Imperativos kantianos
Imperativo
Es la fórmula de un mandato de la razón. Se llama ‘mandato’ a la representación de un principio objetivo, en tanto que es constrictivo para la voluntad. Los imperativos son, pues, fórmulas de determinación de la acción. Los imperativos se expresan por medio de un debe ser y formulan el mandato de una ley objetiva de la razón a una voluntad que, por su constitución subjetiva, no es determinada necesariamente por esa ley racional.
Kant distinguió entre imperativos categóricos e hipotéticos.
Imperativo categórico
Tipo de imperativo que prescribe una acción por sí misma sin referencia a fin alguno como objetivamente necesaria.
Imperativo hipotético
Tipo de imperativo que ordena una conducta como medio para el logro de una finalidad determinada.
Giro copernicano
Una de las figuras literarias que más famosas se han hecho en la filosofía kantiana, que pretende explicar, por medio de una analogía astronómica e histórica, que el enfoque en el análisis del conocimiento debe ser cambiado.
Frente a la idea de que el sujeto es un elemento pasivo en el conocimiento y que los objetos son la única fuente de información, Kant propone que sea al contrario: el sujeto gira en torno a los objetos (como la Tierra gira en torno al Sol); el conocimiento que de ellos se adquiere es elaboración humana al aportar determinados condicionantes, que, evidentemente, son a priori. Además, eso mismo es la filosofía trascendental: lo que el ser humano puede llegar a conocer por medios totalmente a priori (es decir, por sí mismo).
Empirismo y racionalismo
El empirismo
Es la tendencia filosófica que considera la experiencia como criterio o norma de verdad en el conocimiento. Como tal se refiere a la experiencia (del gr. empiria) en su segundo significado:
- no es “participación personal en situaciones repetibles” (con significado personal y subjetivo);
- sino que la experiencia repetida de ciertas situaciones nos ofrece un criterio (objetivo e impersonal) para conocer las cosas (o las situaciones).
No se opone de ninguna manera a la razón, pero niega la pretensión de establecer verdades necesarias, es decir, verdades que valgan de una manera tan absoluta que se haga innecesaria, absurda o contradictoria su verificación o su control.
La mayor parte del tiempo actuamos o pensamos de manera empírica. Esperamos que sucedan las cosas más por hábito o costumbre que por razonamiento científico. En este sentido, el empirismo se contrapone al racionalismo.
El racionalismo
Es la tendencia filosófica que considera la realidad gobernada por un principio inteligible al que la razón puede acceder y que, en definitiva, identifica la razón con el pensar. En sentido general se contrapone al irracionalismo (no al empirismo), y a lo largo de la historia ha conocido múltiples variantes:
- Racionalismo ético: se denomina así al intelectualismo moral socrático.
- Racionalismo metafísico: el racionalismo platónico (que considera la realidad ordenada según el modelo ideal y final del Bien).
- Racionalismo religioso: es el de los deistas (Kant, los Ilustrados, la Revolución francesa…) que identifican la verdad revelada con los datos últimos de la razón y creen en un dios racional pero no providente.
- Racionalismo ontológico: es el pensamiento hegeliano (para quien el proceso de lo real coincide con la autorealización de la Razón o Espíritu).
La tesis del racionalismo es, como se ha dicho, que no hay verdad necesaria, que toda verdad puede ser puesta a prueba, controlada y, eventualmente, modificada o abandonada. El racionalismo es la expresión de una razón fuerte que encuentra en sí misma el principio de su justificación.
Ilusión trascendental
Kant aplica este término para afirmar que el conocimiento humano solo puede referirse a los fenómenos y no a las cosas en sí mismas. Esta tesis implica, en primer lugar, que en la experiencia del conocimiento el psiquismo humano influye en el objeto conocido, y, en segundo lugar, la afirmación de los límites del conocimiento humano. Durante siglos se había creído que la metafísica era la más elevada de las ciencias. Para Kant, el punto de partida de ese error está en la llamada ilusión trascendental, es decir, en el uso de los conceptos más allá de lo empírico.
Libertad jurídica y contrato social
Libertad jurídica
Es junto con la independencia y la libertad una de las características esenciales de un ciudadano de un estado. Responde a la libertad legal de no obedecer jamás una ley a la que no hayamos dado previamente nuestro consentimiento, es decir, que quienes obedezcan las leyes deben ser los autores directos o indirectos de las mismas. El estado debe garantizar este principio y posibilitar la coexistencia de las libertades individuales a través del derecho político y la existencia de la autonomía jurídica individual con la defensa de la voluntad general del pueblo.
Contrato social
Expresión que alude al pacto mediante el que hipotéticamente las personas decidimos crear un estado civil, para salir del estado de naturaleza en el que vivíamos antes. Para que las pasiones violentas de los hombres sean contrarestadas con el poder del estado y que cada uno sea protegido legalmente y se le reconozca su propiedad. Lo que falta en el estado de naturaleza es la ley y así como la autoridad dotada del poder que haga cumplir las leyes. Por tanto solo el estado civil asegura el derecho público y mediante el poder que garantiza el cumplimiento de las leyes. El estado de paz no es un estado natural.