La ciencia antigua
La ciencia antigua Los primeros filósofos griegos intentaron sustituir el antiguo saber (los mitos) por un saber racional al cual Platón llamó episteme. Aristóteles desarrolló y modificó la concepción de su maestro Platón: la ciencia para Aristóteles consiste en “el conocimiento de las causas”. Las causas, para Aristóteles, son las siguientes: la esencia, su finalidad y la causa productora. Por otro lado, para Aristóteles, desde un punto de vista “lógico”, la ciencia es un saber que se consigue mediante la demostración, llamada razonamiento científico: se debe basar en cosas que sean verdaderas. Asimismo, la ciencia es un saber universal y necesario (es decir: que no puede ser de otra manera). Simplificando un poco la cuestión, podemos decir que la ciencia para Aristóteles exige:
- Demostración deductiva necesaria: partiendo de unas proposiciones o de unas “cosas” (de unos hechos) verdaderas llegar necesariamente a una conclusión verdadera que explique determinados hechos. La ciencia es “el conocimiento de las causas”.
- Conocimiento de la esencia de las cosas, conocer qué son las cosas.
La ciencia moderna
La ciencia moderna Este concepto de ciencia será recogido por la filosofía medieval, pero entrará en crisis en la época moderna: a partir del siglo XVII se adopta una nueva concepción: el mecanicismo. El mundo es ahora concebido como una gran “máquina”, esto es, como un conjunto de corpúsculos dotados de extensión en movimiento (y fuerzas” que los mueven). Quedan excluidas de la ciencia, pues, las esencias, las cualidades y las finalidades, lo que supone la negación de la existencia de entidades espirituales. Asimismo, y a consecuencia de la crítica demoledora que realizó el filósofo David Hume (1711-1776) al concepto aristotélico de “causalidad”, la ciencia deriva hacia un “fenomenismo”: no es posible descubrir las causas reales de la “producción” de los fenómenos, ni tampoco establecer “causas necesarias” entre ellos. El campo de la ciencia queda limitado a los fenómenos y sus leyes, entendidas estas últimas como regularidades (solo probables) de los fenómenos mismos. El filósofo Auguste Comte (1798-1857) explicará, dos siglos más tarde, esta transformación: La ciencia actual
La clasificación de las ciencias
La clasificación de las ciencias Ya desde la época de Platón se han hecho ensayos de clasificación de los distintos saberes. Actualmente, la siguiente clasificación es aceptada por la mayoría de los autores:
- Este cuadro es incompleto y se encuentra sometido a revisiones constantes, dada la aparición de nuevas ciencias y la evolución de las ya existentes. Además, habría que añadir también las llamadas ciencias aplicadas: la pedagogía, la medicina, etc.
Parece, visto lo visto, que no es posible dar una definición breve de la ciencia que abarque toda su diversidad y en la que todo el mundo esté de acuerdo. Pero sí que se puede hablar de ciertas características comunes a toda ciencia, con el fin de que no llegar al extremo de hacer pasar cualquier cosa por “conocimiento científico”. Así, en principio, solo puede ser llamado “ciencia” un conjunto de conocimientos que posea, al menos, las siguientes características:
- Estar formulado en un lenguaje riguroso y frecuentemente formalizado;
- Constituir un conjunto sistemático de enunciados;
- Integrar diversos tipos de constructos (como leyes, teorías y modelos);
- Haber sido elaborado conforme a una metodología adecuada;
- Poseer coherencia interna y (en las ciencias empíricas) contrastabilidad empírica.
- Poseer objetividad y comunicabilidad;
- Ser susceptible de continua autocorrección…
La cuestión de la demarcación
La cuestión de la demarcación El problema de la demarcación hace referencia a la discusión acerca de cómo establecer el criterio que nos permita distinguir qué teorías son científicas y cuáles no. Mientras que la astronomía se considera una ciencia, no ocurre igual con la astrología. Para resolver esta cuestión hay que considerar el problema de la contrastación. La contrastación es la puesta a prueba de una hipótesis, confrontándola con los hechos. Para ello hay que deducir de las hipótesis hechos que sean observables y comprobar, a continuación, que efectivamente se dan en la realidad. Se han propuesto dos formas de contrastación: verificacionismo y falsacionismo.
El verificacionismo y el falsacionismo
El verificacionismo, también llamado criterio de significancia, es un término usado para describir a la corriente que siguen aquellos que son partidarios de usar el principio de verificación en ciencia, esto es, sostener que sólo los enunciados (hipótesis, teorías…) que son empíricamente verificables (p. ej., mediante los sentidos) son cognitivamente significativos. Es decir, si algo no se puede demostrar por medio de los sentidos, de la experiencia física o la percepción, entonces es una idea más bien rechazable. Falsacionismo La idea opuesta o, mejor dicho, antagónica al verificacionismo es el falsacionismo. Este concepto hace referencia a que se debe buscar un hecho observacional que pueda anular un enunciado, hipótesis o teoría inicial y que, en caso de no encontrarse, la idea original se ve reforzada. El verificacionismo sería lo contrario en el sentido de que se busca pruebas empíricas que demuestren la teoría planteada, para que esta sea corraborada y que, en caso de no ser así, se considera que no ha superado el criterio de verificación. Ambos conceptos se inscriben dentro del problema del inductivismo. El progreso de la ciencia Tanto Popper como los miembros del Círculo de Viena mantenían una concepción optimista de la ciencia, porque entendían que si examinamos la historia de la ciencia advertimos que las teorías más próximas a nosotros son más verdaderas que las teorías más antiguas, de modo que podemos afirmar que en la ciencia hay un progreso en la búsqueda de la verdad. La obra de Thomas Samuel Kuhn (1922-1996) La estructura de las revoluciones científicas cuestionó la idea misma de progreso científico a partir del análisis de la historia de la ciencia y su concepción de los paradigmas científicos. Según Kuhn, podemos distinguir diferentes fases en el desarrollo histórico de la ciencia.
Lógica
La lógica es una ciencia formal que estudia la estructura o formas del pensamiento humano (como proposiciones, conceptos y razonamientos) para establecer leyes y principios válidos para obtener criterios de verdad. Explicitemos cinco aspectos de la definición dada:
- Se trata de nuestra actividad cognitiva superior, no de toda forma de conocimiento. La lógica no investiga sobre los sentidos (vista, oído…), sus objetos…, sino sólo sobre el conocimiento intelectivo, el pensamiento.
- La lógica no atiende a contenidos concretos, sino sólo las formas que reviste la actividad intelectiva; o sea, no se pregunta por el concepto de libertad o de mundo o de hombre o…, sino qué es un concepto, su tipología, uso, etc. En una palabra, la lógica investiga la forma del pensamiento, o sea, los aspectos formales del conocimiento intelectual humano.
- En consecuencia, la lógica no atiende directamente a las cosas del mundo, sino al conocimiento de esas cosas. Pongamos dos proposiciones como éstas: (1) “El caballo es vertebrado” y (2) “El caballo es el sujeto de la proposición anterior”. La diferencia es evidente: la proposición (1) versa sobre el mundo, pretende establecer propiedades reales de cosas reales, mientras que la (2) versa sobre el conocimiento mismo. La propiedad de ser vertebrado y la de ser sujeto de proposiciones no pertenecen al mismo ámbito: unas son propiedades reales y otras son propiedades lógicas (propiedades del objeto en cuanto conocido). Por eso, aunque (1) fuese falsa, no por eso sería falsa la (2).
- No estudia los procesos empíricos que realizamos para conocer, sino los aspectos normativo-ideales de los procedimientos cognitivos. Esta distinción entre lo empírico o fáctico y lo normativo es muy importante, para entender qué es la lógica. Por ejemplo, para establecer una ley lógica, no hay que hacer estudios empíricos para ver cómo se razona. Aunque gran cantidad de gente razone así: “si llueve el suelo se moja, está mojado, luego ha llovido”.
- La lógica es fundamentalmente una disciplina teórica, pues mira a conocer cómo es formalmente el pensar humano. Sin embargo, en cuanto que el pensar es una acción humana, ésta puede realizarse bien o mal. Por eso, la lógica tiene una parte práctica de carácter normativo: prescribe cómo ha de ser un razonamiento correcto o, en general, un proceso cognitivo.
Reproducción sexual y asexual
La reproducción sexual intervienen dos células reproductoras llamadas gametos que se unen para formar el cigoto, la célula de la que se desarrollará un nuevo organismo. Los gametos suelen ser de dos diferentes progenitores, aunque hay casos donde pueden proceder de un solo progenitor.
En la reproducción sexual no siempre intervienen dos progenitores para producir la descendencia. El aspecto esencial de la reproducción sexual es la unión gamética para que surjan los nuevos individuos. La reproducción sexual nunca es idéntica a los padres pues los hijos reciben dos tipos de información genética incrementa variabilidad genética pero es más lenta.
La reproducción asexual no requiere la unión de gametos para que se produzca la descendencia. Los hijos se producen a partir de un solo progenitor. Los hijos reciben toda la información genética del único progenitor por lo que suele ser idéntico a él aunque a veces se presentan variaciones.
Anélidos y platelmintos Número par de gónadas por segmento (metámero) Hermafroditas Masculino: testículo, vaso deferente y cirro Femenino: Presenta receptáculo seminal y ovarios. Las estrellas de mar generalmente tienen dos pares de brazos y pueden ser unisexuales o hermafroditas y presentan reproducción asexual. Presentan ciclo de vida complejo con formas larvarias librenadadoras.
Insectos Un par de gónadas, masculinas y femeninas, generalmente son unisexuales. Machos: Con edeago. Hembras: vagina y espermateca (bolsa para guardar el esperma). Pueden presentar ovopositor (órgano para depositar huevos).
Moluscos Una única gonada órgano sexual, ovotestis. La menstruación o periodo es el sangrado vaginal normal que ocurre como parte del ciclo mensual de la mujer, todos los meses su cuerpo se prepara para un posible embarazo, si no ocurre, el útero se desprende de su recubrimiento.
Tendencias
Polarización de los impulsos nerviosos: animales primitivos se produce una transmisión difusa. En el resto los impulsos van en direcciones concretas. Acumulación de neuronas formando ganglios nerviosos. Centralización: forman órganos que integran y coordinan la información. Cefalización: acumulación de estructuras nerviosas en la cabeza.
Fases de la fecundación
Encuentro de gametos: El óvulo libera sustancias que atraen quimiotácticamente al espermatozoide. Penetración: El acrosoma libera enzimas que disgregan la corona radiata y la zona pelucida. Las Membranas se fusionan: se forma el cono de fecundación para la entrada del espermatozoide. Activación del óvulo: Aparece membrana de fecundación: lo que impide la entrada de otros espermatozoides (monospermia). Unión de núcleos: Cariogamia que es el paso final en el proceso de fusión de dos células. Se forma el Cigoto.
Desarrollo post embrionario
Directo Crecimiento normal (sin exoesqueleto). Muda o ecdisis (artrópodos), hormonal. Primero salen blandos hasta que se endurece. La cubierta se llama exuvia. Muda en reptiles, dejan la camisa completa.
Fecundación interna
Espermatecas: órganos en las hembras para el almacenamiento de esperma. Cloaca: cámara receptáculo seminal (y también desechos). Vagina o cámara vaginal: se sitúa al final del oviducto, conecta con el aparato reproductor. Ovopositores: estructuras que facilitan la puesta de huevos.