Filosofía de San Agustín de Hipona: Ontología, Antropología y Teoría del Conocimiento

El pensamiento de San Agustín de Hipona

Ontología

– Existencia de Dios e ideas ejemplares:

La prueba demostrativa de la existencia de Dios es consecuencia directa de la teoría del conocimiento:

  • Argumento epistemológico: Puesto que la verdad existe y Dios es su fundamento, Dios existe.
  • Ideas ejemplares: La auténtica demostración agustiniana de la existencia de Dios reside en las ideas ejemplares, basada precisamente en la infinitud y necesidad de dichas ideas. Este tipo de ideas supera a nuestra capacidad intelectiva. Dios dispone las ideas ejemplares en el interior del ser humano, en su alma-entendimiento. El entendimiento es incapaz de modificarlas.

Las ideas eternas y ejemplares manifiestan la verdad inmutable, Dios. No existe cosa alguna sin fundamento, y el fundamento de lo inalterable tiene que ser a su vez también inalterable.

– Existencia de Dios: las 5 vías de Tomás de Aquino:

  • Existencia del movimiento: Tiene antecedentes en Aristóteles y parte de la experiencia del movimiento existente en el mundo. Todo lo que se mueve es movido por otro, ya que nada puede moverse por sí mismo. Primer Motor que nadie mueve y es fuente de movimiento: Dios.
  • Subordinación de las causas: Toda causa es a su vez causada; esta a su vez por otra y así sucesivamente. Debe existir por tanto una Causa Primera: Dios.
  • Contingencia de los seres: Todo ser podía también no haber sido; nada es necesario. Si solo habría seres contingentes no existiría nada ahora. Dios hace que los seres contingentes pasen al ser.
  • Gradación de las perfecciones: Detrás de la mayor o menor perfección de las cosas existe un Ser Perfecto en grado sumo, que da la regla que se presupone para que apreciemos nosotros en las cosas un + y un – en la línea de perfección. Este Ser es Dios.
  • Ordenación del cosmos: Existe un orden en el universo y este camina hacia una meta por medio de su movimiento y evolución, por lo que debe haber una Inteligencia Suprema que haya pretendido la finalidad que se observa en todo el universo.

– Creación del universo:

Todas las cosas han sido creadas a partir de la nada por Dios. La Palabra de Dios encierra en sí los modelos arquetípicos de todas las cosas. La materia utilizada para crear el mundo no existía antes de él. La creación se prolonga en el tiempo y los entes individuales surgen uno detrás de otro.

Antropología

– Ser humano, compuesto de alma y cuerpo:

Dios hace al ser humano a su imagen y semejanza. El ser humano es un ser compuesto formado por alma inmortal y cuerpo mortal, cúspide de la creación. Formado por dos sustancias diferentes, alma y cuerpo, el alma prevalece. Influencia platónica evidente en esto. Para Agustín, el ser humano es pecador, con inclinación natural hacia el pecado, debido al mal uso de la libertad.

– La libertad y el problema del mal:

El pensamiento de Agustín sobre la libertad es de naturaleza teológica.

  • a) La libertad: Afirma que el origen del mal no reside en un dios malévolo, sino en la libertad humana. El ser humano ha sido creado libre, dotado de capacidad para amar a su creador. Pero debido al pecado original pierde esa libertad. En virtud de la gracia, el ser humano recupera la libertad que perdió debido al pecado. El ser humano no necesita ayuda de nadie para hacer el mal, pero para el bien necesita ayuda divina.
  • b) El origen del mal: Agustín reflexiona en torno al mal físico desde el punto de vista de los entes creados y corrompidos. La corruptibilidad no es un mal en sí misma. Todas las cosas existentes son buenas, pero no absolutamente. El mal no es más que un modo de referirnos a la ausencia de un bien concreto. El mal moral nace del uso inadecuado del ser humano de su libre albedrío, es el único responsable de ello. El libre albedrío no es un bien absoluto, es un bien parcial, condición necesaria para la felicidad. El ser humano se acerca a Dios cuando lo ama y cumple su voluntad, en cambio, surge el mal moral si actúa de manera inadecuada.
  • c) Deseo o voluntad de Dios: Dios manifiesta de dos maneras distintas su deseo o voluntad: 1º Comunica a determinados individuos su voluntad mediante la revelación; 2ª Manifiesta a cada persona en su conciencia cuál es el camino que debe seguir y cuál le llevará a la perdición. Cuando el creyente acata la voluntad entonces se acerca a Dios y alcanza la felicidad y salvación, únicamente Dios proporciona felicidad. Si la incumple se distancia y cae en el pecado. Agustín se distancia del planteamiento moral de Sócrates. Sócrates decía que la bondad o maldad de las acciones depende del conocimiento por lo que el mal moral es por la ignorancia. Para Agustín, el origen de la bondad o maldad radica en la voluntad.

– La felicidad y la posesión de Dios:

La verdadera felicidad se encuentra en la posesión de la verdad completa. La Verdad es la medida (absoluta) de todas las verdades posibles, que es Dios, conocerle y poseerle da la felicidad al ser humano. Los escépticos griegos mantienen que la verdad es incognoscible, Agustín se muestra contrario a esto. Por un lado, dice que los escépticos no tienen razón, ya que su tesis se contradice. Si no podemos conocer nada con seguridad, tampoco podemos afirmar que no existe ningún conocimiento seguro.

Fe y razón: Creer para conocer (Teoría del conocimiento)

– Síntesis de la fe y razón en Agustín. Entender para creer, creer para entender:

Fusión entre fe y razón. El cristianismo ha defendido siempre que el creyente debe intentar comprender lo que cree. La fe no debe proscribir a la razón y lo mismo al revés. Creo para entender, entiendo para creer. La fe y la razón colaboran de esta manera: Al principio, la razón ayuda al ser humano a lograr la fe. Después, la fe conduce e ilumina a la razón. De la misma manera, la razón ayuda a esclarecer los contenidos de la fe.

– Tipos de conocimiento:

La verdad es el fin que hay que alcanzar para lograr la felicidad. Influencia de Platón.

  • A) Conocimiento sensible: Consiste en la percepción de objetos. Objetos derivados de nuestras sensaciones aparecen y desaparecen, suprimidos unos por otros. Por tanto, la auténtica verdad es inalcanzable por conocimiento sensible, dicha verdad proviene del conocimiento de los objetos inmutables.
  • b) Conocimiento racional:
    • – Conocimiento científico: Ofrece información sobre la realidad exterior.
    • – Conocimiento de la sabiduría: Permite conocer las verdades eternas. La contemplación es el hecho de distinguir o conocer estas ideas eternas tal y como son. Según Agustín, el ser humano está seguro de su naturaleza mutable, pero encuentra en su interior verdades inmutables e ideas ejemplares eternas superiores a él. Platón sitúa las ideas eternas ejemplares en el mundo de las ideas.

– Iluminación:

Según Platón, se pueden conocer las ideas eternas, puesto que están iluminadas por el Bien. El Bien es principio de inteligibilidad, pero, la luz que ilumina las ideas inmutables proviene de Dios. La iluminación divina hace visibles las ideas eternas de la inteligencia. Necesitamos la iluminación divina para percibir lo que supera y trasciende a nuestro intelecto. No podemos conocer las verdades eternas, inmutables y necesarias mediante nuestra experiencia mutable, solo con la iluminación divina. Agustín encuentra la huella de Dios en el interior del ser humano.

– Interiorización:

El punto de partida no está en el exterior, sino en el interior. Por tanto, la verdad reside en el interior humano. El pensamiento que encuentra la verdad debe partir de su propia evidencia, el punto de partida está en la autoconciencia. El ser humano halla en su interior: Naturaleza variable e inestable y, por otra parte, verdades inmutables. Estas rebasan la mutabilidad de la naturaleza eterna y por eso no puede ser su fundamento. El origen de estas debe estar en la misma inteligencia divina. El ser humano no puede conocerlas sin ayuda del exterior. De ahí que Dios ilumine al ser humano para conocer verdades inmutables, ejemplares y absolutas. Y el ser humano encuentra estas verdades en su interior, en su conciencia, puestas por Dios.

Filosofía de la historia: Ciudad de Dios y ciudad del mundo

– Lucha entre las dos ciudades:

La Ciudad de Dios se presenta como una apología de los cristianos frente al paganismo. La crónica de la humanidad se presenta como lucha entre dos ciudades: La pugna perpetua entre las ciudades del bien y del mal, de Dios y del mundo, luz y tinieblas. Divide en dos grupos a los seres humanos, por un lado, los que se aman únicamente a sí mismos, por otro, los que aman a Dios incluso hasta despreciarse a sí mismos. Los primeros son ciudadanos del mundo, los segundos son ciudadanos del cielo. La lucha perdurará hasta el final de los tiempos. La historia, por tanto, es una lucha entre dos amores: a Dios y a uno mismo. No se puede identificar la Ciudad del Mundo con el Estado, ni la Ciudad de Dios con la Iglesia.

Influencia del platonismo

– Metafísica:

Agustín describe una doble realidad: por un lado, Dios (Verdadero) y, por otro, las criaturas (físicas en constante cambio).

– Conocimiento:

Ambos defienden el dualismo epistemológico, ligado al dualismo metafísico. Por un lado, el conocimiento sensible sobre la realidad en constante cambio (falso conocimiento). Pero, el conocimiento racional se ocupa de la realidad verdadera, del conocimiento universal y el conocimiento de las ideas. Para Platón, el Bien es principio de inteligibilidad, es decir, por un lado, el Bien ilumina el alma para lograr el conocimiento verdadero, por otro, hace inteligibles las ideas. Para Agustín, Dios sitúa las ideas eternas y ejemplares en el alma humana y la ilumina para conocerlas con la Iluminación.

– Dialéctica:

Método o camino para lograr el conocimiento por medio de preguntas y respuestas. Para Platón, es la actitud propia del filósofo verdadero. Está constituida por dos movimientos lógicos inversos: 1º es la unificación, consiste en captar la esencia inmutable de las cosas (ideas), mediante una elevación progresiva desde los objetos particulares. 2ª es la división (particularización), se llega a lo particular siguiendo las diferencias internas de los distintos géneros. La dialéctica para Agustín es búsqueda interior, el ser humano no debe buscar la verdad en el exterior, sino en el interior.

sino en el interior.