1. Intereses de la Razón
La filosofía se ocupa de todos los aspectos de la realidad. Las cuestiones filosóficas se agrupan en tres grandes campos que abarcan distintos problemas:
1.1 Campos de la Filosofía
a) Campo teórico: engloba los problemas relacionados con la verdad y el conocimiento.
b) Campo práctico: reflexiona sobre la acción humana, sobre la moral y sobre la vida en sociedad (ética y política).
c) Campo metafísico: se ocupa de las cuestiones últimas que afectan al ser humano: el sentido de la vida, la muerte, la existencia humana, Dios, etc.
1.2 La Pregunta para Obtener el Conocimiento
La filosofía es deseo o búsqueda de la verdad. Platón decía: “El filósofo no es sabio ni ignorante, sino que se encuentra en medio de los dos, en permanente búsqueda del conocimiento verdadero”. Algunos opinan de una manera irreflexiva, confundiendo mera opinión con el conocimiento que es cierto e indudable. La actitud que caracteriza al filósofo es la prudencia, la duda metódica. La filosofía busca la realidad que hay más allá de las apariencias.
1.3 Verdad y Realidad
Según Aristóteles, la verdad consiste en “decir de aquello que es, que es o de aquello que no es, que no es”. Decimos la verdad cuando aquello que decimos se corresponde con la realidad de las cosas.
1.3.1 El Realismo
El realismo admite la existencia de una realidad objetiva que podemos captar con nuestros sentidos y expresar con nuestro lenguaje. Las cosas no son siempre tal como parecen, tal como se presentan a nuestros sentidos. La ciencia nos enseña que el color blanco no es una propiedad de la nieve, sino la respuesta psíquica del cerebro a un estímulo físico determinado.
1.3.2 El Idealismo
El realismo ingenuo entra en crisis cuando descubrimos que las cosas no son tan simples como parecían. A la afirmación que sostiene que no hay más realidad que la que cada uno concibe o imagina, que las cosas no tienen una existencia independiente del pensamiento, la denominamos idealismo. Este criterio puede ser útil para ciencias formales que no describen hechos reales, pero no parece apropiado si se trata de conocer los hechos objetivos.
- Los racionalistas piensan que el origen del conocimiento está en la razón, vamos deduciendo de unas ideas verdaderas otras también verdaderas (Descartes).
- Los empiristas, por el contrario, piensan que el origen del conocimiento está en la experiencia, la razón solo relaciona lo que los sentidos le dan (Hume).
- Otros como Kant piensan que para conocer necesitamos tanto de los sentidos como de la razón.
1.3.3 El Realismo Crítico
El idealismo no puede pasar de incoherente, pero pocas personas consideran razonable negar algo que nos parece tan evidente como que existe la realidad ante nosotros, una realidad independiente de nosotros. Como resultado aparece el realismo crítico. Para el sentido crítico no tiene sentido negar que existe una realidad, hace imprescindible tener presente que esta realidad no coincide con lo que se muestra a los sentidos. En este sentido, la psicología distingue entre el estímulo y la respuesta del sujeto al estímulo. Esta respuesta es una reelaboración que hace la mente del estímulo recibido. No vemos la realidad tal y como es, sino que la vemos filtrada por nuestra propia subjetividad. La realidad es compleja, que admite niveles de aproximación diferentes y que, según el nivel, obtenemos una verdad u otra. Habrá que mantener una actitud de búsqueda de aquello que, más allá de la subjetividad, podamos atribuir a la realidad objetiva del mundo, a las cosas tal y como son independientes de mí.
1.4 Verdad y Conocimiento
Si entendemos la verdad como correspondencia nos tendremos que enfrentar con un nuevo problema: el de si es posible conocer la verdad. Dos respuestas que se han dado a esta pregunta: el dogmatismo y el escepticismo. Kant añadió una tercera, el criticismo.
1.4.1 Respuesta Dogmática
A esta actitud que admite la verdad de nuestras ideas sin que las pongamos en duda la llamamos dogmatismo. La persona dogmática es una persona totalmente convencida de que sus convicciones e ideas son absolutamente verdaderas. El dogmatismo se aferra a su verdad y la blinda contra cualquier tipo de crítica, argumento o prueba.
1.4.2 Respuesta Escéptica
La tesis principal del escepticismo afirma la imposibilidad de asumir ningún conocimiento seguro e indudable. La actitud escéptica, cuando es radical, cierra la puerta a toda investigación teórica y nos lleva a la parálisis intelectual, al abandono de toda búsqueda del conocimiento. El escepticismo radical tiene efectos nocivos en el terreno práctico, ya que favorece la pasividad. El escepticismo puede presentarse como relativismo. Igual que el escéptico, el relativista también niega la existencia de verdades universales y absolutas. Es conocida la sentencia de Montaigne: “Lo que es verdad a un lado de los Pirineos, es falso al otro lado”. Parece evidente que si cada uno tiene su verdad, no puede haber una verdad objetiva. De la misma manera que grandes dosis de escepticismo destruyen el espíritu crítico y la curiosidad intelectual, pequeñas dosis lo estimulan y producen efectos beneficiosos para la mente.
1.4.3 Respuesta Crítica
La razón se encuentra en un punto intermedio entre la arrogancia y la incredulidad. Este punto de equilibrio consiste en una actitud racional que acepta como verdaderas solo aquellas ideas que se basen en razones adecuadas. El criticismo defiende que la verdad existe, pero que la única manera de perseguirla es dudar y someter a examen, juicio o crítica cualquier idea que aspire a ser considerada verdadera. La actividad filosófica debe ser, una actitud crítica, alejada tanto del escepticismo como del dogmatismo.