La Vida Histórica y Social
A.- La Historicidad de la Vida Humana
El hombre se encuentra viviendo a una cierta altura determinada de los tiempos, en un cierto nivel histórico. Su vida está hecha de una sustancia particular que es su tiempo. El hombre es heredero de un pasado y de una serie de experiencias humanas que consideramos en su ser y sus posibilidades.
El hombre, a su vez, ha sido ciertas cosas concretas y tiene que ser otras. La vida individual es histórica, por eso se dice que para comprender algo humano, ya sea personal o colectivo, es preciso contar una historia. Y este hombre y esta nación hace tal cosa y es así porque antes hizo otra cosa y fue de otro modo. La vida sólo se vuelve un poco transparente ante la razón histórica. El individuo humano no estrena la humanidad, sino que encuentra en su circunstancia otros hombres y la sociedad a la que ellos pertenecen.
B.- Las Generaciones
La Historia se mueve por generaciones, tiene una estructura precisa que es la de las generaciones. Cada hombre encuentra un mundo que está determinado por una serie de creencias, de ideas, de usos y de problemas. Esta forma de vida tiene cierta estabilidad y dura cierto tiempo. Una generación es una zona de 15 años durante la cual una cierta forma de vida fue vigente. La Historia camina y procede por generaciones. Cada generación está constituida por una fecha central cada 15 años, 7 años antes y 7 años después del decisivo. Un hombre pertenece a una generación que es común a todos los que han nacido dentro de esa zona de fechas.
Ortega distingue entre contemporáneos y coetáneos. Los contemporáneos son los que viven al mismo tiempo y los coetáneos son los que forman parte de una misma generación. Las generaciones decisivas son aquellas en las que la variación histórica es mucho mayor que de costumbre y que determinan las articulaciones de las épocas históricas.
En conclusión, el método de las generaciones se convierte en manos de Ortega en un instrumento de gran precisión para comprender la realidad histórica.
C.- Los Usos
Se llama “uso” a lo que pensamos, decimos o hacemos por lo que se piensa, se dice o se hace. Los hechos sociales son primariamente usos (costumbres, hechos, normas…). Estos usos no surgen originariamente del individuo sino que son impuestos por la sociedad o por la gente. Si no los seguimos, la sociedad ejerce represalias contra nosotros. Los usos son irracionales e impersonales; nos permiten prever la conducta de los individuos que no conocemos, permiten la casi convivencia con un extraño. Además, los usos nos dan la herencia del pasado y nos ponen a la altura de los tiempos y por eso puede haber progreso e Historia, porque hay sociedad.
Ortega critica al Vitalismo y al Racionalismo
Lo primero que observa con respecto al vitalismo es su ambigüedad, se puede explicar por teorías tanto biológicas como filosóficas. Uno de los temas más repetidos es la vida como realidad radical. Para Ortega el fundamento último de todo es la propia vida de cada cual. La razón se convertirá en una forma y función de la vida cuya tarea consistirá en dar cuenta y razón de aquello que le precede. Afirma que la vida es realidad radical, es realidad en la que puede estar inserta cualquier otra. Comprende la realidad como una perspectiva, la comprensión de la realidad ha de tener en cuenta que cada vida es un punto de vista sobre el universo, cada vida es una perspectiva. La razón vital es una misma cosa con el vivir, es la misma vida humana funcionando como razón.
Raciovitalismo
Para Ortega la razón humana es algo que tiene que estar al servicio de la propia vida. La vida, la de cada uno en particular, es realidad radical: cualquier tipo de realidad siempre supone de antemano otra realidad que la fundamenta: nuestra vida; y la razón debe estar a su servicio. De esta forma articulará su crítica tanto al vitalismo como al racionalismo:
- Contra el vitalismo: Por vitalismo se entienden las siguientes corrientes:
- Teoría del conocimiento de Avenarius o Mach (escuela positivista)
- Filosofía que dice que la razón no es el modo superior de conocimiento, sino que hay un conocimiento más próximo e inmediato de la vida y la realidad (Bergson, Nietzsche)
- Filosofía que dice que el único modo de conocimiento teórico es el racional, pero sitúa en el centro del sistema ideológico el problema de la vida. Esta es la teoría orteguiana, va más allá del vitalismo y del racionalismo, es la razón vital, el raciovitalismo: la unión entre teoría y vida.
- Contra el racionalismo: Desde Grecia se ha entendido la razón como una facultad que capta la esencia de las cosas. Esta postura culmina en la razón matemática de los racionalistas del siglo XVIII y en la razón pura de Kant. La realidad exacta se hace matematizante en el curso del tiempo y se vuelve incapaz de captar las realidades cambiantes, inexactas o temporales de las cosas, de la vida. Por eso han surgido los irracionalismos que anteponen…
Comparación
La filosofía alemana siempre estuvo presente en su pensamiento (el objetivismo). Destaca su estancia en Alemania, en donde estudió la filosofía kantiana, principalmente con los neokantianos Cohen y Natorp. Del neokantismo, más que el contenido doctrinal, asimiló el espíritu de su filosofía, que consideró muy fecundo para sus intereses vitales pero también para el futuro de España. Considerará que lo principal no es lo subjetivo y lo individual sino el ejercicio de la razón, ejercicio que nos vincula con el ámbito de lo objetivo, lo universal y de la ciencia. De ahí que en su diagnóstico de España relacione todos sus males con el pernicioso influjo del catolicismo, el subjetivismo y el personalismo que cree encontrar en su patria. Influencia de Dilthey, su pensamiento (doctrina de la razón vital) en aspectos tan importantes como su reivindicación de la historia (“el hombre no tiene naturaleza, tiene historia”) para comprender la realidad humana (doctrina de la razón histórica), y la importancia que tiene el “entender” o “comprender” frente al “explicar”: las “ciencias físicas” pueden aspirar a la explicación de los fenómenos físicos con leyes objetivas y causales, las “ciencias humanas o sociales” deben preocuparse más por aprender los distintos “sentidos” presentes en cada una de sus manifestaciones, ligados siempre a los programas vitales, deseos, creencias y afectos de los seres humanos que las protagonizan.