Filosofía kantiana: ética, razón y moral

Filosofía kantiana: ética, razón y moral

Líneas fundamentales de su filosofía

La filosofía de Kant se vertebra a través de 3 preguntas:

  1. ¿Qué puedo conocer? Esta pregunta es abordada en su obra “Crítica de la razón pura”.
  2. ¿Qué debo hacer? Kant responde a esta pregunta en sus obras “Crítica de la razón práctica” y “Fundamentación de la metafísica de las costumbres”.
  3. ¿Qué me cabe esperar? Esta pregunta, que indaga sobre el sentido de la existencia, la contesta desde el planteamiento más convencional que es el religioso, con la obra “La religión dentro de los límites de la mera razón”. En ella expone un planteamiento deísta que no es incompatible con las religiones positivas. (El problema de la existencia lo resuelve con la religión). Pero no todo el mundo puede o quiere creer en algo sobrenatural. Para ellos Kant propone proyectar el sentido de la existencia humana en la humanidad, de tal modo que cada uno aportemos algo para el progreso de la humanidad por poco que sea y cuando lleguemos al fin de nuestra existencia, miremos atrás considerando que nuestra vida no ha sido inútil ya que gracias a nosotros el mundo es un poco mejor. Considerándonos como eslabones necesarios de una cadena que lucha por el progreso de la humanidad, nuestra vida adquirirá pleno sentido. Kant entendía ese progreso como un planeta sin fronteras, cosmopolita y en una paz perpetua.

¿Qué es el hombre?

Esta pregunta es fundamental para entender por qué la filosofía kantiana es una antropología.

El uso teórico de la razón

Kant elabora una teoría del conocimiento enormemente original, tomando como referencia las matemáticas y la física de Newton. El objetivo es averiguar las condiciones del conocimiento científico para ver si pueden ser trasladadas a la metafísica.

Condiciones de validez del conocimiento

Tanto la física como las matemáticas son conocimientos que poseen progresividad y universalidad. La progresividad aporta nueva información y la universalidad implica que sea un conocimiento igual para todos. Por razón, piensa que los juicios científicos tienen que ser sintéticos a priori, es decir deben aportar alguna información (progresividad) y al mismo tiempo deben ser juicios a priori, porque de ese modo serán universales, pues si dependieran de la experiencia (a posteriori) nunca alcanzarían la universalidad porque la experiencia es subjetiva y particular. Kant sintetizará lo positivo del racionalismo (universalidad) y lo positivo del empirismo (progresividad). Afirma, que nuestro conocimiento nace con la experiencia pero no todo él se origina en la experiencia como afirmaba el racionalismo. Todos los seres humanos nacemos con estructuras mentales innatas y por tanto a priori, son las mismas estructuras para todos y esto aporta universalidad al conocimiento pero, a diferencia del racionalismo, esas estructuras innatas carecen de contenido porque, según Kant, el contenido solo puede aportarlo la experiencia sensible. Esta solución que aporta Kant a la teoría del conocimiento, es una solución original que se conoce con el nombre de giro copernicano y que consiste en convertir al sujeto en protagonista del conocimiento.

Estética trascendental

Es la primera parte de “Crítica de la razón pura” y en ella Kant intenta analizar cómo funciona nuestro conocimiento sensible y al mismo tiempo fundamentar las matemáticas. El conocimiento sensible funciona como síntesis entre los datos aportados por la experiencia (intuiciones empíricas) y las estructuras innatas aportadas por el sujeto (intuiciones puras). En el caso del conocimiento sensible las intuiciones puras son espacio y tiempo:

  • Espacio: es la forma a priori de la sensación externa.
  • Tiempo: forma a priori de sensación interna o memoria

En la estética trascendental Kant fundamentará las matemáticas afirmando que estas ciencias se pueden expresar en juicios sintéticos a priori ya que para Kant los juicios de las matemáticas sí que aportan información pero al mismo tiempo se basan en las intuiciones puras de espacio (geometría) y tiempo (aritmética). Así Kant explica como son posibles los juicios sintéticos a priori en matemáticas.

Analítica trascendental

En la segunda parte de la “Crítica de la razón pura” Kant intenta analizar el conocimiento y se pregunta cómo son los juicios sintéticos a priori en física. El entendimiento es la capacidad para entender lo dado en la experiencia sensible. Funciona como una síntesis entre los conceptos empíricos y conceptos puros. Estos conceptos puros o categóricos son estructuras mentales a priori, innatas que Kant deduce del lenguaje mediante la deducción trascendental. Estas 12 estructuras mentales entre las que destaca la de causa, sustancia, necesidad o realidad permiten hacer juicios sintéticos a priori en física, porque los juicios de la física aportan información (contenido) y se basan en dichas estructuras mentales fundamentalmente la de causa.

Dialéctica trascendental

En la tercera parte de la “Crítica de la razón pura” Kant se pregunta cómo funciona la razón y si son posibles los juicios sintéticos a priori en la metafísica. La razón es una facultad que nos permite hacer razonamientos a partir de los juicios. Pero el ser humano tiene tendencia a buscar los incondicionado y por tanto a ir más allá de lo dado por la experiencia sensible. Esto es lo que hace la metafísica racionalista cuando intenta demostrar la existencia del yo, de dios y del mundo. Los juicios sintéticos a priori no son posibles porque las estructuras mentales solo pueden aplicarse al contenido que nos ofrece la experiencia sensible. Querer ir más allá como hace el racionalismo es caer en contradicciones y salir de los límites del conocimiento científico. Dichos límites se encuentran para Kant en el FENÓMENO, que es lo que podemos conocer; más allá del fenómeno estaría el NOÚMENO o (cosa en sí) que es lo incognoscible. Kant no está en contra de toda metafísica sino tan solo de la metafísica dogmático-especulativa. Él propone una metafísica crítica que analice el origen, el valor y los límites del conocimiento, como la que lleva a cabo en la “Crítica de la razón pura”. También reconoce la metafísica como una necesidad inevitable de los seres racionales, necesidad que no puede verse satisfecha en el conocimiento, pero sí en el pensamiento, pues para conocer necesitamos la información dada en la experiencia, mientras que para pensar algo la única condición es que no sea contradictorio. Esta metafísica servirá de fundamento a la moral.

El uso práctico de la razón

Se refiere a la cuestión moral ¿Qué debemos hacer? a la que Kant va a responder también de forma original como en su teoría del conocimiento, pero es preciso observar que en la moral no reflexionamos sobre lo que hay sino sobre lo que debe de haber, que es muy distinto.

El punto de partida de la moral

Así como en el conocimiento o uso teórico parte del hecho indiscutible de la ciencia, en la moral parte de hecho innegable de la obligación moral, obligación que procede de la conciencia que todos tenemos desde que tenemos uso de razón, esa conciencia nos impone unos mandatos que desearíamos que fueran universales. Kant intenta elaborar una moral universal, y para ello criticará todos los planteamientos morales anteriores, porque son:

  1. Heterónomos (normas impuestas).
  2. Materiales (normas con contenido).
  3. Plantean fines diferentes al deber.
  4. Formulan sus mandatos morales (normas) en Imperativos Hipotéticos (si quieres debes).

Frente a estas morales Kant propone:

  1. Una moral Autónoma (por amor al deber) en la que sea el propio individuo el que se imponga las normas a sí mismo (si no es así la conducta moral no tiene valor, para actuar por convicción y no por coacción) para asumirlas como propias en definitiva que actúa por convicción y no por coacción.
  2. Para que la moral sea universal debe ser Formal (que no plantea normas) completamente vacía de contenido.
  3. Kant cree que la moral debe plantear como único fin actuar por amor al deber (y no por lograr un fin (el cielo, a gusto con la conciencia, que te aprecien los demás, evitar el castigo…)).
  4. Finalmente la moral kantiana propone el Imperativo Categórico (debes quieras o no quieras) que es el único que puede obligar universalmente.

El deber como fundamento moral

Kant dice que lo único absolutamente bueno es la voluntad santa que es la coincidencia entre la razón (el deber) y la voluntad (el querer), por ello la única conducta moralmente válida es la del que actúa por amor al deber, que es diferente de actuar conforme al deber y distinto de actuar contra el deber. El que actúa contra el deber actúa moralmente mal porque su conducta no se identifica con lo que se debe hacer, pero también actúa moralmente mal el que actúa conforme al deber, pues aunque su conducta coincida con el deber su intención no es la adecuada pues no actúa por convicción. Así pues para Kant la única conducta moralmente buena es aquella que hacemos por amor al deber, entendiendo por deber una ley que procede a priori de la razón, pues esta es la única conducta plenamente autónoma.

Condiciones de una moral universal

Para que la moral sea universal deben darse dos condiciones:

  1. Ser “a priori” (lo que haría otra persona (en una situación perfecta) sin que te importen las experiencias (que son subjetivas)).
  2. Proceder de una voluntad incondicionada (que no busca nada diferente al deber, no busca fines por tanto no debe estar condicionado por deseos, sentimientos…).

Debe ser “a priori” porque una moral universal debe ser determinada prescindiendo de toda experiencia. Solo con la razón todos llegaremos a las mismas respuestas. Por eso es una moral universal porque se basa exclusivamente en la razón y la razón es igual para todos. Por otro lado la voluntad no debe estar condicionada por fines distintos al propio deber moral (como ir al cielo, conseguir el aprecio social o la satisfacción individual…), solo actual por amor al deber es lo que da validez a la conducta moral.

El imperativo categórico

Los juicios morales, en cuanto que imponen un deber, se convierten mandatos. Estos mandatos o juicios morales pueden ser:

  1. Particulares como las máximas.
  2. Universales como los imperativos.

Las máximas son mandatos que el individuo se pone a sí mismo. Los imperativos son mandatos que tienen la pretensión de universalidad. Los imperativos pueden ser hipotéticos si mandan con condiciones, es decir para conseguir un fin o categóricos si mandan de forma incondicionada. Kant formula de 3 modos diferentes un único imperativo categórico.

Formulaciones:

  1. En la primera formulación Kant dice: “obra de tal modo que desees que la norma de tu conducta se convierta en norma de conducta universal”.
  2. La segunda formulación es prácticamente igual salvo al final: “obra de tal modo que desees que la norma de tu conducta se convierta en ley universal de la naturaleza”, con esta segunda formulación, Kant busca en la moral la misma universalidad y necesidad que tienen las leyes de la naturaleza.
  3. La tercera formulación dice: “obra de tal modo que uses a la humanidad y a ti mismo como fines en sí y no como medios”. Aquí Kant plantea el valor absoluto de la persona.

Los postulados de la moral

Un postulado es una idea q debemos suponer para q una teoría cobre pleno sentido Kant plantea 3 postulados de la razón práctica: 1 La libertad: sin libertad no hay responsabilidad ni por tanto acción moral. 2 La inmortalidad del alma: es la condición q hace posible la consecución de un ideal moral tan elevado como el q Kant propone 3 La existencia de dios: como modelo de voluntad santa hace posible dicho objetivo y no lo deja recluido a una mera utopía inalcanzable. De este modo Kant recupera la metafísica en la moral y así la moral cobra pleno sentido, aunque sepamos q dichos conceptos no se pueden conocer sino tan solo pensar.