Kant y Marx: Contextos, Ideas Clave y Aportes a la Filosofía

CONTEXTOS HISTÓRICO – FILOSÓFICOS

I. Enmanuel Kant

Contexto histórico:

Vivió en el siglo XVIII, en pleno apogeo económico y demográfico, donde se dan los primeros pasos hacia la revolución industrial. Europa, excepto Inglaterra, está gobernada mediante monarquías absolutas que en algunos lugares toma el despotismo ilustrado. A partir de la segunda mitad del siglo XVIII comienza una transformación política y social que llevará a la Revolución francesa, uno de los hechos más importante de la época de Kant, el cual Kant ensalzará como el triunfo de la razón y de la libertad.

Contexto filosófico:

El siglo XVIII está marcado por la Ilustración, un movimiento de ideas filosóficas y culturales. En concreto la Ilustración alemana conlleva especialmente un análisis de la razón. Kant se halla en la encrucijada racionalismo-empirismo, de la que saldrá gracias a la crítica de la razón, determinando límites y posibilidades de la razón. Kant está influenciado por Newton y por Rousseau.
¿Qué es la Ilustración?: Kant nos ofrece su visión en la que el hombre debe abandonar su minoría culpable de edad y hacer de la razón la única guía en los planos teórico y práctico. Kant distingue entre un uso público y uno privado de la razón donde tan solo el uso público implica libertad total y sin límites. Distingue también entre la progresiva ilustración y el salto a la mayoría de edad, la época ilustrada.

II. Karl Marx

Contexto histórico:

Vivió durante el siglo XIX. En su primera etapa de vida en Berlín se interesa profundamente por la filosofía hegeliana pero tras su huida a París comienza a empaparse de socialismo utópico y hace de Engels su protector hasta la muerte. El siglo XIX es el siglo de la Revolución Industrial, la cual consolidó el capitalismo como sistema económico dominante y creó las clases sociales antagónicas: burguesía-proletariado. Hay varios intentos revolucionarios liberales influenciados por la Revolución Francesa y para luchar contra la imposición del Antiguo Régimen. En oposición a las revoluciones liberales surgen movimiento de izquierda como el anarquismo, el socialismo y el comunismo.

Contexto filosófico:

El siglo XIX está marcado por una reacción contra la filosofía de Hegel llevada a cabo por Comte (positivismo), Nietzsche (vitalismo) y Marx (materialismo). Comte defiende que la ciencia y la filosofía deben limitarse al análisis de los hechos y rechaza la metafísica. Marx, Nietzsche y Freud son los llamados “filósofos de la sospecha” porque creen que la religión, la moral y la metafísica son engaños. El marxismo también está influenciado por el materialismo utópico (más reformista que racional). Pero Marx no se limita a describir la situación, sino que aspira a imponer su sistema con la transformación social.

Contribución a la crítica de la economía política:

Es la primera aparición de su teoría del valor, que volverá a aparecer en su gran obra: El capital. En el prólogo de esa obra aparecen las ideas fundamentales del materialismo histórico como la relación dialéctica entre superestructura e infraestructura, la revolución como final de la oposición de clases, la historia como sucesión de modos de producción, el antagonismo entre capitalismo y proletariado, la destrucción del capitalismo con la revolución… En general es un perfecto resumen de las ideas marxistas.

VOCABULARIO

KANT:

Libertad: En la Crítica de la Razón Práctica es uno de los postulados para que el imperativo categórico sea posible.

Crítica: Es la primera y principal misión de la filosofía y consiste en someter a juicio a la razón para juzgar sus posibilidades y límites.

Entendimiento: Es la facultad de entender, es decir, de hacer juicios, porque en el juicio el entendimiento aplica las categorías o conceptos puros a los fenómenos. El entendimiento formula juicios. El conocimiento del entendimiento se limita a los fenómenos.

Razón: La misión fundamental de la razón es la crítica: la razón se somete a juicio a sí misma para conocer sus límites y sus posibilidades.

Ilustración: El abandono de la minoría de edad y atreverse a saber, a pensar por uno mismo, hacer de la razón la única guía en el plano teórico y práctico. Servirse del propio entendimiento sin ayuda de otros, pensar por uno mismo.

Minoría de edad: Es el estado previo a la ilustración en el cual el hombre no piensa por sí mismo sino que se guía por otro. Es culpable porque se debe a la pereza o a la cobardía.

Alma: Una de las tres ideas de la razón que constituye el fundamento incondicionado de los juicios referidos a las experiencias internas. No se puede conocer por la razón teórica porque no es un fenómeno pero su inmortalidad es uno de los postulados de la razón práctica.

Hombre: Estructura que constituye al hombre pone de manifiesto una dualidad de dimensiones: a) la dimensión fenoménica del hombre como realidad material, como un objeto entre los objetos del mundo físico, sometido a las leyes necesarias físico-biológicas; b) en cuanto noúmeno, el hombre es ser libre, sujeto ético.

República: Modelo de organización política que nace de los ideales la Revolución francesa como libertad, igualdad y fraternidad porque responden a la racionalidad más que la sociedad estamental. Kant, considera que la única constitución justa del estado es la república porque garantiza lo más genuino que tiene el hombre que su libertad.

Naturaleza: Sobre ella y sus fenómenos versa la razón teórica. Está regida por un absoluto determinismo, por leyes necesarias. Kant defiende una orientación teleológica de la naturaleza, una orientación hacia un fin que en el hombre es el pleno desarrollo de sus disposiciones naturales como la racionalidad y libertad.

ENMANUEL KANT

II. La Ilustración. Características y consecuencias.

La Ilustración es un movimiento que promueve la aplicación de la razón a todos los ámbitos de la vida humana, llevando críticas contra el Antiguo Régimen. Sus características básicas son: (1) confiar en la razón para resolver todos los problemas del hombre, (2) una razón crítica, es decir, que pone en juicio sus propias posibilidades y límites, (3) una razón práctica, al servicio del dominio de la naturaleza y de la ética, buscando la paz perpetua y (4) una razón secularizada, al margen de Dios. De esta manera, la Ilustración pone las bases al pensamiento liberal, a la Revolución francesa creyendo que el camino del progreso es la educación, la cual llevará consecuentemente a un progreso indefinido.

III. Kant y la Ilustración.

El pensamiento de Kant trata de responder a la situación de su tiempo. En Alemania, la Ilustración se centra en el análisis de la razón en sí misma para imponerla como sistema que rija el saber, la política y la moral. Con el “sapere aude” y la propuesta de salir de la minoría de edad mental, Kant pone de manifiesto el carácter autónomo de la razón ilustrada y librándose de toda censura o constricción; luchando contra el absolutismo y el dogmatismo. Para salir de dicha minoría de edad de la razón hay que hacer la crítica de la razón, atreviéndose a buscar por sí misma la verdad. La plena realización del hombre, según Kant, viene dada por la autonomía de la razón y de la propia voluntad.

IV. Crítica de la razón pura. Respuestas a: ¿Qué puedo conocer? ¿Qué debo hacer? ¿Qué me cabe esperar? ¿Qué es el hombre?

4.1. ¿La metafísica es una ciencia?

Kant parte de la validez de la lógica, las matemáticas y la física, lo que él llama un faktum, hecho incuestionable. Entonces, al comparar la metafísica con la física (ciencia paradigmática para Kant) ve que la metafísica no progresa como la física y que no existe unanimidad en las cuestiones. Kant entiende la metafísica como ciencia (conocimiento riguroso de las realidades metaempíricas) y como tendencia inextinguible (búsqueda del fundamento último de la realidad). ¿Pero cabe conocimiento rigurosos de las realidades metaempíricas? A esto dedica la Crítica de la Razón Pura.

4.2. Clasificación kantiana de los juicios

Para que un juicio pueda ser considerado científico, debe cumplir que (1) sea extensivo, es decir, aumente el conocimiento y (2) que sea necesariamente y universalmente válido. Para Kant existen los juicios analíticos (los que el predicado está contenido en el sujeto), que no son extensivos porque no aumentan el conocimiento, y los juicios sintéticos (en los que el predicado no está contenido en el sujeto). Estos últimos pueden ser juicios sintéticos a posteriori si su verdad es conocida a partir de la experiencia y por tanto no son universales ni necesarios o juicios sintéticos a priori, en los que el predicado no está contenido en el sujeto pero su verdad es independiente de la experiencia, es decir, que son universales y necesarios: son los juicios propios de la ciencia.

4.3. Teoría kantiana del conocimiento

Kant distingue tres facultades en el hombre, tres partes de la epistemología y tres tipos de conocimiento: (1) la estética trascendental estudia las condiciones sensibles del conocimiento y las formas a priori de las matemáticas, el espacio y el tiempo, (2) la analítica trascendental estudia el entendimiento y las formas a priori en la física, que son doce categorías o conceptos puros y (3) en la dialéctica trascendental estudia la razón y la posibilidad de la metafísica como ciencia siendo el mundo, el alma y Dios las tres ideas que regulan el uso de la razón.
4.3.1. Espacio y tiempo. Estética trascendental.
El espacio y el tiempo son las condiciones trascendentales que posibilitan el conocimiento sensible y las matemáticas. Son formas, es decir, que no son impresiones sensibles particulares y son a priori en cuanto a que preceden a la experiencia. Son formas a priori de la sensibilidad (espacio y tiempo de la sensibilidad externa y el tiempo de la interna). El espacio y el tiempo son intuiciones, no son conceptos porque son únicos en vez de múltiples y son puros porque están vacíos de contenido empírico. Según Kant, sin espacio no es posible la geometría y sin tiempo, no es posible la aritmética. Las matemáticas son juicios universales porque todos los objetos están en el espacio y en el tiempo.
4.3.2. Las categorías. La analítica trascendental.
La función propia del entendimiento es comprender lo percibido. (1) La función de comprender se realiza mediante conceptos. Conocer es aplicar conceptos a fenómenos mediante los juicios. (2) Hay conceptos empíricos y conceptos puros o categorías. Mientras que los conceptos empíricos provienen de la experiencia, las categorías son los conceptos puros a priori y son los que hacen posible conocer. Son doce, como las formas de juicios. (3) Los conceptos puros son condiciones trascendentales para el conocimiento de los fenómenos: el entendimiento no puede pensar los fenómenos sin las categorías. (4) Las categorías son vacías de contenido empírico. (5) Los conceptos a priori solo se pueden aplicar a fenómenos, no más allá. Los juicios sintéticos a priori en la física. La experiencia, que es múltiple, variada, particular y contingente, adquiere universalidad y necesidad gracias a las categorías o conceptos puros. El noúmeno es aquello que no puede ser conocido, el límite de nuestro conocimiento. El giro copernicano es explicado por Kant hace ver en el cambio de paradigma que el conocimiento se posibilita desde el sujeto, que es donde están los conceptos a priori, en vez de desde el objeto.
4.3.3. La crítica a la metafísica tradicional. La dialéctica trascendental.
Trata de la naturaleza, la razón y la posibilidad de la metafísica como ciencia. Según Kant todos los fenómenos de la experiencia externa se unifican en la idea de mundo y todos los fenómenos de la experiencia interna se unifican en la idea de alma y ambos se explican por la idea de Dios, causa suprema. Estas son las tres ideas trascendentales o conceptos puros de la razón, los principios de unificación del conocimiento. Kant niega que estas tres ideas se puedan conocer científicamente mediante la razón teórica, esto lo dice porque no se pueden formular juicios sintéticos a priori de ellos porque no puede haber de ellos impresiones sensibles. Entonces no se les pueden aplicar categorías y por tanto no se pueden conocer. Por tanto, la metafísica como ciencia no es posible.

V. De la crítica de la razón pura a la ética. Uso teórico y uso práctico de la razón.

5.1. Razón teórica y razón práctica

Razón teórica y razón práctica son dos usos de una misma razón. La razón teórica conoce las leyes del mundo de los fenómenos pero el hombre necesita saber cómo debe actuar mediante la razón práctica. La razón teórica expresa el ser mientras que los juicios imperativos de la razón práctica expresan un “debes hacer”.

5.2. Punto de partida: el faktum moral

El hecho de partida innegable, incuestionable de la razón práctica es la existencia del imperativo categórico, es decir, una ley moral con la misma validez absoluta que las leyes físicas de la naturaleza.

5.3. Crítica a las éticas materiales

Los principios de las éticas materiales están basados en la experiencia, por lo que no son universales. Son hipotéticos, es decir, que dependen de una condición. Son heterónomos, es decir, que la voluntad se determina por algo distinto a ella misma (deseo o inclinación). Por todo esto, las éticas materiales son incapaces de fundamentar la ley objetiva porque prescriben máximas hipotéticas, empíricas y heterónomas; principios subjetivos de obrar.

5.4. Una ética formal

A todo esto Kant opone una ética formal, es decir, a priori, categórica en sus imperativos y autónoma. El sujeto se da a sí mismo la ley, se determina a sí mismo a obrar. La base de la ley moral debe ser a priori pues la forma está vacía de contenido empírico y eso le da la universalidad. La llamará formal porque no prescribe leyes concretas sino la forma o modo en la que obrar.

VI. La ley moral como imperativo categórico

Hay dos clases de mandatos o principios prácticos: los imperativos y las máximas. Las máximas solo valen para una persona y una situación concreta, mientras que los imperativos tienen carácter universal, válidos para todas las personas. El imperativo categórico se impone absolutamente, exigiendo el cumplimiento del deber de manera absoluta. “Obra sólo según una máxima que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal.” “Obra de tal manera que uses la humanidad tanto en tu persona como en la persona de otro siempre como fin y nunca como un medio.” No dice lo que hay que hacer, sino cómo hay que hacerlo.
Kant distingue tres clases de acciones: acciones contrarias al deber (voluntad mala), acciones conformes al deber pero no por respeto a la ley sino por otras obligaciones (voluntad legal) y acciones por el deber, que actúa por respeto a la ley, por deber (voluntad moralmente buena).

VII. Los postulados de la razón práctica

Son las condiciones que se requieren para que la moralidad sea posible. Son postulados no demostrables racionalmente pero que es supuesto necesario para la existencia de la moral misma, es más bien una petición o exigencia. Son tres: (1) la libertad, ya que si no hubiera libertad de actuar, no habría necesidad alguna de ley ni se podría exigir responsabilidad, (2) la inmortalidad del alma, dado que la razón nos hace aspirar a la perfecta concordancia de nuestra voluntad con la ley moral universal y esta perfección es inalcanzable en una existencia limitada, (3) la existencia de Dios, que es la garantía de que la virtud y la felicidad han de coincidir. Dios da felicidad al que cumpla la moral ya que en este mundo limitado no siempre ocurre.
Estos tres postulados llevan a una fe racional, que no es certeza de conocimiento sino asentimiento de la voluntad. Al recuperar estos tres objetos que había declarado incognoscibles en la Crítica de la razón pura satisface la tendencia de la razón de buscar lo incondicionado.

KARL MARX

II. El humanismo de Marx.

El humanismo radical es la idea fundamental del pensamiento de Marx, quien pretende la liberación del hombre oprimido por el capitalismo. Marx exige la negación de Dios para la realización del hombre. Marx estudia el hombre concreto, como hombre social e histórico, que es un ser natural dotado de fuerzas naturales y con necesidades. Según Marx el hombre se constituye como tal gracias al trabajo, ya que por medio de él es capaz de producir un mundo humanizado, contraponiéndose a la visión hegeliana y griega. El hombre debe superar la oposición hombre-naturaleza.

III. Teoría de la alienación y tipos.

El capitalismo es un modo de producción que consiste en la propiedad privada de los medios de producción y en vez de ser humanizador es alienante, según Marx. La alienación consiste en el hecho de que algo que es propio s convierte en algo ajeno: pérdida de la propia identidad y libertad.

3.1. Tipos de alienación

– Alienación económica: (1) del producto del trabajo: el trabajador se relaciona con el producto de su trabajo como con un objeto extraño. Esto lleva a la plusvalía que es el valor que el trabajo no pagado del obrero asalariado crea por encima del valor de su fuerza de trabajo y del que se apropia gratuitamente el capitalista; (2) del trabajo mismo: en su trabajo el trabajador no se afirma, sino que se niega; es decir, que no es feliz sino desgraciado, mortifica su cuerpo y arruina su espíritu; (3) del trabajador: desposeído de su trabajo y de su actividad, el trabajador ya no se posee a sí mismo. En estas tres formas, el trabajo, que es lo que define el ser del hombre, sirve para degradarlo, deshumanizarlo. El hombre se convierte en una mercancía más sujeto a las leyes de la oferta y la demanda.
– Alienación social: Se levanta sobre la división de la sociedad en clases antagónicamente enfrentadas.
– Alienación política: Se da porque el Estado burgués no es racional, sino que es una superestructura que mantiene la división de clases de la alienación social.
– Alienación religiosa: Según Marx, la religión no es un elemento constitutivo del hombre ni una proyección subjetiva. Según Marx, la alienación religiosa proyecta al hombre fuera de la realidad miserable. Marx decía que la religión era el opio del pueblo, quien incluso afirmó que la religión era un instrumento de la clase dominadora para dar estabilidad y perpetuar un modo productivo.
– Alienación ideológica: Las ideologías son un conjunto de ideas y representaciones que ofrecen ideas falseadas e invertidas de la realidad. El capitalismo, parece fundado en libertad e igualdad, pero en realidad es esclavitud y desigualdad.

IV. El materialismo dialéctico

Influenciado por Hegel, Marx aseguraba que la realidad es puro cambio, sometido a la lucha de contrarios, la forma dialéctica de entender la realidad. El materialismo dialéctico trata de explicar el desarrollo y la evolución de la realidad pensando que la realidad originaria no es el Espíritu sino la materia. Se basa en: (1) la ley de contrarios: la naturaleza puede moverse a sí misma porque se constituye como unidad de elementos contrarios donde la oposición permite la existencia de la materia, (2) la ley de la negación: la lucha de la oposición es superada por un nuevo estado llevando a algo superior de manera irreversible, (3) la ley de la transformación: asegura que los pequeños cambios cuantitativos pueden producir un cambio cualitativo.

V. El materialismo histórico

El materialismo histórico es la concepción de la historia que otorga a la esfera de lo económico el papel decisivo en el desarrollo de la historia, y por tanto, de los fenómenos históricos y su interpretación. Según Marx, la historia es la sucesión de diferentes modos de producción. En su libro “Contribución a la crítica de la economía política” critica todas las concepciones de la historia idealistas, especialmente las que recuren a la Divina Providencia o al espíritu, aceptando tan solo el empirismo.

5.1. El inicio de la historia

El hecho histórico primordial es el trabajo. El hombre deja de ser animal cuando comienza a trabajar. Esto lleva implícito otro elemento impulsor, que es la adquisición de elementos de trabajo y un tercero que es la familia. Necesidad, trabajo y familia constituyen el comienzo de la historia.

5.2. Conceptos fundamentales del materialismo histórico

– Producción social de la vida: Actividad por la que se crean bienes materiales para poder vivir. Las relaciones que establece el hombre con la naturaleza y las de intercambio de bienes están incluidas.
– Fuerzas productivas: Capacidad de producción o trabajo real de los hombres. Incluye instrumentos y medios de trabajo.
– Relaciones de producción: Relaciones que se establecen entre los propietarios de los medios de producción y los productores directos. Es la relación social del trabajo. Las hay antagónicas.
– Infraestructura económica o base: El fundamento sobre el que descansa la superestructura, constituido por las fuerzas productivas y las relaciones de producción.
– Sistema económico: Proceso global de producción, distribución e intercambio de bienes materiales.
– Superestructuras: Conjunto de manifestaciones “espirituales” determinadas por la infraestructura. Son las estructuras jurídicas, las políticas y las ideológicas de la conciencia.
– Superestructuras jurídicas-políticas: Conjunto de leyes, instituciones y formas de gobierno mediante las cuales las clases dominantes ejercen su poder sobre las fuerzas productivas.
– Superestructura ideológica: Conjunto de creencias, ideas, costumbres plasmadas en la cultura, religión o filosofía. Según Marx son formas distorsionadas de la realidad. Según Marx, la función de la ideología es justificar y mantener el orden social existente. “No es la conciencia quien determina su ser sino su ser social es lo que determina su conciencia social.”
– Modo de producción: Totalidad social global: infraestructura y superestructuras. Hay cuatro tipos según Marx: asiático, antiguo, feudal y moderno burgués.
– Formación social: Está integrada por la estructura económica, la estructura jurídico-política y estructura ideológica y sus relaciones.
– Revolución social: Cambio o transformación radical en la infraestructura que conlleva el cambio también en las superestructuras.
– Sociedad burguesa: Sociedad caracterizada por la propiedad privada de los medios de producción y el antagonismo entre los proletarios y los capitalistas.
– Prehistoria: Etapa anterior a la llegada de la formación social comunista. En la prehistoria la contradicción es constante y el hombre está alienado.

5.3. Afirmaciones básicas del materialismo histórico

(1) La relación entre la infraestructura y la superestructura es dialéctica, real y recíproca: la infraestructura determina la superestructura y esta, mediante la conciencia, perpetúa la infraestructura. (2) La contradicción y antagonismo entre fuerzas productivas y relaciones de producción es el factor determinante de la historia, el motor. (3) Esta contradicción lleva a la revolución social que llevará a la desaparición del capitalismo. (4) El desarrollo del proletariado agudiza la oposición porque el obrero es más pobre cuanta más riqueza produce. Cuando el proletariado toma conciencia de la explotación, la oposición se agudiza llevando hacia la revolución. (5) El fin al que se dirige la historia es la destrucción del sistema capitalista, la desaparición de las clases y la instauración del comunismo. La sociedad sin clases llevará a la destrucción también de las alienaciones.