Las condiciones de posibilidad del conocimiento científico según Kant

Las condiciones de posibilidad del conocimiento científico

El problema a estudiar es el siguiente: ¿puede la metafísica convertirse en ciencia? Según Kant, para que un juicio pueda ser considerado como científico debe cumplir al menos dos condiciones: 1ª que aumente nuestros conocimientos y 2ª que posea validez universal y necesaria. Kant comienza estableciendo la distinción entre juicios analíticos y juicios sintéticos. Él clasifica los juicios de dos maneras: 1. Pueden ser analíticos o sintéticos según la relación que se establece entre el sujeto y el predicado del juicio o 2. pueden ser a priori o a posteriori según el modo de conocer la verdad.

En el juicio analítico el predicado está contenido en el sujeto, por tanto este juicio no amplía mis conocimientos. Aquí el predicado explica, son juicios explicativos. Sin embargo, en el juicio sintético el predicado no está incluido en el sujeto y aumenta mis conocimientos y son extensivos porque el predicado extiende la información. Hay dos maneras de conocer la verdad de un juicio: 1. El juicio a priori es independiente de la experiencia y son universales y necesarios, por ejemplo las matemáticas. 2. El juicio a posteriori es dependiente de la experiencia y por tanto no son ni universales ni necesarias.

Kant nos dice que los juicios científicos son los juicios sintéticos a priori, esto es una novedad que introduce Kant.

Crítica de la razón pura

“¿Qué puedo saber?” es el tema de la KrV publicada en 1781. En esta obra podemos distinguir tres partes que corresponden con las facultades que Kant distingue y con los tipos de conocimiento.

Partes de la obra:

  • Estética trascendental: cuyo nivel de conocimiento era la sensibilidad y la posibilidad de ciencias como las matemáticas.
  • Analítica trascendental: su nivel de conocimiento era el entendimiento y la posibilidad de ciencia como la física.
  • Dialéctica trascendental: siendo la razón el nivel de conocimiento y una posibilidad de ciencia podría ser la metafísica, aunque es dudosa.

La doctrina kantiana se divide en la distinción de dos facultades o fuentes de conocimiento: sensibilidad y entendimiento.

La sensibilidad es pasiva y se limita a recibir impresiones del exterior, mientras que el entendimiento es activo y produce espontáneamente ideas o conceptos sin falta de ser derivados de la experiencia. Esta es la distinción tradicional que se emparenta con el empirismo y racionalismo. Realiza una síntesis entre racionalismo y empirismo: Todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia, pero no todo procede de la experiencia. Hay que distinguir entre el material empírico que nos proporcionan los sentidos (sensaciones, impresiones…) y lo puesto por el sujeto, que es un elemento a priori. Kant denomina materia-forma a la relación entre lo dado por los sentidos y lo puesto por el acto. Es por eso que los objetos que conocemos vienen de la elaboración del material empírico que nos dan los sentidos mediante estructuras o formas del sujeto.

En la teoría de Kant suceden dos cosas:

  1. El conocimiento gira más en torno al sujeto que en torno al objeto.
  2. Conocer no es un proceso pasivo, pues construye activamente el conocimiento estructurando los datos de la experiencia.

Estética trascendental: crítica de la sensibilidad

Kant define la sensibilidad como la “capacidad de recibir representaciones al ser afectados por los objetos”, distinguiendo dos modos de la sensibilidad:

  • El sentido externo, por el cual representamos en el espacio objetos como exteriores a nosotros.
  • El sentido interno, por el que intuimos en el tiempo nuestros estados psíquicos.

El espacio y tiempo son condiciones de nuestra percepción: son generales, necesarias ya que no puede no darse, son independientes de la experiencia puesto que no proceden de la experiencia, sino que la condicionan.

Además Kant se ocupa en la Estética Trascendental del conocimiento matemático: la geometría y la aritmética se ocupan respectivamente del espacio y del tiempo y pueden formular juicios sintéticos a priori porque los juicios matemáticos son a priori, universales y necesarios.

Analítica trascendental: crítica del entendimiento

El entendimiento es la facultad de pensar el objeto que viene dado en la intuición empírica, el fenómeno, pero también puede ser definido como la facultad de juzgar y eso supone el uso de conceptos. Hay dos tipos de conceptos: empíricos, tomados de la experiencia, y a priori, las categorías. Las categorías son los conceptos que el entendimiento produce espontáneamente sin derivarlos de la experiencia y los aplica a las impresiones sensibles. En este juicio también interviene el concepto puro de causalidad, un concepto a priori (puro): es una condición necesaria para que yo pueda tener experiencias sobre el mundo. Entonces, en el entendimiento hay una materia, el fenómeno dado por la sensibilidad, y una forma, las categorías, puestas por el entendimiento. Los conceptos puros o categorías son vacíos, estos conceptos puros han de llenarse con los datos procedentes del conocimiento sensible. Esto significa que las categorías solo son una fuente de conocimiento aplicada a los fenómenos. Las categorías no son aplicables más allá de la experiencia, más allá de lo dado en el espacio y el tiempo.

El objeto que aparece en mi mente Kant lo denomina fenómeno, de ahí crea una distinción entre fenómeno y noúmeno, esta última la usa para diferenciar lo que puede ser conocido de lo que puede ser pensado.

Definiciones:

  • Materia-forma: Kant afirma que no todo nuestro conocimiento procede de la experiencia y tenemos que distinguir lo que nos da el empirismo, es decir, los que nos dan del exterior y a priori, lo puesto por el sujeto. Esta relación entre lo que nos dan los sentidos y lo puesto lo denomina materia-forma. Es por eso que nosotros conocemos el resultado de la síntesis entre la materia y forma, entre lo empírico y lo a priori.
  • Ideas trascendentales: en la búsqueda para encontrar los juicios generales, Kant forma las ideas trascendentales o conceptos puros de la razón: Alma: resultado de la visión de los fenómenos psíquicos. El mundo: concebida como la totalidad de fenómenos físicos y por último Dios: la causa de unos tipos de fenómenos.
  • Visión trascendental: es el engaño de la visión en nosotros ya que pensamos que estamos produciendo conocimientos.

Esta ilusión es debida al uso ilegítimo de las categorías por parte de la razón, al aplicarlo a aquello de lo que no tenemos intuición sensible.

Ética formal kantiana: ¿Qué debo hacer?

El conocimiento moral no es un conocimiento del ser, sino de lo que debo ser. Kant distingue un uso teórico y uno práctico de la razón. La razón práctica responde a la pregunta “¿Qué debo hacer?” determinando la conducta humana.

Los principios éticos deben proceder de la propia razón y han de ser a priori, universales y necesarios. Al buscar los principios de la moralidad Kant analiza las teorías éticas anteriores, las éticas materiales. Comienza determinando cuál es el bien supremo o fin último para el hombre y como consecuencia establece unas normas para alcanzarlo. Respondiendo a la pregunta inicial, Kant determina que los principios éticos deben proceder de la propia razón y han de ser a priori, universales y necesarios.

Buscando principios fundamentales, Kant analiza éticas anteriores a las que llama “éticas materiales”. Toda ética material comienza por determinar cuál es el bien supremo o fin último para el hombre (placer, felicidad…) y en consecuencia establece unas normas o preceptos para alcanzarlo. Podemos concluir que las éticas materiales tienen contenido. Las ideas materiales son rechazadas por Kant por las siguientes diferencias:

  • Son empíricas, esto es, son a posteriori, es decir su contenido está extraído de la experiencia.
  • Las normas que proponen poseen un carácter hipotético, condicional y estos imperativos representan medios para conseguir un fin.
  • Esos sistemas éticos son heterónomos.

La moralidad no puede fundarse en nada empírico. Una norma moral ha de ser universal, ha de ser necesaria. Kant es a priori, sus imperativos han de ser categóricos y autónomos, es decir, de carácter formal. Solo la buena voluntad es posible imaginarla dentro o fuera del mundo. Para Kant la buena voluntad es algo que no es por interés o por deseo, una voluntad que obra por deber, es decir, obrar por respeto a la ley moral. Kant distingue aquí entre obrar “por deber” y obrar “conforme al deber”.

La ley moral se basa en la noción de deber. Pero como la ley moral es universal y necesaria la orden o mandato que contengan ha de ser categórico, es decir, no puede estar sometido a ninguna condición. Kant la llamará imperativo categórico. Gracias a la “Fundamentación” se plantea si es posible la libertad de la voluntad, a lo que responde que sin la libertad la moral quedaría arruinada. Debe existir un alma inmortal ya que si el hombre no alcanza su fin en vida tiene que tener una vida futura donde se relacione con la perfección moral. Tiene que existir también un Dios que nos garantice todo esto.

garantice todo esto.