Escuelas Filosóficas Helenísticas y la Metafísica de Aristóteles

Escuelas Filosóficas del Período Helenístico

Estoicismo

El Estoicismo es una escuela filosófica del período helenístico (s. III a. C.). Su nombre proviene del lugar donde se ubicó la sede de la escuela (stoa – pórtico). Su fundador fue Zenón de Citio (333-263 a. C.). Otros estoicos importantes fueron Cicerón, Séneca y Marco Aurelio.

Desde Zenón, los estoicos dividen la filosofía en tres partes que comparan con un huevo:

  • La lógica (cáscara)
  • La física (clara)
  • La ética (yema)

Según los estoicos, el conocimiento se origina a partir de las impresiones de los sentidos. Un árbol no es verde, sino que verdea. Por eso su lógica, antiaristotélica, se basa en lo que pasa aquí y ahora.

En la física desarrollan la teoría corporeísta: creen que los cuerpos tienen dos principios independientes, uno pasivo (la materia) y otro activo (la razón o el espíritu).

La ética se funda en su determinismo cósmico. La actitud del sabio es la de aceptar el destino, porque todo es justo y lógico. La moral estoica es la de tratar de vivir conforme a la naturaleza. La meta es lograr la tranquilidad del ánimo y la imperturbalidad. Creen en la necesidad de las causas pero en la indeterminación de los efectos.

Epicureísmo

El Epicureísmo es una escuela filosófica que nace en el s. IV a. C., en el período helenístico, de la mano de Epicuro de Samos. Funda su escuela en un jardín a las afueras de Atenas, que será desarrollada por Lucrecio.

Desde la perspectiva física, defienden que la naturaleza está compuesta por átomos que se mueven de manera aleatoria debido a una cierta inclinación en su caída.

Desde una perspectiva ética, defenderán la búsqueda del placer, que se entiende como ausencia de dolor. Por ello prefieren la amistad al matrimonio y la vida retirada a la política. Para ello, el lema es buscar la ataraxia o ausencia de dolor: ‘tetrafarmakon’ (el cuádruple remedio), que consiste en no tener miedo a los dioses, a la muerte, al dolor y al destino, y buscar satisfacer las necesidades básicas. Por ello prefieren la amistad al matrimonio y vivir alejado de la ciudad y la política. Creen en la libertad en las causas pero en la necesidad de los efectos.

Sofistas

La sofística es un movimiento cultural que se desarrolla en Atenas en el siglo V a. C. Como consecuencia del proceso de democratización y las reformas de Pericles, el Logos (la palabra) adquiere una relevancia fundamental. Los sofistas son los encargados de enseñar a hablar en público a los hijos de los nuevos ricos, los hombres libres, que aspiran a ser la nueva clase dirigente.

El objetivo del sofista es enseñar a su discípulo a convencer al auditorio, a hacer fuerte el argumento más débil, a defender una postura y la contraria.

Entre los sofistas destacan Gorgias y Protágoras, que estableció que: ‘El hombre es la medida de todas las cosas’, poniendo de esta manera las bases del relativismo y humanismo, pues la verdad depende de los intereses del sujeto y de la ocasión. La segunda generación radicalizó sus ideas (Trasímaco y Calicles). Fueron criticados y apartados de la filosofía; los rescató Hegel por su ateísmo.

Aristóteles

Metafísica

Ni Platón ni Aristóteles utilizaron la palabra metafísica. Fue Andrónico de Rodas el que, al ordenar los libros, puso unos escritos después de la física, lo que en griego se dice “Metà ta fisicà”. En estos escritos, Aristóteles habla de una ciencia general y la denomina filosofía primera, porque estudia los primeros principios y las primeras causas.

Para Platón, la idea tiene un significado unívoco aunque muy rígido, mientras que los sofistas juegan al significado equívoco de las palabras. Aristóteles dirá que el Ser se dice de diversos modos o categorías, pero todo se dice de algo que les otorga unidad; ese algo común es la sustancia. La sustancia o el sujeto sirven de soporte para los accidentes o categorías, que son las siguientes: cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, estado, acción y pasión.

Aristóteles explica que hay dos clases de sustancias: sustancias primeras (la cosa concreta) y sustancias segundas (los géneros y las especies). Mediante el hilemorfismo, Aristóteles aclara esta distinción: las sustancias segundas no poseen una existencia separada (pues sería admitir las ideas de Platón), sino que todo ser natural está compuesto de dos elementos: materia (hylé) -aquello de lo que está hecho una cosa- y forma (morphé) -es la esencia, lo universal, no está separada de las cosas sino presente en ellas informándolas-. Materia y forma no pueden existir por separado.

Las primeras materias que nos encontramos son los cuatro elementos: tierra, agua, fuego y aire; a partir de ellas se forma la materia vegetal, orgánica, etc. La forma es ontológicamente superior a la materia, porque ésta proporciona individualidad (un pino se diferencia de otro pino por la materia que posee), pero lo que le concede el ser es su forma.

Aristóteles resuelve el problema del cambio mediante el paso de la potencia al acto. Un ente puede ser algo en acto o en potencia (una bellota es un roble en potencia). Esto implica que el acto es anterior a la potencia, pues el acto está presente en la misma potencialidad, rompiendo el esquema lógico-temporal del antes y el después. Aristóteles llama acto puro a aquello que está acabado y terminado, por ejemplo, un motor inmóvil: ‘Es motor pues atrae a toda la realidad, mueve como un fin al que tienden todas las cosas’.

Una causa es aquello que es necesario para explicar un proceso. Aristóteles no cree en la magia sino en la causalidad. Para él hay cuatro causas:

  • Material
  • Formal
  • Agente
  • Final

Las dos últimas en la naturaleza coinciden con la formal.

Cosmología

El cosmos es un sistema cerrado, finito, eterno y teleológicamente ordenado bajo un principio: ‘Todo lo que se mueve es movido por otro’. Así que debe haber una cadena de motores desde un primer motor inmóvil. Este motor inmóvil es acto puro; es el mundo el que tiende hacia él, al que atrae como su fin último. Por debajo del motor inmóvil está el motor que pone en movimiento la esfera de las esferas fijas, ésta mueve la esfera de Saturno, ésta la de Júpiter y así hasta la esfera lunar. Estas esferas están formadas de éter, que es la quinta esencia, y su movimiento es circular.

Por debajo de la Luna se encuentra la Tierra, estática, en el centro, con los cuatro elementos que se han mezclado y buscan su lugar natural, por eso el agua y la tierra descienden, y el aire y el fuego ascienden. El movimiento vertical es natural, pero el horizontal es debido a una fuerza que lo ejerce. Aristóteles no comprende la inercia, y hay que esperar hasta Galileo. El modelo de Aristóteles es cualitativo y Galileo utilizará las matemáticas y la experimentación. El modelo de Aristóteles impera hasta Galileo.