Ética: Un Recorrido por su Historia y Principios Fundamentales

1. La Ética

1.1 La Ética como Filosofía Práctica

La razón no es solo un instrumento para conocer el mundo, es capaz de formular juicios sobre lo que es bueno y, por tanto, acerca de lo que debemos hacer o evitar. La ética es la disciplina filosófica que reflexiona sobre la acción humana en la medida en que es libre y pretende ser guiada por el bien. Se caracteriza por:

  1. Un saber práctico
  2. Un saber directivo
  3. Un saber que reflexiona sobre la acción libre de la persona

Razón práctica y razón técnica: El ser humano no solo hace uso de la razón práctica con la actualidad desde un punto de vista ético, también aplica la dimensión práctica de la razón al organizar la convivencia social. Por otro lado, es importante distinguir la razón práctica de la razón técnica; esta última está presente en los procesos mediante los cuales el ser humano produce cosas o busca algún tipo de utilidad.

1.2 El Bien y el Fin Último del Ser Humano

La felicidad: el objetivo último de la ética: La felicidad es el fin último del ser humano, ya que se desea por sí misma y, por tanto, es un bien en función del cual se ordenan y clasifican los restantes bienes o fines particulares y concretos de la vida de la persona.

El análisis filosófico de la felicidad permite aventurar cuáles han de ser las características de ese bien último del que depende la felicidad del ser humano. Así, ha de ser:

  • Un bien completo
  • Un bien duradero
  • Un bien auténtico

Las modalidades del bien

El bien útil: La utilidad es el género de bondad que predicamos de las acciones o de las cosas que sirven para obtener un fin determinado de un modo eficaz, por ejemplo, un medicamento.

El bien deleitable: Su bondad es la de lo deleitable, la bondad de lo que es querido porque causa en el sujeto una resonancia afectiva positiva, como el placer.

El bien honesto: Se presentan como objetivamente buenas y dignas de ser amadas con independencia de las repercusiones afectivas que puedan producir en nosotros.

2. El Orden Moral

2.1 La Recta Razón y la Ley Moral Natural

La razón práctica dirige la acción en la medida en que comprende el bien al que tiende la naturaleza humana. De ahí que solo podrá ser norma de la acción moral una razón recta, es decir, aquella que conozca sin error los fines que convienen al ser humano.

La ley moral natural y la conciencia moral: Por ley moral natural se entiende los principios o criterios adecuados al modo de ser propio de la persona que permiten diferenciar objetivamente las acciones que contribuyen a su desarrollo o perfeccionamiento de las que lo dificultan. Esta ley se halla inscrita en el corazón de todo ser humano. La conciencia moral está presente en el interior de cada ser humano; gracias a ella se puede ajustar la conducta.

2.2 Los Principios de la Razón Práctica

El primer juicio práctico es el que establece que el bien ha de buscarse y hacerse, y el mal ha de evitarse. Este primer principio, conocido como sindéresis, será la guía de nuestra actuación. Este primer principio hace referencia a las inclinaciones naturales del ser humano y al orden que debe existir entre ellas. Estas inclinaciones responden a las tres dimensiones que lo constituyen:

  • Viviente: Defender la propia vida, mantenerla y optimizarla.
  • Animal: Mantener la especie (en el caso de tener descendencia), defenderla y educarla.
  • Racional: Buscar la verdad a través del cultivo y la armonización de la inteligencia, la voluntad y la afectividad.

La aplicación de los principios prácticos: la prudencia

La virtud de la prudencia es la disposición o el hábito de la razón para discernir respecto a lo que es bueno y conveniente hacer en una situación concreta, permitiendo, en definitiva, tomar la decisión correcta.

6. La Historia de la Ética

Los avatares de la ética a lo largo del pensamiento occidental se pueden distinguir en al menos diez hitos históricos:

  1. El nacimiento de la ética como disciplina filosófica data de la época socrática.
  2. Corresponde a las decadentes escuelas helenísticas y la disyuntiva estribaba, como se diría, en repasarlo bien o pasar de todo; es decir, se estaba cuestionando si la ética debía ser solo bienes o también virtudes.
  3. Es un hito muy sobresaliente: se trata de la irrupción del cristianismo y de su modo de vida.
  4. Es relevante también y corresponde a la búsqueda de la relación entre los pilares de la ética: los bienes, las normas y las virtudes.
  5. Atravesó esta disciplina de manos de algunos pensadores modernos que se cuestionaron si acaso no sería la ética un invento humano, como Maquiavelo.
  6. Otro apartado histórico es el auge del deber: ¿es la ética solo normas? El máximo exponente es Kant.
  7. Otra etapa moderna de crisis para la ética se puede denominar la larga lista de los -ismos: naturalismo, individualismo, colectivismo, etc.
  8. El siglo XX ha ofrecido propuestas genéticas distintas de las precedentes; una de ellas fue, por ejemplo, la de Scheler, que propugnaba una ética de valores.
  9. Un importante hito ético reciente lo supone el de Karol Wojtyla (Juan Pablo II), quien denunció que las éticas precedentes son reductivas porque no tienen en cuenta a la persona que actúa.
  10. El último peldaño de la ética no solo ha buscado la fundamentación de esta disciplina, sino también su vinculación con la persona humana y ello tras esclarecer el ser personal.