KANT
LA ILUSTRACIÓN. EL IDEALISMO TRASCENDENTAL DE KANT
La Ilustración: Características Generales y Consecuencias
El siglo XVIII es conocido como el siglo de la Ilustración. Cronológicamente, se sitúa entre la Revolución Inglesa y la Revolución Francesa. Geográficamente, comienza en Inglaterra y se caracteriza por la lucha por la tolerancia religiosa (Locke), la búsqueda de un nuevo método experimental en el estudio de la naturaleza (Newton) y el empirismo epistemológico (Hume). En Francia, tuvo tintes más políticos y sociales; la convivencia del despotismo y absolutismo con la ascendente burguesía, que reclamaba su protagonismo, decanta a la Ilustración hacia cuestiones de orden moral, de derecho político y de progreso histórico y social de la humanidad. La Enciclopedia fue la obra más representativa de la Ilustración francesa, revolucionando la cultura y el pensamiento. En Alemania, la Ilustración se centrará en el análisis de la razón y en hacer de ella un sistema de principios que dirija el saber de la naturaleza y la acción moral y política de los hombres, teniendo su máxima expresión en la filosofía de Kant.
En el pensamiento ilustrado, la razón se entiende como una fuerza homogénea que iguala a todos los hombres y funda el principio de igualdad, que es el lema de la Ilustración. Su carácter es experimental y práctico, ya que su intención es mejorar la vida de los hombres, y tiene un carácter autónomo y secularizador, ya que el hombre debe pensar por sí mismo. Esta autonomía de la razón exige la libertad de opinión y pensamiento como condición de la condición racional. Esto llevará a una sociedad feliz, justa y en paz, que es la noción de progreso humano que caracteriza a la Ilustración.
Introducción: La Época y la Figura de Kant
A mediados del siglo XVIII, y con Kant, se rompe con un largo periodo de miseria filosófica en el que Alemania se retrasó respecto a otros países de Europa. Comienza una brillante época desde Kant a Hegel. Kant la inicia siendo un ilustrado anclado en la Edad Media y, desde su filosofía, se construirán las de Fichte, Schelling y Hegel, y todo el movimiento romántico e idealista alemán. La filosofía se veía como usurpadora de otras ciencias. Se hacía necesario establecer un vínculo entre experiencia y especulación, dando a la filosofía un objeto. Para Kant, la metafísica dogmática, que se ha enredado durante siglos en demostrar la existencia de Dios y del mundo, será sustituida por una filosofía crítica que se ocupe de la posibilidad del conocimiento mismo. La originalidad del punto de vista crítico kantiano: el punto de partida para el análisis del conocimiento son las condiciones que lo producen. La filosofía crítica es la ciencia del conocimiento efectivo, de cómo se produce el conocimiento, y se va gestando en Kant, que aún se ve influenciado por la filosofía escolástica alemana, de la cual hereda su pasión por las ciencias experimentales. En una segunda etapa, se acerca a la filosofía empirista inglesa para exponer su propia filosofía. Desde ese año, la idea de una nueva filosofía está presente en su mente; sabía que era necesaria una crítica de la razón pura. El objetivo de esa nueva filosofía sería poner límites a la razón y saber lo que se deriva de la sola razón. La razón humana le corresponde responder a: 1º ¿Qué puedo conocer?, 2º ¿Qué debo hacer?, 3º ¿Qué me es dado a esperar?. Esto se resume en una: ¿Qué es el hombre?
Sentido General de la Filosofía Kantiana
Presupuestos Doctrinales de la Filosofía de Kant
Había tres corrientes filosóficas en el siglo XVIII: el racionalismo de Leibniz, el empirismo de Hume y la ciencia físico-matemática de Newton. Kant parte del dogmatismo racionalista y se distancia hacia el empirismo, pero siempre consideró el método de la ciencia de Newton como el único válido para hacer ciencia y metafísica.
El Problema del Conocimiento: La Revolución Copernicana de Kant
La filosofía de Kant es una epistemología, una teoría del conocimiento. Dos cuestiones tiene que resolver: la posibilidad del conocimiento y el problema de las fuentes del saber. Respecto a la primera, adopta una vía intermedia entre racionalismo y empirismo, tratando de averiguar cómo es posible el conocimiento, tratando así de fijar los límites y las condiciones para el mismo. Respecto a la segunda, une racionalismo y empirismo, experiencia y razón, inclinándose por el intelectualismo aristotélico que combinaba la vía sensible y la racional. Para él, en el saber cooperan ambas fuentes, la sensibilidad y el entendimiento, y dice que todo conocimiento empieza con la experiencia. El problema central es el conocimiento y las posturas mantenidas: el realismo y el idealismo. El idealismo lo lleva al extremo (niega la transcendencia del objeto), demostrando que lo que llamamos ser no es un “ser en sí”, sino un ser objeto, un “ser para ser conocido”. El sujeto es el que conoce y pone ciertas condiciones para que se produzca el conocimiento. El objeto se somete a las condiciones del sujeto y ahora, en el idealismo, es el objeto el que gira alrededor del sujeto para ser conocido; en el realismo era al revés. En el conocimiento hay dos elementos: uno “dado”, que viene de fuera, y otro “puesto”, que pone el sujeto.