La Filosofía de Kant: Crítica de la Razón Pura y Práctica

JUICIOS ANALÍTICOS “A PRIORI”

Son aquellos en los que el concepto que actúa como predicado son juicios no extensivos, que no añaden conocimiento. Se basan en el principio de no contradicción. El ser “a priori” no depende de la experiencia, son universales y necesarios.

JUICIOS SINTÉTICOS “A POSTERIORI”

El concepto que actúa como predicado no se halla implícito en el concepto. El predicado añade algo al sujeto. Son extensivos porque ofrecen nueva información acerca del sujeto y amplían nuestro conocimiento. Son “a posteriori” porque necesitamos de la experiencia para demostrar su validez, por eso son particulares y contingentes.

JUICIOS SINTÉTICOS “A PRIORI”

Los juicios en los que se basa la ciencia para su constante progresar no pueden ser ninguno de los enumerados anteriormente.

Una vez establecido que el saber científico está constituido por juicios sintéticos “a priori”, si descubrimos cuál es el fundamento de la síntesis “a priori” podremos resolver todos los problemas (podremos saber si la metafísica puede ser una ciencia) mediante su crítica.

Esta preocupación del conocimiento de las cuatro preguntas kantianas sobre los principales problemas del hombre:

  • ¿Qué puedo conocer? Se trata del problema del conocimiento y sus límites. Se intenta responder en la Crítica de la Razón Pura.
  • ¿Qué debo hacer? Problema de la moralidad, tratado en la Crítica de la Razón Práctica.
  • ¿Qué me cabe esperar? Problema de la Religión, problema de los límites de la Razón e Ideas de la Historia Universal.
  • ¿Qué es el hombre? Se trata de relacionar las tres preguntas anteriores en el sujeto Hombre. Es la pregunta más básica y más importante. Se desarrolla en la Antropología.

LA REVOLUCIÓN COPERNICANA DE KANT

La metafísica ha permanecido en una fase precientífica. Kant planteó la posibilidad de que hasta ahora se haya errado en el camino que conduce a la metafísica a convertirse en ciencia.

La “revolución copernicana”: si hasta entonces se había pensado que el sujeto de conocimiento debía girar alrededor del objeto, Kant invirtió los papeles y supuso que el objeto era el que debía girar en torno al sujeto.

El conocimiento humano resulta ser una síntesis de dos elementos: uno “a priori” y otro empírico. El primero constituye la forma que sintetiza, unifica y da sentido; mientras que el segundo constituye la materia (amorfa) que es unificada y recibe el sentido de la forma. Por tanto, el conocimiento es el resultado…

Para Kant, el fundamento de los juicios sintéticos “a priori” es el sujeto, el sujeto con las leyes de la sensibilidad y del entendimiento. Este es el método trascendental.

El significado del término “trascendental”. Lo trascendental es aquello que el sujeto pone en las cosas en el acto mismo de conocerlas, es decir, las estructuras “a priori”.

1.3. Estructura de la Crítica de la Razón Pura.

Kant distingue tres facultades de conocimiento, a cada una de ellas le corresponde una parte de la Crítica de la Razón Pura:

  • La sensibilidad. Los objetos nos son dados. Se ocupa la ESTÉTICA TRASCENDENTAL. Estudia las condiciones sensibles del conocimiento (espacio y tiempo).
  • El entendimiento. Los objetos son pensados. Este tema se trata en la ANALÍTICA TRASCENDENTAL. Estudia el entendimiento.
  • La razón. Busca hacer juicios cada vez más generales. Es el tema de la DIALÉCTICA TRASCENDENTAL. Estudia la razón y la posibilidad de los juicios sintéticos “a priori” en la metafísica.

LA ANALÍTICA TRASCENDENTAL: doctrina del conocimiento intelectivo y de sus formas “a priori”.

Además de la sensibilidad, la segunda fuente de conocimiento es el entendimiento: los objetos nos son dados, son pensados. Son imprescindibles “los pensamientos sin contenido están vacíos, las intuiciones sin conceptos son ciegas el intelecto no puede intuir nada y los sentimientos nada pueden pensar”.

En la analítica trascendental es donde Kant aborda el tema del conocimiento intelectual. Lo propio del entendimiento es entender o comprender el producto de la sensibilidad (el fenómeno), organizándolo espacio-temporalmente.

Para realizar esta labor el entendimiento crea un concepto.

Los diversos modos en que el intelecto unifica y sintetiza son los conceptos puros o categorías. Son los modos de funcionar el pensamiento.

La lógica formal, llegó a distinguir entre doce formas de juicio.

Así como las formas “a priori” de la sensibilidad (espacio y tiempo) están vacías y han de llenarse con las impresiones sensibles…

Estas categorías son, por ejemplo, como los casilleros de un buzón de correos. Las categorías son “a priori”, las tiene el entendimiento, pero están vacías y solamente se pueden llenar con los fenómenos. No tienen aplicación más allá de los fenómenos.

Lo que nosotros hemos percibido (el fenómeno) no sabemos lo que es, no hemos unificado las sensaciones. Lo que hace el entendimiento es unificar esas sensaciones, esto es, ordenarlas en el lugar que les corresponda ya podemos denominar a ese fenómeno con un concepto.

Las conclusiones de la analítica son muy claras: el conocimiento científico es universal y necesario, pero es fenoménico. Sólo podemos tener conocimiento de aquellas cosas que se constituyen como fenómeno, es decir, sólo podemos conocer las cosas tal y como son “para-mí”. Las cosas tal y como son “en-sí”, el noúmeno (aquello que no es objeto de nuestra intuición sensible), no podemos conocerlas.

LA CRÍTICA DE LA RAZÓN PRÁCTICA

Las posibilidades que tiene nuestro conocimiento…

El hombre necesita también conocer cómo ha de obrar, cómo ha de ser su conducta: la razón posee también una función moral ¿qué debo hacer?.

2.1. EL FORMALISMO MORAL

2.1.1. Las éticas materiales

Para Kant, las distintas éticas habían sido materiales; frente a todas ellas, la ética de Kant es formal.

Una ética material: la bondad o la maldad de la conducta humana depende de algo que se considera bien supremo para el hombre: los actos serán buenos a la consecución de tal bien supremo, y malos cuando nos alejen de él. Dos aspectos:

a) Toda ética material parte de que hay bienes, cosas buenas para el hombre – el bien supremo o el fin último del hombre (placer, felicidad etc…).

b), la ética establece unas normas.

Una ética material es una ética que tiene contenido, es decir, establece cuál es el fin último y una serie de normas para alcanzarlo.

2.1.2. Crítica de Kant a las éticas materiales

1º) Las éticas materiales son empíricas, son “a posteriori”, su contenido está extraído de la experiencia.

2º) Son hipotéticos de un modo condicional,

3º) Son heterónomas, la voluntad es determinada a actuar de un modo determinado por el deseo o inclinación.

2.1.3. La ética formal de Kant

a) Sentido de una ética formal.

  • Ha de ser “a priori”, no basada en la experiencia.
  • Sus imperativos no deben ser hipotéticos, sino que han de ser absolutos, categóricos.
  • Ha de ser FORMAL, es decir, ha de ser una ética vacía de contenido,
  • 1-No establece ningún bien o fin que deba ser alcanzado.
  • 2-No nos dice lo que hemos de hacer, sino cómo debemos actuar.

b) El deber.

Un hombre actúa moralmente, según Kant, cuando actúa por deber.

Kant distingue tres tipos de acciones: acciones contrarias al deber, acciones conformes al deber y acciones por deber. Solamente estas últimas poseen valor moral.

Conforme al deber para conseguir un propósito, un fin. Actúa por deber, la acción no es un medio para conseguir un fin o un propósito, sino que es un fin en sí misma, algo que debe hacerse por sí.

El valor moral de una acción se halla en la intención del sujeto que actúa y no en las consecuencias que se siguen de los actos. Según esto, la moralidad de un acto depende de la voluntad y la voluntad es buena cuando actúa por deber. La buena voluntad: criterio último para juzgar las acciones humanas.

c) El imperativo categórico.

Imperativo categórico. “Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal”. Este imperativo categórico no establece ninguna norma concreta, sino la forma que ha de poseer cualquier norma concreta de nuestras acciones. Cualquier norma, cualquier máxima en norma para todos los hombres, en ley universal.

“Obra de tal modo que uses a la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca meramente como un medio”. No ha de ser utilizado nunca, por tanto, como simple un medio.

2.2. Libertad, inmortalidad y existencia de Dios.

La Crítica de la Razón Pura había puesto de manifiesto la imposibilidad de la metafísica como ciencia, es decir, como conocimiento objetivo del mundo acerca de Dios y acerca del alma. Las ideas de la metafísica no sirven dentro de la Razón Pura por no ampliar el conocimiento, sino como postulados de la Razón Práctica. Tres son los postulados de la Razón Práctica: libertad, inmortalidad del alma y existencia de Dios.