Alma: Substancia finita (fundamento de su existencia: Dios) cuyo atributo es el pensamiento. El alma es la facultad de pensar y de verificar intuiciones intelectuales. Incluye también la voluntad en cuanto facultad de afirmar o negar. El alma es conciencia: conoce lo que le ocurre al cuerpo y se da cuenta de ello.
Análisis-síntesis: Dos momentos fundamentales del método cartesiano recogidos respectivamente en la segunda y la tercera regla de su método. La traducción metodológica de la intuición y deducción en cuanto modo de proceder genuino y primigenio de la mente humana o razón natural. Posibilitan el ejercicio de la intuición y de la deducción.
Atributo: Propiedad principal de una substancia, a la que están referidas todas las demás propiedades. Es la esencia de la substancia. El atributo de la res cogitans es el pensamiento y el de la res extensa es la extensión.
Claridad-distinción: Características de las ideas aprendidas por la intuición. Una idea es clara y distinta cuando está separada y es conocida separadamente de las demás, es distinta, cuando los componentes de una idea son separados unos de otros y son conocidos con ulterior claridad.
Cogito: Es la primera verdad totalmente evidente que queda tras el paso de la duda metódica: la existencia, la realidad del yo pensante, del yo como pensante. Desde ella es posible levantar el edificio de la filosofía y fundamentar el criterio de la verdad en la evidencia.
Cuerpo: Substancia finita, el fundamento de su existencia es Dios, cuyo atributo es Dios.
Deducción: Proceso por el cual se despliega todo aquello que se sigue necesariamente de lo conocido con certeza intuitiva, nos permite conocer conexiones que hay entre las intuiciones. De ahí que la deducción sea una enumeración o sucesión de intuiciones, por medio de la cual pasamos de una verdad evidente a otra, hasta llegar a la que queremos demostrar. Las dos segundas reglas del método guían la correcta realización de este proceso.
Dios: Aquello a quien conviene de un modo perfecto la definición de substancia. Su existencia es demostrada por Descartes a partir de la idea de perfección y en segundo lugar mediante el argumento ontológico. Es el fundamento del conocimiento en el ámbito de la res cogitans y del movimiento en el ámbito de la res extensa.
Duda: Es el procedimiento metodológico que expresa una actitud de desconfianza y cautela dirigida a los principios mismos en los que se apoyan nuestros conocimientos y cuya finalidad última es la de hallar una verdad indubitable, cierta y evidente, fundamento de todas las demás verdades. Por ello se dice que la duda cartesiana es metódica y no escéptica. La primera duda con la confianza positiva de alcanzar una verdad. La segunda duda ante la imposibilidad de alcanzar un conocimiento verdadero.
Evidencia: Es el resultado al que llega la razón cuando en la búsqueda del conocimiento y de la verdad, sigue las reglas del método. Constituye de esta forma el criterio de la verdad: solo lo que sea evidente puede ser aceptado como verdadero. Se halla estrechamente vinculada a la intuición inmediata de las ideas claras y distintas.
Genio maligno: En el proceso de la duda metódica, hipótesis que permite ampliar el ámbito de la duda hasta las verdades matemáticas.
Ideas: Son los conceptos o representaciones de la mente humana. Constituyen el objeto del pensamiento, lo que el yo piensa. Ya no es directamente sobre las cosas, sino sobre las ideas, sobre lo que capta el pensamiento. Por eso, las ideas son la forma de todos nuestros conocimientos y que tenemos conciencia de ellas por una percepción inmediata. Hay tres clases de ideas:
- Adventicias
- Facticias
- Innatas
Innato: Hace referencia a aquellos elementos que el entendimiento posee en sí mismo al margen de toda experiencia sensible. Tales elementos proceden de la propia estructura y naturaleza del entendimiento.
Intuición: Acto por el que una mente pura y atenta aprende y conoce las naturalezas simples. El resultado de esta actuación es un conocimiento inmediato y evidente. Es la operación primera y fundamental del conocimiento, a cuya guía se destinan las dos primeras reglas del método cartesiano. Desde la intuición se despliega todo el conocimiento humano.
Método: Es el conjunto de reglas que señala cuál es el proceder seguro para aquel que busca el conocimiento verdadero de las cosas. Su finalidad es doble: de una parte, que no tomemos nada falso por verdadero, de otra, aumentar nuestro conocimiento. El fundamento radical del método se encuentra en el método de proceder de la mente humana que impone y determina las reglas válidas para todo conocimiento cierto. En las matemáticas se ha demostrado su validez, ahora se trata de ampliarlo a otros saberes.
Razón: Facultad de distinguir lo verdadero de lo falso, es una e igual en todos los hombres: es fundamento de la sabiduría. La intuición y la deducción constituyen su estructura, es por tanto fundamento de las reglas del método.
Substancia: Cosa que existe de tal modo que no necesita de ninguna otra para existir. Dos aspectos conviene destacar: la referencia a la existencia y a la independencia, esta solo puede ser Dios. Ampliará el concepto para incluir la res cogitans y la res extensa, la substancia es el soporte de los atributos y de los modos.