El Ser Humano y la Libertad: Una Exploración Filosófica

¿De dónde procede el término “persona”?

El término procede de las máscaras que usaban los actores en el teatro. Servía para dar resonancia a la voz y para identificar al personaje que representaba.

La definición más clásica de persona la dio el filósofo cristiano Boecio, en el siglo VI: “persona es la sustancia individual de naturaleza racional”. Seguramente, para hacer compatible la definición de persona con la idea de que Dios es Persona también (la definición clásica de “animal racional” no podía aplicarse a Dios).

Pascal dijo que “el hombre no es más que una caña, la más frágil de la naturaleza, pero es una caña pensante”, pero “aunque el universo lo aplaste, el hombre es superior, porque sabe que muere y conoce su debilidad”.

La inteligencia es tan importante en la persona que Einstein dijo que “si no fuera por la iluminación de la inteligencia humana, el universo sería un montón de basura”.

Para la filosofía cristiana, la naturaleza racional del hombre es lo que lo hace capaz de conocer y amar a Dios, de abrirlo a la trascendencia. Pues Dios mismo ha creado el alma racional, que sobrevivirá a la muerte.

¿Cómo presenta Kant a las personas?

De acuerdo al filósofo Kant, las personas son “fines en sí mismos”, y nunca pueden ser utilizados solo como medios para conseguir nuestros objetivos.

La persona es una realidad valiosa en sí misma, sin que su valor le venga de resultar útil para algo.

De ahí que debamos respetarnos siempre mutuamente, unos a otros.

¿Cuáles son los rasgos del hombre que más destaca la filosofía moderna?

Las dos características fundamentales del hombre en la filosofía moderna son la autonomía y libertad.

Según Descartes, porque somos autónomos del cuerpo y de sus leyes mecánicas, somos dueños de nuestros actos.

Para Kant, el hombre debe ser tratado como un fin en sí mismo, por lo que debemos respetar la libertad de las personas, y no usarlas sólo como medios.

Estos deseos de autonomía y libertad se plasmarían en:

  • La Ilustración
  • La Revolución Francesa
  • El Romanticismo
  • El existencialismo (corriente filosófica) del siglo XX

Desarrolle brevemente la filosofía existencialista

El existencialismo tiene un precedente en el filósofo Kierkegaard (1813-1855), que reprochó a filósofos anteriores haber reducido lo individual a lo abstracto, cuando lo que importa realmente es la existencia del individuo concreto y real, y su libertad.

En definitiva, el existencialismo afirma que la esencia humana (lo que el hombre es profundamente) es la existencia en libertad.

La vida no se nos da hecha, sino que hemos de hacerla nosotros mismos por medio de nuestras elecciones libres.

Pero aunque Kierkegaard y alguno más, fueran cristianos, también existe una rama atea del existencialismo: Sartre, premio Nobel y filósofo existencialista, afirma pesimistamente que hemos sido arrojados a la existencia y estamos condenados a ser libres y morir.

Además, decía Sartre que el existencialismo ateo es el único y verdadero humanismo.

Desarrolle brevemente la filosofía personalista

El personalismo surge en la misma época que el existencialismo, como una forma de responder a la crisis intelectual y social de la Europa de la primera mitad del siglo XX.

Influyó en acontecimientos tan relevantes como la Declaración de la ONU sobre los derechos humanos, o los textos del Concilio Vaticano II.

Fue especialmente Emmanuel Mounier quien inició esta corriente.

Según esta filosofía, hay una serie de rasgos que definen a la persona: comunicación, sociabilidad, proximidad, amistad, libertad condicionada, compromiso, capacidad crítica, y dignidad eminente.

Intenta reivindicar una noción de persona diferente, frente a los abusos de las dos guerras mundiales, el capitalismo, el totalitarismo comunista, el nazismo y los fascismos.

Explique con más profundidad algunas ideas del personalismo

El personalismo considera que, por el hecho de ser libre, el hombre es responsable de sus actos ante el Creador.

Nuestros propios actos nos hacen ser mejores o peores personas, pues tenemos una gran responsabilidad.

El personalismo ya no pone énfasis en la libertad, sino en la capacidad de relación personal.

La persona está esencialmente llamada a la relación interpersonal, ya sea familiar o social. El hombre es social por naturaleza, pues nada más nacer ya necesita de sus padres y de la sociedad.

Las relaciones interpersonales fundan la sociedad, que debe estar al servicio de las personas concretas, no de ideologías o de anónimas fuerzas colectivas.

La persona debe poner su esfuerzo al servicio de los demás. La vigencia social de valores como la tolerancia, la solidaridad, y el respeto a los derechos humanos, nos parece natural, pero estos valores se han incorporado a la cultura europea, en parte, gracias, a la aportación del personalismo.

Y sin duda, las raíces cristianas de occidente han tenido una gran importancia en ello.

¿Cuál es la diferencia fundamental entre el ser humano y otros animales?

La diferencia fundamental entre un ser humano y cualquier otro animal no es morfológica: es la libertad inteligente.

Gracias a la libertad inteligente, el hombre tiene la posibilidad de ser causa de sí mismo.

Ej. Una oveja siempre temerá al lobo. El hombre, a diferencia de los animales, no tiene siempre el mismo papel necesariamente específico, por el contrario, elige su propio papel, lo escribe a su medida con matices más propios y personales.

Es por eso que el hombre progresa, a diferencia de los animales.

En los genes está el desarrollo fisiológico de cada ser humano, pero en ellos no está escrita su libertad. No dicen nada sobre sus ilusiones, sus proyectos o su cultura, ni qué amigos tendrá, ni qué ciudad escogerá para vivir.

Por todo ello, la libertad es impredecible.

Argumentos en contra de los diferentes determinismos

Los diferentes determinismos son incapaces de justificar hechos que sólo se explican desde la libertad:

  • El hecho de sabernos responsables.
  • El hecho de pedir y aceptar responsabilidades.
  • La alabanza y reprobación de ciertas conductas.
  • La creatividad artística y científica.
  • La existencia de ámbitos morales, políticos y religiosos.
  • Y, sobre todo, la convicción interna de actuar libremente.

¿Qué es la libertad?

La libertad es definida como uno de los valores fundamentales de la persona, como el poder de dirigir y dominar los propios actos, la capacidad de proponerse una meta y encaminarse hacia ella, y el autodominio con el que los seres humanos gobernamos nuestras acciones.

En el acto libre entran en juego las dos facultades superiores del psiquismo humano: la inteligencia y la voluntad. La voluntad elige lo que previamente ha sido conocido por la inteligencia. Antes de elegir es preciso deliberar, hacer circular por la mente las diversas posibilidades, con sus diferentes ventajas e inconvenientes.

Hay una libertad física que equivale a la libertad de movimiento: poder ir y venir, entrar o salir, subir o bajar, etc… Pero la raíz de la libertad está en la voluntad, y la acción voluntaria es, ante todo, una decisión interior. Por eso un hombre sin libertad física puede ser libre.

La libertad interior es la base de los derechos humanos. De ella brota el derecho a la libertad de opinión y expresión, a la libertad de conciencia y a vivir según las propias convicciones.

¿Es la libertad absoluta?

La libertad no es absoluta, pues el mismo ser humano no lo es. Tiene tres tipos de limitaciones: la física, la psicológica y la moral. La física es obvia. La psicológica se ve clara en que no podemos saberlo todo, ni siempre conseguimos sentirnos como queremos. La moral aparece clara cuando vemos que hay acciones que podemos hacer, pero que no debemos hacer (ej. castigar al inocente)

También estamos condicionados por el temperamento con que nacemos, por el medio social y la educación, por la situación económica, y especialmente, por las personas que nos rodean. Pero estar condicionado, no significa estar determinado. Estar condicionado significa no ser totalmente libre, pero sí conservar la libertad suficiente como para saberse responsable de los propios actos. El determinismo es la postura intelectual que niega ese mínimo de libertad, asegurando que los actos humanos están regidos, previamente determinados por circunstancias y leyes físicas, biológicas, psicológicas, teológicas y sociales.

Ponga diversos ejemplos de posiciones o perspectivas deterministas

La Grecia clásica creyó que un Destino inmutable, personificado en las Hilanderas de la mitología, movían los hilos de las vidas humanas.

Los filósofos griegos estoicos sustituyeron esta idea del Destino por una Inteligencia divina que identificaban con el mundo de forma panteísta.

En la Europa cristiana, los reformadores protestantes sostuvieron un determinismo teológico: si Dios conoce el futuro, el ser humano carece de libre arbitrio, y está predestinado.

Para Pavlov, psicólogo conductista, los actos que llamamos libre son en realidad reflejos condicionados. Para Freud, nuestra conducta consciente está determinada psicológicamente por nuestro subconsciente.

Para Marx, la infraestructura económica determina la propia conciencia humana.

La sociobiología pone en la dotación genética la verdadera causa de todas nuestras conductas sociales, y por tanto, de nuestras acciones.