1. Diferencias entre Mito y Logos
El mito es un saber arcaico de carácter religioso que interpreta el universo o la naturaleza en virtud de dioses o fuerzas sobrenaturales. Estas creencias eran aceptadas por tradición. El pensamiento mitológico era antropomórfico, es decir, lo que ocurre en la naturaleza se interpreta como resultado de experiencias personales o decisiones voluntarias de los dioses. La voluntad divina es arbitraria (cambiante), lo que da lugar al caos y al desorden, ya que para el mito, lo que sucede en el mundo, al ser resultado de la voluntad caprichosa de los dioses, no está organizado según leyes permanentes.
Sin embargo, el logos surge en oposición al mito. Es la explicación racional, científica o filosófica. Esta razón se aparta de las creencias religiosas tradicionales, de las explicaciones sobrenaturales y antropomórficas, y se esfuerza en proporcionar una explicación naturalista, es decir, en interpretar el universo no a partir de la voluntad de los dioses, sino a partir de causas naturales y leyes generales que pueda descubrir la razón humana. Para el logos, el mundo es ordenado y esto da lugar al cosmos, puesto que las cosas suceden por necesidad natural, suceden como y cuando tienen que suceder.
3. La Vocación Universal de la Filosofía
¿Por qué la filosofía se caracteriza, frente a las ciencias, por su vocación universal?
El saber filosófico se caracteriza por la universalidad de su objeto debido a su carácter transdisciplinar. Esto quiere decir que no se ocupa de tal o cual aspecto de la realidad (de esto se ocupan las distintas especialidades científicas) sino de la realidad en su conjunto. Se ha definido irónicamente al filósofo como el especialista en generalidades. En efecto, frente a la parcelación de la ciencia en compartimentos especializados, la filosofía se caracteriza como un saber transdisciplinar (un saber que procura conectar e integrar distintos saberes particulares para alcanzar una visión global o de conjunto). Mientras que la ciencia multiplica las perspectivas y las áreas de conocimiento (fragmenta y especializa el saber), la filosofía se empeña en relacionarlo todo con todo lo demás, intentando enmarcar los saberes en un panorama teórico unitario.
¿También la religión posee esa característica? Señala las diferencias entre filosofía y religión.
La religión también posee la característica de la universalidad, pero se diferencia de la filosofía en varios aspectos:
- La religión se basa en una revelación divina y en la fe, pero la filosofía se basa en la razón.
- La religión contiene un mensaje de salvación, y la filosofía contiene un mensaje de compromiso racional.
- La religión es dogmática (verdad indiscutible que tienes que creer) y se manifiesta con rituales. Sin embargo, la filosofía es antidogmática y no se manifiesta con rituales.
5. ¿Por qué la filosofía se presenta como un saber más general y más fundamental que los saberes categoriales?
Según el tipo de saber al que se aplique principalmente la reflexión filosófica, obtendremos distintas “filosofías”. Esta pluralidad no es comparable a la de los saberes de primer orden porque todas esas distintas filosofías tienen en común conformar sus construcciones teóricas a partir de los materiales que se obtienen de ellos. En este sentido, sus resultados aparecerán como más generales, más globales y también más fundamentales.
Podemos decir que la filosofía tiene vocación de un saber fundamental porque se interesa por las últimas preguntas que subyacen o aparecen a todos los saberes ya constituidos. Por ejemplo, un matemático puede investigar las relaciones entre los números, pero un filósofo preguntará qué es un número. Además, el saber filosófico se caracteriza por la universalidad de su objeto. Esto quiere decir que no se ocupa de tal o cual aspecto de la realidad, sino de la realidad en su conjunto. Se ha definido irónicamente al filósofo como el especialista en generalidades. La filosofía se caracteriza como un saber transdisciplinar, un saber que procura conectar e integrar distintos saberes particulares para alcanzar una visión global o de conjunto. Es por ello que la filosofía se presenta como un saber más general que los saberes categoriales.
7. ¿En qué consiste la función negativa de la filosofía?
La filosofía no pretende tanto establecer nuevos conocimientos sobre alguna parcela de la realidad o del hombre cuando reflexiona críticamente sobre los ya existentes. Antes que nada, filosofar es defenderse de quienes creen saber y no hacen sino repetir errores ajenos. Esta es su característica función negativa (en el sentido de crítica o antidogmática), dirigida a atacar nuestras seguridades y convicciones habituales y a sembrar la semilla de la insatisfacción que nos permita seguir preguntando. No cree en verdades incuestionables, no se conforma con lo ya sabido, está siempre dispuesta a repensar y a revisar lo que creemos saber.
9. Explica la diferencia entre la filosofía y la ciencia a partir de la importancia que tienen para ambas sus respectivas tradiciones.
El conocimiento científico está anclado en la colectividad, mientras que el filosófico lo está en el sujeto. Un científico siempre parte de los resultados más recientes que pone a su disposición la historia de su ciencia, pues estos representan los mejores logros, los resultados más fiables emanados del esfuerzo colectivo de la tradición de su disciplina. También puede utilizar las soluciones halladas por científicos anteriores sin necesidad de recorrer por sí mismo todos los razonamientos, cálculos y experimentos que llevaron a descubrirlos. Es decir, el conocimiento científico es acumulativo, colectivo y, en él, importan los resultados.
En filosofía no importan tanto los resultados como el camino o la actividad que a ellos conduce. Por ello no es posible hacer filosofía ignorando a los grandes clásicos, pues es en ellos donde sigue encontrando la principal fuente de inspiración la filosofía actual. El filósofo, a diferencia del científico, debe volver a recorrer por sí mismo el camino trazado por sus antecesores, pues el itinerario filosófico tiene que ser pensado individualmente por cada cual, aunque parte de una muy rica tradición intelectual.