Los Sofistas
Los sofistas fueron los primeros profesionales del saber, institucionalizando la enseñanza. Económicamente débiles, instruían a cambio de una retribución económica. Eran extranjeros que realizaban una actividad intelectual a cambio de una remuneración.
Conocimiento
Los sofistas valoraban más los aspectos prácticos de la vida que el conocimiento teórico, respecto al cual mantenían una posición escéptica y relativista.
Escepticismo
Doctrina filosófica que cuestiona la existencia de una verdad absoluta e inmutable. No hay certeza o seguridad en el conocimiento.
Relativismo
Doctrina filosófica que niega la existencia de una verdad absoluta.
Moral
Sobre la moral, mantenían una posición coherente que desembocaba en el relativismo moral.
Implicaciones
- En cuanto al objeto: Nada es bueno o malo en sí mismo y de un modo absoluto: “Lo bueno y lo malo” no existen como absolutos, sino como adjetivos pertenecientes a la esencia de las cosas.
- En cuanto al sujeto: que algo sea bueno o malo depende de que alguien lo considere.
Crítica a la religión
Su actitud y relativismo se traducían, respecto a la religión, en agnosticismo. No eran ateos, pero fueron considerados como tales en la época. Eran cautelosos respecto a la cuestión de la existencia o inexistencia de los dioses y no pretendían entablar tales discusiones.
Sócrates
Formaba parte de los sofistas de la etapa antropológica.
Diferencias entre Sócrates y los sofistas
- No exigía una remuneración a cambio de las enseñanzas impartidas.
- El método utilizado era singularmente característico.
- Presentó un nuevo enfoque en torno a los temas éticos y políticos que se contraponían a los planteamientos sofistas.
Método socrático
El método socrático se basaba en el diálogo y cabe distinguir dos elementos:
- La ironía, utilizada para poner en evidencia la ignorancia del interlocutor en torno al tema propuesto como objeto de investigación filosófica.
- Mayéutica: Consiste en facilitar el acceso a la definición del tema propuesto como objeto de investigación científica.
Pensamiento
Sócrates criticaba las posiciones sofistas y sus tesis escépticas y relativistas. “Solo sé que no sé nada” es una de sus famosas frases. Defendió una postura totalmente contraria y creyó firmemente en la existencia de los valores morales de valor universal.
Para los sofistas, la moral era totalmente subjetiva y el bien y el mal dependían del sujeto.
Hedonismo
Aristóteles de Cirene: Entiende por placer el goce sensorial (el placer como algo sensual y corporal).
Epicuro y sus seguidores: El placer consiste en la ausencia del dolor.
Epicuro: El ser humano es un ser viviente donde el ser vivo “busca el placer y rehuye del dolor”, por lo tanto, dirá “hay que buscar el placer y rehuir el dolor de forma prudente, racionalmente”. Epicuro establece la jerarquización de los placeres y distingue entre los placeres de los sentidos y los placeres espirituales, dado que en la práctica es imposible satisfacer todos los deseos de nuestros sentidos, pues satisfecho uno se engendra otro inmediatamente, lo mejor es limitar al máximo tales deseos, buscando, eso sí, la ausencia de dolor sensible.
Para Epicuro, el placer fundamental, el que nos puede dar la felicidad, es el placer espiritual, gracias al cual conseguiremos la tranquilidad de nuestro ánimo.
Epicuro enseñó a distinguir entre tres tipos de deseos:
- Deseos naturales y necesarios: Como la comida sobria.
- Deseos naturales y no necesarios: Nacen del deseo de variar.
- Deseos no naturales ni necesarios: Nacen de la opinión de los insensatos.
Ética
Kant
Critica las éticas materiales por tres motivos:
- Las éticas materiales son empíricas: su contenido está extraído de la experiencia.
- Los conceptos de las éticas materiales son hipotéticos o condicionales, es decir, que no valen absolutamente sino solo de modo condicional, es decir, como medio para conseguir algo.
- Las éticas materiales son heterónomas, puesto que las normas son impuestas desde fuera.
Nietzsche
Criticará el cristianismo y la moral occidental. Su punto de partida es el estudio filosófico-histórico de los conceptos “bueno y malo”, concluyendo que a lo largo de la historia se ha producido una inversión de valores. En su opinión, en todas las lenguas, la palabra bueno significa, distinguiendo de rango social, lo que era noble y privilegiado, mientras que malo se identificaba como plebeyo y débil. De esta manera, aparece la distinción de dos tipos de hombres: los señores y los malos y oprimidos.
La moral de los señores
Se trata de una moral aristocrática y activa. Esta moral ama la vida, el poder, el placer. Esta moral desprecia la debilidad, la cobardía, la compasión, la humildad y alaba la nobleza, la fuerza, la valentía. Esta moral es propia del superhombre que quiere la muerte de Dios.
La moral de los esclavos
Es una moral pasiva, supone la inversión de los verdaderos valores, proponiendo valores contrarios a la vida como son la paciencia, la amabilidad, la compasión, la resignación. El esclavo no crea valores, sino que los encuentra en sí mismo, por eso se trata de una moral pasiva. Esta moral representa una inversión de los valores que nace con el cristianismo.
Jean-Paul Sartre – Existencialismo
Para los existencialistas, la libertad es la característica primordial del ser humano. El resto de los seres de la naturaleza se encuentra en perfecta armonía consigo mismo, son cerrados e inconscientes. No pueden existir valores ni normas morales universalmente válidas para todos los individuos. Nadie puede decirnos lo que debemos hacer ni cómo debemos comportarnos. Para los existencialistas, el objetivo de la moral consiste en obligar al ser humano a asumir su plena libertad.
En conclusión, según el existencialismo, cada vida humana posee el sentido que ella ha elegido. Cada individuo es el autor de su proyecto de vida y de sus normas y de sus valores.