El Giro Copernicano de Kant
Al igual que Copérnico negó que la Tierra fuera el centro del sistema planetario, Kant negó que la experiencia sensible y los objetos particulares fueran el centro del conocimiento y lo que debía regularlo.
Para Kant, el sujeto (no los objetos) es la referencia del conocimiento. El conocimiento debe construirse con un material que el sujeto aporta y que permite formar juicios adecuados (juicios sintéticos a priori) para plantear un conocimiento seguro.
El Empirismo
El empirismo considera la experiencia como criterio de verdad en el conocimiento. Se refiere a la experiencia repetida de ciertas situaciones que ofrece un criterio objetivo para conocer las cosas.
No se opone a la razón, pero niega la pretensión de establecer verdades necesarias que no requieran verificación o control.
El Racionalismo
El racionalismo considera que la realidad está gobernada por un principio inteligible al que la razón puede acceder, identificando la razón con el pensar.
Se contrapone al irracionalismo y ha conocido múltiples variantes, como el racionalismo ético (socrático), metafísico (platónico), religioso (deísmo) y ontológico (hegeliano).
Ilusión Trascendental
Kant utiliza este término para afirmar que el conocimiento humano solo puede referirse a los fenómenos y no a las cosas en sí mismas.
Esto implica que el psiquismo humano influye en el objeto conocido y que el conocimiento humano tiene límites.
Libertad Jurídica
La libertad es un derecho originario que corresponde a todo ser humano. Kant distingue dos conceptos de libertad jurídica:
- Liberal o negativo: Libertad como ausencia de impedimentos.
- Republicano: Libertad como autonomía, donde los individuos son autores de las leyes que obedecen.
Contrato Social
Pacto mediante el cual las personas deciden crear un estado civil para salir del estado de naturaleza, donde las pasiones violentas no están controladas.
El estado civil asegura el derecho público y la protección legal de la propiedad.
Imperativo
Principio práctico objetivo que describe cómo debemos conducirnos.
Kant clasifica los imperativos en dos tipos:
- Hipotéticos: Prescriben una acción como buena para conseguir un propósito.
- Categóricos: Mandatos universales y necesarios que prescriben una acción como buena incondicionalmente.