En el siglo XVII el pensador Immanuel Kant (1724-1804), en su obra Lógica diferencia entre un sentido académico y un sentido mundano de la filosofía. Christian Wolff: es un filósofo racionalista que influyó en la manera de escribir en Kant.
FILOSOFÍA ACADÉMICA
Es la que sucede en círculos intelectuales institucionalizados, como universidades, fundaciones y todo tipo de organizaciones dedicadas a dicha temática.
El sentido académico o escolástico (escuela) consiste en la interrelación y la unidad de todos nuestros conocimientos. Estas palabras se refieren al sistema y a la estructura de nuestros conocimientos.
FILOSOFÍA MUNDANA
es la ciencia de los fines de la razón, es más libre y cósmica referida al universo. Pero Kant dice que lo mundano se define a la razón, las preguntas que se hace a la razón se resumen en estas 4:
- ¿Qué puedo saber? A esto responde la Metafísica
- ¿Qué puedo esperar? A esto contesta la religión
- ¿Qué debo hacer? Y esto es la moral
- ¿Qué es el hombre? A lo cual responde la antropología
Una razón libre se pregunta el porqué, nunca se conforma. La razón ilustrada es una razón crítica. La pregunta ¿Qué puede saber? se corresponde como puedo entender la ciencia, los fines de nuestra razón.
El mismo, dice que estas cuatro preguntas se resumen en la última, ¿Qué es el hombre? Y esto es interesante porque Kant hace la distinción entre dos conceptos de la filosofía: el concepto escolar de la filosofía y el concepto mundano de la filosofía, la filosofía de la vida. Para él, era más importante la filosofía mundana.
Ciencia teorética
Se caracteriza por tener su fin dentro de ellas misma estas según Aristóteles buscan el saber por el saber y son matemáticas metafísica cosmología y psicología
ontología: es el estudio del ser y de sus propiedades
creencias: según Ortega y Gasset, las creencias son una tradición que se nos da y que no dudamos de ellas, aún así estando en ellas.
electricista: propio de la filosofía romana, puesto que éste no inventaba nada, sino que coge cosas de un sitio y de otro.
POR QUÉ LA FILOSOFÍA ES HISTÓRICA?
Quien puede filosofar es el ser humano y todo ser humano no es un ser metafísico, no vive fuera del espacio y tiempo, sino que su existencia se cifra aquí y ahora, en un lugar y tiempo, somos seres encarnados y la encarnación de cada uno de nosotros ocurre en un lugar y tiempo. Por lo tanto, no podemos prescindir de nuestra circunstancia vital a la hora de comprender por qué pensamos como pensamos. Ortega y Gasset en una obra titulada “Meditaciones del Quijote” decía “yo soy yo y mi circunstancia, y si la salvo a ella no me salvo yo”. El concepto circunstancia en Ortega y Gasset quiere decir todo aquello que me es dado, que no he elegido yo, que es algo finito y limitado, pero que, sin embargo, lo que podemos hacer dentro de ella es infinito. Por ejemplo, por circunstancia entendemos nuestro código genético, nuestra familia, el año y la ciudad en la que hemos nacido, nuestro ser, todo aquello que no hemos elegido, es nuestra circunstancia. Pero, además, Ortega y Gasset considera que desde la libertad nos vamos eligiendo a nosotros mismos cuando nos relacionamos con nuestra circunstancia. Por eso decimos que nuestra vida nos es dada, pero no nos es dada hecha. Dice Ortega y Gasset que en toda época hay unas ideas y unas creencias. Las preguntas filosóficas y la forma de responderlas se relacionan con la circunstancia sociocultural en que se encuentra ese pensador.
Ortega y Gasset distinguía entre ideas y creencias de la siguiente manera: las ideas se tienen y en las creencias se está. Las ideas son creadas por el hombre, mientras que las creencias son heredadas, son una tradición (traditio) que se nos entrega, la asumimos de tal manera que la tenemos metida profundamente dentro de nosotros; algo que está dentro de ti y que no te lo cuestionas. Creemos en ello y ni siquiera lo pensamos.
La diferencia entre idea y creencia: modo de relacionarnos con una y con otra, las creencias dan por sentado y en cambio las ideas son producto de nuestra mente, intencionalmente lo fabricamos y los podemos cuestionar. A veces, las creencias surgen como ideas, pero se han hecho tan presentes en nuestra forma de vivir y pensar que se han convertido en creencias. Las ideas se distinguen de la realidad y las creencias no. Ideas y creencias forman parte de nuestro mundo intelectual, de nuestro pensamiento y guardan relación con nuestro contexto vital. Las ideas se cuestionan y las creencias no, se dan por sentado.
Ortega dice que vivimos en una circunstancia, y que en esta circunstancia nos encontramos ideas y creencias.
Según Platón, las ideas producen la realidad. Cuando Platón utiliza la palabra “ideas”, no se refiere a algo que ocurre en tu mundo subjetivo, sino en una realidad ideal o una idea real. Por tanto, el término idea es algo ontológico, las ideas son los modelos de la que luego derivarán las copias e imitaciones.
Este mundo sensible imita el mundo de las ideas y estas ideas son las que producen la realidad. (según Platón).
Por otro lado, para Ortega y Gasset, la realidad es la que produce las creencias y las ideas.
POR QUÉ LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ES YA FILOSOFÍA?
El acto de preguntarse y responder filosóficamente es realizado por un ser humano. El ser humano de carne y hueso está atravesado/transido por el tiempo o por la temporeidad. Cuando relacionamos nuestra existencia con el tiempo, entonces podríamos pensar que somos como una narración. Según Ortega, nuestra vida es una tarea o un quehacer. Esta narración se va construyendo desde el pasado, presente y futuro. La vida nos es dada pero no nos es dada hecha. Lo problemático es entender las relaciones entre el pasado, el presente y el futuro porque si consideramos una línea del tiempo nos parece que el pasado (lo que ya fue) no tiene nada que ver con el ahora (presente) y a su vez nos parece que lo que ya fue y el ahora están separados completamente del futuro (el porvenir). En realidad, lo que ya fue y lo que será, confluyen en el presente porque cuando decimos “ya” se ha transformado en pasado. El pasado es una tradición (traditio), es decir, el pasado nos entrega unas posibilidades que se actualizan en el presente. Básicamente, lo que soy, está condicionado por lo que fui, pero, el ahora se convierte instantáneamente en pasado y al mismo tiempo abre la puerta a lo que está por venir. Parece que el tiempo nos arrastra inexorablemente hacia delante y que no podemos volver atrás de ninguna manera.
Si esta argumentación la trasladamos a historia de la filosofía, protagonizada por seres humanos, podríamos pensar que la historia de la filosofía es la historia de la búsqueda de la verdad, en la cual el pasado filosófico está dialogando incesantemente con nosotros, con nuestro presente y nos empuja hacia un futuro en el que nuestras preguntas y respuestas darán luz a esa búsqueda de la verdad. Por eso, la historia de la filosofía no es la historia de un pasado muerto, sino que cuando nosotros ahora nos estamos preguntando filosóficamente, estamos dialogando con el pasado filosófico y estoy abriendo la puerta para que otros en el futuro puedan volver a interrogarse y por lo tanto involucrarse o comprometerse con esta búsqueda de la verdad.
Por eso, la filosofía no puede desprenderse de su historia, porque quien la lleva a cabo son seres humanos y somos historia.
Por todo esto, la historia de la filosofía es ya filosofía, ya que nos está invitando a filosofar