La Metafísica según Kant: Crítica de la Razón Pura

La Metafísica según Kant

Introducción

La metafísica se ocupa de tres problemas fundamentales: Dios, la libertad y la inmortalidad. Kant cuestiona si la metafísica puede ampliar nuestro conocimiento sobre la realidad y proporcionarnos un conocimiento seguro de la existencia de estos tres problemas. Surge la duda de por qué la metafísica no posee ningún método. Kant considera que esta indiferencia es injustificada y que debemos encontrar un método y someterlo al tribunal de la razón.

El Conocimiento a Priori

El conocimiento a priori se basa en la estructura del propio espíritu, es anterior e independiente de la experiencia. Son conocimientos puros pero vacíos en sí mismos. Los metafísicos, al elaborar el supuesto de que la razón puede aplicar estos conceptos para aprender cosas que no son como se muestran, dan lugar a varios sistemas de metafísica dogmática. Esto es falso, ya que no podemos conocer conceptos a priori sin experiencia.

La Crítica de la Razón Pura

En la Crítica de la Razón Pura, Kant propone un tribunal ante el que la metafísica debe comparecer para averiguar qué y cuánto pueden conocer el entendimiento y la razón más allá de la experiencia. Supongamos que la metafísica especulativa es una ciencia que pretende trascender la experiencia y alcanzar realidades no sensibles mediante conceptos a priori. La tarea de la crítica es mostrar las condiciones, que pueden ser empíricas o no empíricas. La respuesta es la investigación trascendental; el concepto de trascendental es la forma específica de conocer, es decir, nuestra forma de conocer. Este concepto se equipara al de a priori, aunque el concepto de a priori hace referencia a la experiencia y el trascendental a las condiciones cognitivas del ser humano.

Para Kant, la investigación sobre la metafísica que nos revelaría si puede o no ampliar nuestro conocimiento puede parecer limitada en muchos sentidos, pero las conclusiones tienen un amplio campo de aplicación. Podemos distinguir dos tipos de metafísica: la metafísica como disposición natural o la metafísica como ciencia. El primer tipo englobaría los hechos, por lo que su existencia se considera posible, al contrario que la ciencia que necesita un método científico.

¿Es la Metafísica una Ciencia?

Kant no considera a la metafísica como un problema real, sino como una parte del problema general que es la posibilidad del conocimiento a priori. Kant no considera a priori sobre tipos de experiencia, sino que lo asocia a toda la experiencia.

Todo conocimiento parte de la experiencia necesariamente, pero no todo el conocimiento procede de ella, ya que algunos elementos a priori son suministrados por la facultad cognoscitiva. Llega a la conclusión de que el conocimiento a priori no procede de la experiencia.

Kant coincidía con Hume en que no es posible derivar de la experiencia la necesidad ni la universalidad estricta, y estos dos elementos eran para Kant esenciales dentro del conocimiento a priori. Kant estaba convencido de que todo acontecimiento ha de tener una causa, considerada a priori. La conexión causa-efecto no es el único ámbito donde encontramos conocimiento a priori. Kant no se pregunta por la existencia del conocimiento a priori, sino cómo es.

La metafísica nos da conocimiento de Dios y de la inmortalidad, lo cual ha de ser a priori porque no dependen de la experiencia; pero, ¿es seguro que la metafísica nos suministre este conocimiento? Kant recurre al”Giro Copernican”.

El”Giro Copernican” consiste en cambiar el enfoque tradicional y hacer que el sujeto cognoscente pase a tener un papel activo en la construcción del conocimiento. Es decir, invertir el sentido de la relación entre los objetos y el sujeto. El conocimiento tiene ciertos elementos que son independientes de los objetos, es decir, que son a priori y los aporta el sujeto. ¿Qué ocurriría si se trasladan las relaciones entre el objeto y el sujeto? ¿Podrían conocerse a priori? La respuesta de Kant es no, ya que todo lo que conociéramos de ellos sería como consecuencia de ellos mismos, es decir, a posteriori.

En esta inversión, aparte de darle al sujeto un papel activo en la función cognitiva, se destaca que el conocimiento está compuesto por dos componentes: uno ajeno al sujeto y que proviene del exterior y, otro que siempre aporta el sujeto y solo por él puede ser inteligible, y esto es a priori. El conocimiento no es posible sin experiencia pero sin embargo la experiencia no puede lograr nunca que un conocimiento sea necesario y universal; por otro lado, la ciencia es universal y necesaria. Hay dos elementos que construyen el conocimiento, objeto y mente, y dado que la experiencia no tiene universalidad ni necesidad ¿por qué la ciencia es universal?

Lo que el sujeto aporta y que es independiente de la experiencia, y por lo tanto, a priori. Para intentar precisar estos problemas, Kant hace una distinción entre los diferentes tipos de juicios. El primer tipo de juicio es el juicio analítico; las características del juicio analítico son que el predicado de este está contenido en el concepto de sujeto, pero el predicado no pretende añadir al sujeto nada que no esté ya contenido en él. La verdad de este tipo de juicio se basa en la ley de contradicción. Por otro lado encontramos los juicios sintéticos los cuales afirman o niegan de un sujeto un predicado. El predicado no está contenido en el sujeto pero sí que amplía el concepto dado por el sujeto. Por otra parte, el predicado no puede obtenerse del concepto de sujeto, y la conexión entre ambos está dada por la experiencia, entonces a estas proposiciones las denominamos sintéticas a posteriori. la metafísica no aspira a analizar conceptos pero contiene proposiciones analíticas, por otra parte contiene proposiciones sintéticas porque pretende ampliar nuestro conocimiento de la realidad, de modo que si la metafísica no es una ciencia empírica sus proposiciones tienen que ser a priori.

Para Kant las fuentes del conocimiento humano parten de una misma raíz y son la sensibilidad y el conocimiento. De la sensibilidad no son dados los objetos y son pensados por el conocimiento. Kant discrepa con los empiristas en la tesis de que todo conocimiento humano procede de la experiencia pues está convencido de la existencia de la experiencia a priori. Así pues la sensibilidad y el entendimiento trabajan juntos con el fin de construir la experiencia.

Conclusión

de que ninguna metafísica puede ser una ciencia pues su función es usar los conceptos puros o categorías del entendimiento para transcender la experiencia. Por otra parte, la función de los conceptos puros o categorías del entendimiento consiste en sintetizar la multiplicidad del sentido. Las ideas transcendentales de las que hablamos anteriormente dependen de la razón y ejercen una importante función reguladora como una especie de objeto ideal cuya noción estimula el espíritu para renovados esfuerzos. En síntesis, la Crítica de la razón pura es la instrucción del sistema de la filosofía o metafísica transcendental.