es de un sujeto individual y determinado históricamente, por lo que introduce una deformación que hace imposible la verdad. La realidad se ofrece a través de perspectivas individuales que se complementan y, por tanto, no se excluyen entre sí.

5.5. La Vida como Proyecto

La vida es qué hacer; pero, antes que nada, cada hombre tiene que decidir, por su cuenta y riesgo, lo que debe hacer. Dos rasgos de lo que es la vida humana: es un proyecto. Para esto es necesario la imaginación y la libertad. La libertad no es una decisión del individuo, sino un rasgo definitorio de su esencia.

5. El Ratiovitalismo

5.1. Valoración de Ideas y Cosas

Ortega aprende a valorar las ideas y las cosas, más que a los hombres y a las personas, rechazando expresamente el subjetivismo y el personalismo tradicional de la cultura española. Ortega irá desarrollando su filosofía por medio de ensayos, género literario que él define como la ciencia menos la prueba explícita.

5.2. Equilibrio entre Racionalismo y Vitalismo

El Ratiovitalismo de Ortega pretende un equilibrio entre el racionalismo de Descartes y Kant, que se centran en la razón pura o científica, y el vitalismo, al que pertenecen una serie de autores que exaltan lo vital y lo afectivo, frente a un excesivo racionalismo propio del idealismo de Hegel o el positivismo científico de Comte. El Ratiovitalismo pretende poner la razón al servicio de la vida, pero entendida esta no como mera realidad biológica, sino como la realidad radical: la vida individual de cada sujeto.

5.3. La Vida como Hecho Primario

Por vida entiende Ortega la vida humana individual. La vida es el hecho primario, fundamento de absoluta presencia y evidencia, sobre la que debe basarse toda la filosofía. La vida, en un plano todavía más profundo y central, es el cogito de la nueva filosofía. Realidad que Descartes y Kant olvidan y tratan de suprimir. Ortega defiende su propio método para conocer esta realidad fundamental y radical que es la vida: la razón vital. Someter la razón a la vida, localizarla dentro de lo biológico; la razón pura tiene que ceder su puesto a la razón vital. Cada vida es un punto de vista sobre el universo, es decir, una perspectiva. Frente a la verdad del racionalismo, absoluta y universal, Ortega defenderá la verdad aquí y ahora, adscrita a un lugar y un tiempo determinado, que la hacen arraigar en la realidad. Ni relativismo ni escepticismo: Ratiovitalismo. La verdad está estrechamente ligada a una perspectiva.

5.4. La Realidad como Relación

Que la realidad sea relación implica que el yo no es reclusión en sí mismo, sino que se define, al contrario, por su apertura al mundo. Esa correlación de yo y mundo es la vida. La nueva ontología fundada por Ortega es una ontología de la vida. La abstracta cuestión del ser resulta, entonces, estar en relación con el problema de la propia existencia. La filosofía es la tarea racional de interrogar en primer lugar qué es nuestra vida. Es una meditación de nuestra vida que viene exigida por la vida misma, de aquí el nombre de Racio-vitalismo. La vida es autopresencia, vivir es encontrarse en el mundo. Mundo o universo es para Ortega, aquello de que me ocupo. Esto implica una superación del idealismo: el ser de las cosas no reside en ser pensadas por un sujeto, el ser de las cosas se reduce a ser objeto de mi ocupación. La conocida afirmación de Ortega “Yo soy yo y mi circunstancia” hace referencia a la idea de un sujeto que es vida humana ligada a su aquí y ahora. El relativismo afirma que todo supuesto conocimiento lo es de un sujeto individual y determinado históricamente, por lo que introduce una deformación que hace imposible la verdad. La realidad se ofrece a través de perspectivas individuales que se complementan y, por tanto, no se excluyen entre sí.

5.5. La Vida como Proyecto

La vida es qué hacer; pero, antes que nada, cada hombre tiene que decidir, por su cuenta y riesgo, lo que debe hacer. Dos rasgos de lo que es la vida humana: es un proyecto. Para esto es necesario la imaginación y la libertad. La libertad no es una decisión del individuo, sino un rasgo definitorio de su esencia.

5. El Ratiovitalismo

5.1. Valoración de Ideas y Cosas

Ortega aprende a valorar las ideas y las cosas, más que a los hombres y a las personas, rechazando expresamente el subjetivismo y el personalismo tradicional de la cultura española. Ortega irá desarrollando su filosofía por medio de ensayos, género literario que él define como la ciencia menos la prueba explícita.

5.2. Equilibrio entre Racionalismo y Vitalismo

El Ratiovitalismo de Ortega pretende un equilibrio entre el racionalismo de Descartes y Kant, que se centran en la razón pura o científica, y el vitalismo, al que pertenecen una serie de autores que exaltan lo vital y lo afectivo, frente a un excesivo racionalismo propio del idealismo de Hegel o el positivismo científico de Comte. El Ratiovitalismo pretende poner la razón al servicio de la vida, pero entendida esta no como mera realidad biológica, sino como la realidad radical: la vida individual de cada sujeto.

5.3. La Vida como Hecho Primario

Por vida entiende Ortega la vida humana individual. La vida es el hecho primario, fundamento de absoluta presencia y evidencia, sobre la que debe basarse toda la filosofía. La vida, en un plano todavía más profundo y central, es el cogito de la nueva filosofía. Realidad que Descartes y Kant olvidan y tratan de suprimir. Ortega defiende su propio método para conocer esta realidad fundamental y radical que es la vida: la razón vital. Someter la razón a la vida, localizarla dentro de lo biológico; la razón pura tiene que ceder su puesto a la razón vital. Cada vida es un punto de vista sobre el universo, es decir, una perspectiva. Frente a la verdad del racionalismo, absoluta y universal, Ortega defenderá la verdad aquí y ahora, adscrita a un lugar y un tiempo determinado, que la hacen arraigar en la realidad. Ni relativismo ni escepticismo: Ratiovitalismo. La verdad está estrechamente ligada a una perspectiva.

5.4. La Realidad como Relación

Que la realidad sea relación implica que el yo no es reclusión en sí mismo, sino que se define, al contrario, por su apertura al mundo. Esa correlación de yo y mundo es la vida. La nueva ontología fundada por Ortega es una ontología de la vida. La abstracta cuestión del ser resulta, entonces, estar en relación con el problema de la propia existencia. La filosofía es la tarea racional de interrogar en primer lugar qué es nuestra vida. Es una meditación de nuestra vida que viene exigida por la vida misma, de aquí el nombre de Racio-vitalismo. La vida es autopresencia, vivir es encontrarse en el mundo. Mundo o universo es para Ortega, aquello de que me ocupo. Esto implica una superación del idealismo: el ser de las cosas no reside en ser pensadas por un sujeto, el ser de las cosas se reduce a ser objeto de mi ocupación. La conocida afirmación de Ortega “Yo soy yo y mi circunstancia” hace referencia a la idea de un sujeto que es vida humana ligada a su aquí y ahora. El relativismo afirma que todo supuesto conocimiento lo es de un sujeto individual y determinado históricamente, por lo que introduce una deformación que hace imposible la verdad. La realidad se ofrece a través de perspectivas individuales que se complementan y, por tanto, no se excluyen entre sí.

5.5. La Vida como Proyecto

La vida es qué hacer; pero, antes que nada, cada hombre tiene que decidir, por su cuenta y riesgo, lo que debe hacer. Dos rasgos de lo que es la vida humana: es un proyecto. Para esto es necesario la imaginación y la libertad. La libertad no es una decisión del individuo, sino un rasgo definitorio de su esencia.