San Agustín: Fe y Razón en la Ciudad de Dios

La Iluminación Divina y la Filosofía Cristiana

Para San Agustín, la filosofía no puede ser sino cristiana. Si la filosofía es la aspiración a la sabiduría y esta no es sino Dios, el territorio de la filosofía se identifica con la religión cristiana. El punto de partida de la filosofía debe ser la fe y las Escrituras, la autoridad del Maestro divino. Este principio se expresa en un pasaje de Isaías que San Agustín transcribe en una fórmula: “cree para entender“¹.

Sentido de la Historia Humana: La Ciudad de Dios y la Ciudad Terrena

El eterno decreto de Dios, por el cual de la masa damnata de todo el género humano un cierto número es elegido y predestinado a la gloria, se despliega en la historia del mundo como constitución y progreso de la Ciudad de Dios dentro de la ciudad terrena. La historia es el proceso de formación y el caminar de la comunidad de los santos hacia su meta final. Una historia de la redención porque su verdadero sujeto es Dios, desplegada en sucesivos acontecimientos históricos que marcan el progreso hacia la meta final. Esos acontecimientos son:

• El pacto con su pueblo
• La entrega de la ley
• El envío de los profetas
• La encarnación del Verbo como momento central
• El sacrificio redentor en la cruz

La sucesión del tiempo es lineal, progresiva y escatológica, queda abandonada la concepción cíclica del tiempo.

La Ciudad de Dios y el Imperio Romano

San Agustín emprendió la redacción de la obra para determinar con precisión la relación de la Ciudad de Dios con el Imperio Romano. Por la confusión de las dos ciudades durante la existencia del mundo, los santos viven en la ciudad terrena, en el imperio, constituyendo una Iglesia invisible; colaboran en el mantenimiento del Imperio. En cambio, el linaje de Caín, que ha puesto su amor en sí mismo y en la ciudad terrana, privada de la gracia de Dios, está destinada a la condenación eterna tras el fin del mundo en el que recibe la recompensa de sus virtudes mundanas.

Comentario

Tema: El dualismo platónico, el alma que debe prevalecer sobre el cuerpo y el verdadero pueblo y la verdadera política son aquellos que están fundados en la fe (Ciudad de Dios) y no esas otras sociedades que no lo están (ciudad terrena).

Ideas:

• Una sociedad será justa cuando Dios impere sobre la misma.
• En el hombre individual debe prevalecer el alma sobre el cuerpo y la razón sobre los vicios.
• El verdadero pueblo, la verdadera justicia y la verdadera política tienen como fundamento la fe del que vive en el amor a Dios y al prójimo como a sí mismo.

Explicación: El texto pertenece a La Ciudad de Dios. Agustín nos presenta su peculiar filosofía de la historia con una concepción de la historia cristiana que la describe como el escenario donde Dios se manifiesta al ser humano.

Galileo: La Defensa del Sistema Copernicano

Tema: Galileo reproduce en esta carta su toma de postura a favor del sistema copernicano. Galileo se lamenta de que sus oponentes recurran a la autoridad de las Escrituras, con la única intención de desprestigiarlo.

Ideas:

• Galileo afirma que sus argumentos y sus descubrimientos celestes refutan el sistema ptolemaico.
• La incapacidad y las falacias de sus adversarios en el terreno filosófico, pretenden ser compensadas con el recurso a una “capa de fingida religión y con la autoridad de las Sagradas Escrituras”.

Maquiavelo: El Realismo Político en El Príncipe

Tema: La afirmación de ese realismo pragmático que se ciñe a la vida real, huyendo de ideales de repúblicas imaginarias.

Ideas:

• Escribir algo útil es ir a la realidad de la cosa y no a su representación imaginaria.
• Hay tanta distancia entre las repúblicas imaginarias y las reales como la que hay entre cómo se vive y cómo se debería vivir, y quien olvida esta diferencia labra su ruina.
• Quien quiere hacer siempre profesión de bueno labra su ruina.
• Es necesario que un príncipe aprenda a no ser bueno si quiere mantenerse en el poder.

Descartes: El Cogito Ergo Sum y la Duda Metódica

Tema: En su búsqueda de un principio firme para la filosofía, Descartes duda de las certezas aceptadas. Concluye que “pienso, luego existo” es ese principio.

Ideas:

• Dado que los sentidos en ocasiones nos engañan, puedo poner en duda la validez de las sensaciones.
• Como a veces nos equivocamos en los razonamientos matemáticos, puedo suponer que mis demostraciones son falsas.
• No siempre está clara la distinción entre lo que percibimos en sueños y en la realidad, finjamos entonces que lo que hasta ahora hemos tomado por mundo real sea una ilusión.
• “Pienso, luego existo” es una verdad firme y segura que sirve como primer principio de la filosofía.

Explicación: Descartes defiende la autonomía del conocimiento humano con respecto a la fe o a las Sagradas Escrituras y afirma que la verdad de una proposición depende solo de la razón. En su búsqueda de un saber firme e indudable, el hombre tiene como único apoyo la razón.

Spinoza: La Libertad de Pensamiento y el Estado Democrático

Tema: Un estado democrático, en el que se conceda a los hombres libertad de pensamiento, es el que mejor concuerda con la naturaleza humana y, en consecuencia, el que menos inconvenientes y violencia genera.

Ideas:

• La mejor manera de conseguir la concordia entre los hombres y de que el Estado conserve el poder es concederles libertad de pensamiento.
• Esa forma de gobernar es la que mejor concuerda con la naturaleza humana.
• El estado democrático es el más natural porque en él los hombres pueden pensar de manera distinta.
• Cuanta menos libertad haya en una sociedad, más lejos se estará de lo que es natural y con más violencia se gobernará.