La Muerte y el Mal en la Filosofía

La Pregunta por la Muerte

La muerte se define por relación a la vida: La muerte se concibe como la cesación irreversible de las actividades vitales. Definición negativa que presupone una concepción de la vida. Nuestra concepción de la muerte dependerá de cómo entendamos la vida.

El Concepto Biológico de Vida

No hay un acuerdo de lo que se puede entender biológicamente por vida. Se trata de un fenómeno complejo. Jacques Monod, ha definido a los seres vivos como objetos dotados de un proyecto, es decir, dotados de teleonomía. Se caracterizan por su capacidad de construirse o desarrollarse a sí mismos, por transmitir sin modificaciones la información que poseen.

El Concepto Filosófico de la Vida

Los pensadores griegos de la antigüedad ya usaron el concepto de vida en un sentido que abarca mucho más que las actividades físicas entendiendo que hay una clase de vida que es el modo humano de ser, la vida práctica o moral. Ortega y Gasset, vivir es encontrarse en el mundo, estar en una circunstancia. Pues vivir humanamente es saberse viviendo. La vida es el elemento más básico es la realidad primordial. Ortega insiste en que la vida es elección.

La Muerte como Fenómeno Humano

Morir acontece a todos los seres de la naturaleza, la muerte tiene plena significación cuando se trata de la vida humana, porque solo el ser humano sabe que ha de morir.

Muerte y Filosofía

Platón, Cicerón y Schopenhauer, establecieron una peculiar relación entre muerte y filosofía, al entender que la filosofía es una preparación para la muerte.

Experiencia de la Muerte

Siendo un acontecimiento que ha de ocurrir a cada uno, podemos constatar que no podemos vivir nuestra propia muerte, expresa Epicuro.

¿La Muerte como Definición del Ser Humano?

En el siglo XX una tendencia filosófica reflexiona de forma notable sobre la muerte: el existencialismo–> corriente filosófica que expone que lo peculiar y característico del ser humano no hay que buscarlo investigando su ausencia, sino más bien reflexionando sobre su existencia. En el caso de los seres humanos la existencia es existir, primero existimos y solo después nos hacemos de una determinada manera, adquirimos una esencia. Para el pensador alemán Martin Heidegger, la manera de vivir de los seres humanos, está afectada radicalmente por la finitud, somos seres históricos. Para él la muerte es una propiedad peculiar del modo humano de existir. El ser humano es un ser para la muerte. Jean Paul Sartre separa muerte de finitud. Para él la finitud manifiesta la libertad radical del existir humano, somos finitos. Sartre afirma que ser significa elegirse, porque el ser humano es libertad.

Sentido de la Muerte y Trascendencia

Podemos tomar como referencia dos posiciones básicas: la del monismo y la del dualismo psicofísico.

  • Entendemos por monismo la posición filosófica que defiende que no hay composición en la realidad humana. Varios tipos: el panteísmo–> defiende que la muerte es la disolución de la individualidad en la universalidad del cosmos. Un monismo materialista, niega la posibilidad de cualquier dimensión no material para la existencia humana. La muerte se convierte en el límite absoluto de la existencia.
  • Dualismo: el ser humano está constituido por dos tipos de realidad: una material, el cuerpo, y otra espiritual, el alma. Suelen concebir la muerte como la separación de los componentes constitutivos de la realidad humana, separación del alma y el cuerpo. La muerte se suele entender como un tránsito como el paso de una forma de vida. Platón, Descartes y las religiones en general entienden así la muerte como acceso a la trascendencia.

La Pregunta por el Mal

El término teodicea es un neologismo que introduce Leibniz, en su obra “Ensayo de Teodicea sobre la bondad de Dios, la libertad del hombre y el origen del mal.” Los filósofos no solo han tratado de justificar la existencia del mal en un mundo cuyo principio es Dios. Han barruntado en Dios la única posibilidad de triunfo frente al mal.

Justificación de un Dios Bueno ante el Mal

El intento de justificar a Dios frente a la existencia del mal es tan antiguo como aquellas doctrinas en las que se afirma un único principio benéfico del mundo. Resulta inevitable responder al dilema planteado por Epicuro. Las doctrinas emanatistas del neoplatonismo antiguo y medieval responden que el mal se debe a una degradación inevitable que afecta a las distintas clases de seres emanados de la divinidad. El problema se agudiza cuando el principio bueno del mundo es creador del mundo.

Tipos de Mal

  • El mal metafísico se identifica con la finitud de las cosas.
  • El mal físico procede del funcionamiento de las leyes naturales.
  • El mal moral tiene su raíz en último término en la libertad de los seres humanos para elegir entre diferentes formas de acción.

Del Mal Metafísico al Mal Moral

La reflexión sobre el mal metafísico tiene su máximo exponente en Leibniz. El problema no es del modo en que lo planteó Epicuro, es el problema con el que Dios se encuentra de crear o no crear un mundo cuya inevitable finitud da cabida necesariamente al mal. Podemos encontrar más indicios de respuesta en la razón práctica que en la teórica.

El Mal como Injusticia

La perplejidad que nos provoca la realidad del mal aparece sobre todo al tomar conciencia del absurdo sufrimiento del justo. Job recurre al misterio. Un dios trascendente, actúa según planes que son inaccesibles a los seres humanos. Séneca recurre a un logos inmanente, cuyas razones son accesibles al intelecto humano. Considera que el problema del mal se resuelve inmunizándose frente a él. Sea capaz de alcanzar una actitud de imperturbabilidad.

Dios como Garante de la Justicia

En los tiempos modernos sobre todo a partir de la obra de Kant, el absurdo consiste en que el mal tenga la última palabra en la historia. No es justo que haya personas rectas que no logran la felicidad en toda su vida. La razón parece reclamar que tiene que ser de otro modo. Y para ellos requiere la existencia de un Dios, filósofos como Nietzsche han hablado de la muerte de Dios. Desde esta perspectiva, el dilema de Epicuro carece ya de sentido, como también tener a Dios por garante de la realización de una justicia plena. El ser humano se ha quedado solo. La filosofía trata de hacerlo y algunas corrientes se dan cuenta de que si en los seres humanos no hay una razón sentiente capaz de hacernos sentir que hay cosas que nos humanizan y cosas que nos deshumanizan, el mar podría ser insuperable.