La Filosofía Política de Platón: Alma, Virtud y Sociedad Ideal

Antropología Platónica: La Dualidad del Ser Humano

Para Platón, el ser humano se compone de alma y cuerpo, otorgando primacía al alma sobre el cuerpo:

  1. El cuerpo es material, compuesto, visible, corruptible, sometido al cambio y, por ende, mortal. Pertenece al mundo sensible y Platón lo describe como una especie de cárcel para el alma.
  2. El alma es inmaterial, simple, invisible, incorruptible y eterna. Pertenece al mundo inteligible y siente una inclinación natural hacia las Ideas.

La antropología platónica es, por lo tanto, dualista.

Las Tres Partes del Alma

En el Fedro y La República, Platón reconoce que las pasiones son fenómenos psíquicos que pertenecen al alma. Aunque el alma es simple y carece de partes, distingue tres funciones:

  1. El apetito: Es el conjunto de deseos y pasiones innobles. Su vicio es la intemperancia y su virtud la templanza.
  2. El ánimo: Es el conjunto de pasiones nobles que dotan al alma de la energía y el vigor necesarios para superar las dificultades. Su función es aliarse con la razón para someter al apetito. Su vicio es la cobardía y su virtud la fortaleza.
  3. La razón: Es la parte inmortal del alma. Su tarea es contemplar las Ideas y guiar a las otras dos partes del alma. Su vicio es la ignorancia y su virtud la prudencia y la sabiduría.

Platón ilustró esta división del alma con la alegoría del mito del carro alado en el Fedro.

Argumentos a Favor de la Inmortalidad del Alma

Platón argumenta que:

  1. El cuerpo es un obstáculo para el alma.
  2. Todo ser humano debe aspirar a liberar su alma de la cárcel del cuerpo, lo que ocurre en el instante de la muerte.

La Concepción Política de Platón: La Relación entre el Alma y la Ciudad

Platón, seguidor de la corriente socrática, rechaza el relativismo sofístico y sostiene que solo el sabio puede ser virtuoso (intelectualismo moral).

La Virtud según Platón

  1. Virtud como sabiduría: Solo puede obrar bien quien conoce lo que es el bien (intelectualismo moral).
  2. Virtud como purificación: Influenciado por los pitagóricos, Platón considera que el alma es inmortal y se reencarna tras la muerte del cuerpo, el cual es visto como una prisión para el alma.
  3. Virtud como justicia: El alma tiene tres funciones: la inteligible, la irascible y la concupiscible.
  • La sabiduría es la virtud propia del alma en su función inteligible. Esta virtud eleva el alma al mundo de las Ideas.
  • La templanza es la virtud del alma en su función concupiscible, gracias a la cual el alma modera sus apetitos corporales.
  • La fortaleza es la virtud propia del alma en su función irascible, que permite superar obstáculos y dificultades en ambos mundos.

La Organización de la Sociedad: Las Clases Sociales

Platón propone una sociedad dividida en tres clases sociales, cada una correspondiente a una parte del alma:

  1. Los gobernantes-filósofos: Representan la parte inteligible. Son los encargados de dirigir a los ciudadanos y son elegidos entre los guerreros más sabios y prudentes. Solo quien conoce el Bien y la Justicia puede ser un buen gobernante.
  2. Los guerreros guardianes: Representan la parte irascible del alma. Se encargan de defender a los ciudadanos de sus enemigos y son elegidos entre los ciudadanos más fuertes y valerosos. Su virtud principal es el valor.
  3. Los productores: Representan la parte concupiscible del alma. Se encargan de producir los bienes necesarios para la vida de la población. Su virtud principal es la templanza.

Las Formas de Gobierno según Platón

Platón describe seis formas de gobierno, cada una como degeneración de la anterior:

  1. Monarquía: Gobierno de un sabio escogido por ser el más sabio entre los sabios.
  2. Aristocracia: Gobierno de los mejores, de los más justos y sabios.
  3. Timocracia: Se caracteriza por el respeto a las leyes y los magistrados, así como por el valor propio de los guerreros. Sin embargo, no es un gobierno regido por la sabiduría y la justicia, sino por la ambición y la cólera.
  4. Oligarquía: Gobierno movido por la codicia y la avaricia. Se caracteriza por: 1) la elección de los gobernantes en función de su riqueza y no de su capacidad para dirigir el Estado (plutocracia: gobierno de los ricos); 2) la división del Estado en dos clases enfrentadas, los ricos y los pobres (lucha de clases); 3) la tendencia de los ricos a acaparar cada vez más riqueza, incrementando el número de pobres y generando miseria e inseguridad.
  5. Democracia: Gobierno del pueblo, regido por la libertad. Aunque en principio puede parecer el mejor de los gobiernos, es una apariencia engañosa. La defensa de la libertad llevada a sus extremos, inevitable al estar la democracia en manos de demagogos irresponsables, hace que toda forma de gobierno resulte insoportable, llevando a la falta de respeto por la autoridad y las leyes.
  6. Tiranía: Surge como degeneración de la democracia. El pueblo pone el poder en manos de un tirano para que imponga orden y defienda sus intereses contra los oligarcas. Sin embargo, el tirano elimina a quienes le estorban y busca perpetuarse en el poder, provocando, por ejemplo, guerras continuas contra otros Estados.

Todas estas formas de gobierno son consecuencia del mal gobierno del anterior.