¿Es libre el ser humano? Libertad y liberación
La libertad es la posibilidad de elegir sin dependencias ni coacciones externas, sin estar sometido a condicionamientos que nos obliguen a actuar en contra o al margen de nuestra voluntad. Hay que distinguir entre:
- Libertad sociológica (autonomía que goza un individuo frente a la sociedad)
- Libertad psicológica (no estar obligado a actuar a instancias de su motivación más inmediata)
- Libertad moral (capacidad del humano de actuar de acuerdo con la razón)
Realización concreta de la libertad
La libertad es la base tanto de la responsabilidad como de la dignidad de la persona, así como de su legítima exigencia de autonomía social.
El determinismo
La libertad de elección por parte de los seres humanos es ilusoria, y afirman que hay un determinismo que nos impulsa a actuar siempre de la manera en que actuamos.
Desarrollo de la ciencia moderna y el determinismo
El desarrollo de la ciencia moderna impuso la idea de un orden cósmico regulado por la casualidad. La ilusión por la libertad se debe a que somos incapaces de conocer todas las leyes que rigen la naturaleza y todas las relaciones de causa-efecto que hay detrás de cada acción. Todo cuanto sucede está determinado por una causa.
La libertad en el ámbito moral
La libertad tiene su lugar propio en el dominio de lo moral. No todos los fenómenos están rigurosamente predeterminados por leyes físicas, sino que es posible el despliegue de nuevas posibilidades de organización en virtud de la acción humana.
Libertad y responsabilidad
La libertad, fundamento de la responsabilidad: para poder hablar de responsabilidad y justicia, hay que reconocer en los seres humanos la libertad de acción y la capacidad de dirigir sus comportamientos y sus fines.
En qué consiste la responsabilidad
Es poder responder de nuestros actos y asumir sus consecuencias. Se es responsable si se ha querido hacer y se ha hecho, se ha hecho sin querer, no se quería hacerlo ni se ha hecho pero evitarlo dependía de nosotros, se ha querido hacer y no se ha hecho. Condiciones de responsabilidad son:
- Existencia de una ley
- Estar en posesión de nuestras facultades mentales
- Actuar libremente
Las condiciones de la libertad
Autonomía y dominio de uno mismo: una acción verdaderamente libre es aquella que es causada por la persona que la realiza y es aceptada por ella como su propia elección y responsabilidad. Autonomía es la capacidad de darse uno a sí mismo sus leyes, actuar respetando normas que se aceptan libremente por decisión propia, consentir conscientemente en obedecer las leyes y tener la voluntad de hacerlo. Opuesto, heteronomía es el hecho de que la ley se imponga desde fuera, sin que yo le dé adhesión voluntariamente. Moralidad es la facultad que tiene la voluntad de autodeterminarse solo por respeto al deber. La pasión es la inclinación que impide a la voluntad autodeterminarse en conformidad con principios racionales. Los estoicos consideran que las emociones y las pasiones deben ser moderadas y dominadas por la razón.
Libertad y cumplimiento de la ley
La libertad es un tipo de obediencia a lo establecido por las leyes, y eso le señala unos determinados límites, pero la convierte también en un derecho.
Libertad de y libertad para
La libertad de es la ausencia de coacción y de obstáculos a la actuación del individuo por parte de los demás. Libertad para consiste en la autonomía del individuo. Por tanto, la libertad no solo define un espacio propio en el que los demás o el estado no tiene derecho a intervenir porque cada uno es responsable de su propia libertad, sino que designa también un ideal de vida.
Los límites de la libertad
La libertad no es un derecho absoluto. Justificaciones de nuestro derecho a la libertad: la forma más antigua es la que dice que tenemos un derecho natural a la libertad. Es un requisito necesario para lograr el ideal moral último al que debe tender todo individuo civilizado: conseguir el máximo de felicidad para el mayor número de personas. Limitaciones de nuestro derecho a la libertad: el criterio moral de una persona ha de poner de acuerdo la norma objetiva de moralidad con su propia conciencia.
Modelos legítimos de restricción de libertades
Una fiesta a altas horas en una casa con música, también justificada intervención de poderes públicos para que alguien no se auto dañe. Libro que ofende religiosamente a lectores no sería porque tiene el carácter de daño moral y no físico. Tensión entre libertad e igualdad: a partir del liberalismo económico surgió el capitalismo moderno, seguido por el neoliberalismo, que defiende la libertad de empresa de modo que el estado no intervenga.
La búsqueda de la felicidad
Naturaleza de la felicidad: la felicidad no nos viene dada, tenemos que conquistarla. La felicidad es el bien supremo y un fin en sí misma. Es un estado de plenitud continuada, ligada a la satisfacción de nuestros deseos más fundamentales y al hecho, no del todo controlable por nosotros, de realizar unas potencialidades como seres humanos. Es el ideal de realización más completa posible del ser humano.
Sabiduría, virtud y felicidad
El hedonismo es la doctrina que nos dice que el placer es el principal componente de la felicidad, pero no cualquier placer hace al ser humano feliz, sino solo el placer como ausencia de perturbaciones y de dolores. También se hace referencia a que solo los deseos y necesidades naturales deben satisfacerse (Epicuro).
La dificultad de ser felices
La felicidad es un ideal al que solo podemos aproximarnos parcial y temporalmente. Contra lo que defendía Epicuro, Kant decía que el sumo bien como síntesis de vida virtuosa y felicidad, ahora bien, Kant observa que nada garantiza en este mundo esa coincidencia de vida virtuosa y felicidad, ser bueno o malo no afecta en esto. Algunos representantes del utilitarismo defienden que hay que tener en cuenta aspectos que afectan al conjunto de la sociedad, refiriéndose a la felicidad.
La realización del bien
Éticas consecuencialistas y formales:
- Eudamonista: formulada por Aristóteles y dice que la felicidad es el bien supremo, y su búsqueda, el fin de la acción moral.
- Utilitarista: el bien supremo es la utilidad, definida como el mayor bien para el mayor número de personas posibles. El único criterio para apreciar la moralidad es la consideración de las consecuencias que se derivan de él para la felicidad humana. Dos tipos, de la regla (lo que hay que someter al principio moral de la utilidad es una regla general de la acción no las acciones individuales) de la acción (una acción puede ser moral por las consecuencias de bienestar para un mayor número aunque vaya en contra de alguna regla general de acción).
Formal kantiana
El bien se define como mero objeto de voluntad o de las reglas que la rigen. Es decir, se atiende, ante todo, a las normas que rigen la voluntad humana en vez de a sus consecuencias.
El sentido del deber
Según Kant el ser humano nace como un ser libre que tiene que decidir en cada momento entre lo que comprende que es bueno y su tendencia a dejarse llevar por lo malo. Esta libertad es la causa de que sean necesarias normas morales, el objetivo de la moral es que nuestras acciones se realicen lo más posible de acuerdo con la razón y obedeciendo sus mandatos, en lugar de estar motivadas por nuestros impulsos. La ley moral se tiene que expresar como obligación incondicional de que el individuo conforme sus acciones al deber moral. Kant nos da dos fórmulas, en la primera se trata de un mandato imperativo, no de un consejo y la segunda implica el reconocimiento de los demás humanos como sujetos morales.
Legalidad y moralidad
El ser humano es capaz de realizar juicios desinteresados, o sea, que no están obligatoriamente subordinados a los deseos, a las necesidades, a los impulsos, en ellos la razón es la que determina a la voluntad de manera inmediata, en vez de permitir que lo hagan los objetos del deseo, a esta voluntad Kant la llama voluntad buena, y actúa únicamente obedeciendo a la ley moral. Diferencia entre legalidad (es la mera conformidad con la ley moral de una acción que se ejecuta por otros motivos distintos del puro respeto a la ley moral) y moralidad (es la conformidad inmediata de la voluntad con la ley moral, sin que intervengan en ella otros motivos distintos).