Metafísica de Santo Tomás
La metafísica tomista se basa en la aristotélica, pero también incorpora elementos platónicos y árabes. Santo Tomás acepta la teoría de las cuatro causas, la materia y la forma, y los seres en acto y potencia. Introduce la distinción entre esencia y existencia, siguiendo a Avicena y San Agustín. Esta distinción permite conciliar el aristotelismo con el cristianismo, ya que la esencia es independiente de la existencia y la existencia es necesaria en Dios.
Teoría del Conocimiento de Santo Tomás
Santo Tomás no desarrolló una teoría del conocimiento específica, sino que la basó en la teología. El conocimiento comienza con los sentidos, pero la razón es necesaria para abstraer lo universal de lo particular. El conocimiento de las cosas divinas se obtiene por analogía, ya que no podemos tener un conocimiento directo de ellas.
Ética de Santo Tomás
La ética tomista se basa en la aristotélica, pero incorpora elementos cristianos. El fin último del hombre es la felicidad, que se identifica con la contemplación de Dios. La virtud es un hábito selectivo de la razón que se forma mediante la repetición de actos buenos. La ley natural es el fundamento de la ley moral, y las leyes humanas deben estar de acuerdo con ella.
Política de Santo Tomás
Santo Tomás sigue a Platón y Aristóteles en la idea de que la sociedad es natural para el hombre. El Estado debe procurar el bien común, y las leyes deben estar de acuerdo con la ley natural. La Iglesia tiene un papel importante en la organización de la vida del hombre, ya que proporciona el fundamento trascendente de la ley natural.
Artículo 1: Santo Tomás de Aquino
Santo Tomás defiende que la filosofía y la teología son suficientes para guiar las acciones humanas. La filosofía enseña lo que se puede conocer por la razón, y la teología es necesaria para comprender lo que supera la razón, como la existencia de Dios.
Artículo 8: Santo Tomás de Aquino
La teología puede discutir las afirmaciones hechas en contra de ella utilizando la autoridad de la revelación. La gracia no anula la naturaleza, sino que la perfecciona, aumentando las dimensiones del ser.