El Renacimiento y la Revolución Científica: El Auge del Humanismo y la Razón

El Renacimiento y la Revolución Científica

Etimológicamente significa renacimiento de la Antigüedad Clásica.

Gran momento de revitalización cultural, originado en Italia a finales del siglo XIV, que se extendió por Europa Occidental y se prolongó hasta el siglo XVI; supuso el paso de la Edad Media, caracterizada como época de oscuridad, a la Edad Moderna.

Cronológicamente su origen suele situarse:

  • 1450: Imprenta Gutenberg, punto de inflexión a partir del cual la iglesia perdería el monopolio sobre el conocimiento, hasta entonces recluido en los monasterios, y la cultura se divulgaría.
  • 1492: Descubrimiento de América (como muy tarde, que traería como consecuencia la apertura de nuevas rutas de comercio marítimo)
  • 1453: Conquista turca de Constantinopla (que trajo consigo la difusión de textos originales de la filosofía griega → interés por la Época Clásica que estaría a la base del Humanismo)

El Renacimiento transformó no solo las artes, sino también las ciencias, las letras y las formas de pensamiento. En su conjunto se ha visto como una reacción al espíritu teológico de la Edad Media, si bien se trata de una ruptura no violenta porque no pocas de las concepciones que se desarrollaron durante el Renacimiento tuvieron su origen en la Edad Media.

Características Generales del Renacimiento

1. Transformación de la sociedad:

  • El sistema feudal deja paso a la creación de poderosas monarquías (Estados Absolutistas: Luis XIV, nacionalismos)
  • Se da un auge de la actividad mercantil (descubrimiento de América) y la burguesía y las ciudades comienzan a ganar importancia.
  • Surgen nuevas concepciones sobre el hombre y el mundo: el individualismo y la valoración de lo humano tienen como consecuencia el desarrollo de una religiosidad más íntima, surgiendo así corrientes como el erasmismo o la reforma protestante.

2. Antropocentrismo:

El antropocentrismo vendrá a sustituir al teocentrismo medieval. Esta doctrina hace al ser humano medida de todas las cosas y de la naturaleza su medio vital.

  • A partir de una nueva lectura del platonismo y el aristotelismo se conforma un nuevo ideal de ser humano culto y libre, subrayando su papel privilegiado en la creación.
  • Ligado a este antropocentrismo, surge el Humanismo: movimiento intelectual que se extendería por Europa a partir del siglo XV. Se trata de una nueva forma de pensar que confiaba en el ser humano, en su razón y en su capacidad para cultivar todas las ramas de la sabiduría.
  • Se potencian los studia humanitatis: retórica, gramática, poesía, historia, filosofía moral, política, música…

3. Revolución científica:

Comienza con la publicación de la obra de Copérnico (1543) y culmina con la obra de Newton (1687), pasando por las aportaciones, entre otros, de Galileo y Kepler.

Es favorecida por:

  • El naturalismo
  • El rechazo a los presupuestos escolásticos, en particular, el criterio de autoridad

Se caracteriza por el surgimiento de nuevas ideas como:

  • La teoría heliocéntrica (Copérnico), condenada por la Inquisición al poner en entredicho el lugar central del hombre en el cosmos.
  • Matematización de la Naturaleza y el desarrollo del método hipotético deductivo por parte de Galileo.
  • Newton: unificación de las leyes físicas formulando la ley de la gravedad y diseñando un mundo determinista (mecanismo de relojería).

El Método Cartesiano

En este momento en el mundo intelectual se defendía la diversidad de métodos. Dado que los objetos de estudio son muy diversos, también debían de serlo los métodos que empleamos al conocerlos.

Frente a esta concepción, Descartes insistió en la unidad del método partiendo de la unidad de la razón. Si la razón es una, por más que se aplique a objetos diversos, debe haber una única manera de utilizarla, un método común para todos los ámbitos del saber.

Por lo que la primera tarea de la filosofía es la búsqueda del método, el camino que debemos seguir para hallar un conocimiento cierto y verdadero. Esto es lo que significa método en griego “camino”.

Descartes, al establecer su método se inspiró en el de las matemáticas, y más concretamente se inspira en la lógica, la geometría y el álgebra. Tomando las ventajas de esas tres ciencias y excluyendo sus defectos, Descartes formula sus cuatro preceptos del Método:

  1. En el primer precepto establece no tomar nada como verdadero si no se presenta como evidente a la razón. Y señala como características de la evidencia, la claridad y la distinción.
    • Clara es una idea que se muestra como “presente y manifiesta” a una mente despierta.
    • Distinta es una idea cuando está separada y es conocida separadamente de las demás ideas”.

    Sólo son conocimientos verdaderos y evidentes los que son claros y distintos.
    La mente aprehende esas ideas evidentes por la intuición, que es la primera operación de la razón.

  2. El segundo precepto del método se refiere al proceso que debe seguir la mente para llegar a las ideas claras y distintas. Y el primer paso es el análisis. Consiste en dividir o descomponer la dificultad compleja en sus partes simples, hasta llegar a los elementos más simples, aprehendidos por la intuición.
    Estas ideas claras y distintas son los principios a partir de los cuales se despliega todo el conocimiento.
  3. El tercer precepto es la síntesis: Conducir ordenadamente los pensamientos, desde los más simples hasta los más complejos. Este es el proceso de la deducción. Descartes entiende la deducción como una sucesión ordenada de evidencias.
  4. Comprobación del análisis y de la síntesis, es una llamada a la prudencia, comprobar que no se ha cometido ningún error en el proceso. Está claro que el método de Descartes se inspira en el procedimiento matemático.

La Primera Verdad: El Cogito

Para fundamentar el saber humano hay que partir de unas verdades de las que sea imposible dudar, para que cuando nos dediquemos a levantar el nuevo edificio filosófico (el nuevo árbol del saber) lo hagamos con garantías, con la máxima seguridad.

Para ello Descartes utiliza la duda metódica para ver si después de aplicarla queda algo indudable y cierto. Y se da cuenta de que queriendo pensar que todo es falso, era necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa; ya que, si pienso, he de concluir que yo soy, que yo existo. Lo que le lleva a afirmar su primera verdad: “Pienso, luego exist”.

“Pienso, luego exist” es la primera certeza, la primera verdad sobre la cual Descartes basará el saber humano. Al analizar las características que posee esta verdad se da cuenta de que es una verdad conocida por la intuición, es decir, como clara y distinta. Con lo que se cumple la primera regla del método. Descartes no dice que todo lo que piense sea real (los objetos de pensamiento pueden ser sueños, apariencias…) pero lo que sí es real es el sujeto que piensa “que entiende, duda, concibe, afirma, niega, quiere, no quiere, imagina y siente”. Por lo que podemos definir al sujeto únicamente como una cosa que piensa (Res Cogitans). Algunos le criticaron de no ser nada original pues ya San Agustín había dicho”si yerro, so”. Pero hay que decir en favor de Descartes que esa afirmación de San Agustín es una verdad entre otras muchas de su pensamiento. En cambio, en Descartes esa afirmación es la gran verdad, el punto de apoyo de todo su pensamiento, de todo el edificio filosófico.

La forma que tiene Descartes de enfocar la filosofía va a ser fundamental en la historia del pensamiento occidental. Por primera vez los grandes problemas de la filosofía no se fundamentan ni en la naturaleza (filosofía griega), ni en Dios (filosofía medieval), sino que se fundamentan en el sujeto, el yo.

En Descartes lo primero es el sujeto que piensa (res cogitans), y de ahí son extraídos racionalmente el conocimiento de Dios primero, y después el del mundo.


LA DUDA METÓDICA:
La duda de Descartes enlaza con el primer precepto de su método: no tomar como verdadero más que aquello que se presente tan clara y distintamente a la razón,
La clave se encuentra, pues, en la evidencia.
Se trata de empezar por rechazar todo aquello que no sea evidente,
El primer objetivo de Descartes consiste en encontrar un punto de partida: una verdad tan evidente, “tan firme y segura que las más extravagantes suposiciones de los escépticos no sean capaces de
conmoverla”
.
Y para ello empieza dudando de todo, para liberarse de toda clase de prejuicios
La duda cartesiana es una crítica radical a las opiniones admitidas hasta entonces como verdaderas.
Pero es una duda metódica, para llegar a verdades evidentes, de las que no se pueda dudar Descartes deja bien claro que la duda es metódica, y no escéptica: los escépticos dudan por dudar. La duda cartesiana, en cambio, es sólo provisional; es el camino para salir de la duda, es un medio para alcanzar la evidencia. La duda desaparecerá cuando encontramos algo de lo que no se pueda dudar, que es lo que estamos buscando.
Empieza Descartes dudando de los conocimientos que nos llegan de los sentidos. (Descartes se sitúa así en una larga tradición filosófica occidental, que tiene sus orígenes en Parménides y su continuación en Platón y S. Agustín) y de esta manera se opone a la máxima Aristotélica que dice “nada hay en el intelecto que no haya pasado antes por los sentidos». (Verdad incuestionable en el momento)
Motivos que da:


1) Los sentidos nos engañan a veces, y si alguna vez nos engañan, cabe pensar que nos engañen siempre. (Ve que las cosas que están lejos a veces las percibimos equivocadamente, y que una torre que de lejos me había parecido redonda, al verla de cerca aparece cuadrada).

2) La dificultad de distinguir con claridad el sueño de la vigilia. En muchas ocasiones no hay
suficientes razones para distinguir el sueño de la vigilia. Y puede ser que tomemos como verdadero lo que no es más que ilusión.
En este segundo momento de duda, Descartes pone en entredicho todas las percepciones más
cercanas y hasta las nociones mismas de las ciencias. Sólo deja a salvo las verdades matemáticas, pues, esté dormido o despierto, dos más tres serán siempre cinco y un cuadrado tendrá siempre cuatro lados.

3) Pero Descartes quiere partir de cero y para ello quiere dudar incluso de las verdades
matemáticas, y para ello introduce la idea de un genio maligno que me engañe incluso cuando sumo dos más tres.
Este genio maligno de Descartes es solo una hipótesis para poner en duda todo el ámbito del saber.
Hemos dicho que su duda es artificial, radical, metódica y provisional, un paso previo para poder encontrar una verdad, algo de lo que no se pueda dudar.
Dice en las “Meditaciones metafísicas”: “Arquímedes, para trasladar la tierra de lugar, sólo
pedía un punto de apoyo firme e inmóvil; así, yo también tendré derecho a concebir grandes esperanzas, si por ventura hallo tan sólo una cosa que sea cierta e indubitable”.