Metafísica de Descartes: La Búsqueda de la Verdad y la Duda Metódica
Descartes fue un filósofo nacido en Francia que buscaba un saber definitivo para que la filosofía sea la fundamentación de todo saber.
Debido a la represión de la herejía de la época, Descartes se ve obligado a limitar alguna de sus obras o a no publicarlas. Intentó no tener problemas con la iglesia aunque lo tacharon de ateo.
La filosofía moderna comenzará con su filosofía cartesiana ya que será una visión sobre el sujeto que piensa y conoce.
La Metafísica como Base de la Filosofía Cartesiana
La metafísica es la base de su concepción filosófica. La elabora tras establecer las reglas del método. Fijó una atención especial en la intuición y la moral provisional que rechaza el hecho de criticar la moral de un país. Este último nunca se llega a desarrollar sino que se extrae de su propio método.
La Duda Metódica y el Cogito Ergo Sum
Descartes parte de una verdad totalmente fiable, de la que no se puede dudar, que le servirá para deducir.
Esta verdad se corresponde con la primera verdad que defiende la existencia del sujeto, que piensa y duda, “pienso, luego existo”. La primera verdad es el cogito y a su vez este criterio se corresponde con la claridad y la distinción, es decir, todo lo que sea claro y distinto será verdadero y formará parte de la primera verdad.
La Demostración de la Realidad a Través del Pensamiento
Con la primera verdad, Descartes ha podido establecer la existencia del sujeto, del “yo” que piensa, pero eso no conlleva que exista algo más. De este modo, ahora utilizará la deducción y partirá de dos elementos: el yo y las ideas que piensa. El filósofo francés será capaz de demostrar la realidad a través del pensamiento.
Descartes tiene un concepto de idea diferente a la filosofía anterior, para él, que una idea exista en la mente no implica que exista en la realidad y ese será su objetivo, demostrar la relación entre estas: realidad subjetiva (pensamiento) y objetiva (objetos).
Clasificación de las Ideas
Para conocer esta realidad, la objetiva, Descartes realiza una clasificación de las ideas según sea su origen:
- Las ideas adventicias, provienen de una realidad exterior, las ideas aprendidas en esa realidad y que todavía no ha sido demostrada.
- Las ideas ficticias, las que resultan de otras ideas en la mente.
- Las ideas innatas, las ideas claras y distintas que las posee el pensamiento por sí mismo.
La Existencia de Dios y el Argumento Ontológico
Entre las ideas innatas, Descartes habla de la de infinito, y de perfección que provienen de un ser que contiene ambas cualidades. Para probar su existencia elabora dos argumentos:
- El argumento de la objetividad de las ideas (una idea necesita una causa real, por lo tanto, la idea de que exista un ser infinito necesita una causa infinita).
- El argumento ontológico; influencia de San Anselmo, que afirma que ese ser posee todas las cualidades de perfección de las cuales una de ellas es la existencia, de ese modo ese ser debe existir, sino sería perfecto. Para Descartes este ser es Dios.
El filósofo francés utiliza una comparación para explicar dicha existencia: la comparación con un triángulo, al igual que esta figura debe tener 180º necesariamente en la suma de sus ángulos, sino fuera así no sería un triángulo, Dios debe poseer todas las perfecciones, porque un ser si no fuera así no sería perfecto.
Dios como Garantía de la Verdad y la Realidad Extra-Mental
Tras confirmar la existencia de Dios, al que denomina sustancia infinita, garantiza el principio de evidencia ya que Dios en su infinita bondad no dejaría que mi entendimiento, se viera engañado cuando cree percibir algo con claridad y distinción, es decir, la verdad. Este principio invalida la hipótesis del genio maligno, un ser que engaña nuestra razón.
Dios también es garantía de una realidad extra-mental, de la existencia del mundo ya que no permitiría que nos engañásemos al percibir los objetos como la extensión de las ideas, pero lo que realmente garantiza son las cualidades objetivas, es decir, las cualidades primarias.
Cualidades Primarias y Secundarias
Todo cuerpo es externo y dicha extensión se puede medir por procedimientos matemáticos, como Descartes geometrizando los cuerpos.
Las otras cualidades son subjetivas, es decir, las causan ellas sobre nosotros, el olor, el color o el sonido. Son las llamadas cualidades subjetivas y el filósofo francés las elimina de la física debido a que el universo se reduce a materia y movimiento, y en esta ciencia no se estudian los principios que actúan desde el interior de los cuerpos.
El Mecanicismo y la Sustancia
En el universo, la materia no es un hecho que conlleva movimiento, pero existe. Dios es la causa primera del movimiento ya que cuando creó el universo creó materia y el movimiento y esta es invariable, se transforma pero sigue siendo el mismo. Descartes partirá de esto para deducir la inmutabilidad de Dios.
Los principios de la física también deducidos de esa invariabilidad son: el principio de inercia, el principio de dirección del movimiento y el principio de conservación del movimiento.
De la garantía de la objetividad de las ideas y de la inmutabilidad de Dios deriva la visión del universo de Descartes, la visión mecanicista, es decir, no hay causas finales, todo se puede explicar por leyes mecánicas, defendiendo que el mundo funciona como una máquina y por lo cual fundamentará la física moderna con esta visión. Todo en el universo funcionará de este modo, así que hasta los animales, autómatas sin alma, tienen sus reacciones regidas por el mecanicismo.
Por ello, Descartes recobra el concepto de sustancia de filósofos anteriores, una sustancia es una realidad que no necesita de otra para existir, lo que conlleva a que esa realidad posee existencia independiente.
Las Tres Sustancias
A cada sustancia le corresponde un atributo, cualidad que define a una sustancia, la esencia. Por lo tanto se distinguirán tres sustancias, y sus correspondientes atributos:
- Sustancia pensante y el pensamiento.
- Sustancia extensa y la extensión.
- Sustancia infinita y perfección.
El Problema Mente-Cuerpo y la Glándula Pineal
Esta realidad independiente se aplica de modo estricto a la sustancia infinita de Dios ya que es la única que verdaderamente no necesita de nada para existir. En un modo relativo, también se podría decir que el alma y el cuerpo son independientes, sin tener en cuenta la dependencia respecto de Dios, estos dos realidades no dependen la una de la otra según el filósofo francés. Sin embargo existe una relación entre ambos que Descartes explicará a través de la glándula pineal. Esta situada en el cerebro y ella acciona sobre el cuerpo. Esta explicación quedará cuestionada por otros filósofos posteriores y hasta por el propio Descartes, planteándose así un problema abierto.
Conclusión: La Influencia de Descartes en la Filosofía Posterior
Una vez establecidos los principios metafísicos de su concepción filosófica, Descartes continuará su proyecto cartesiano de unificar el saber.
Podemos señalar también la relevancia de esta teoría y lo que con ella conlleva: el dualismo metafísico, en su teoría antropológica (sustancia pensante y sustancia extensa).
Pero no solo influirá en su propia concepción filosófica sino que en la filosofía posterior también tendrá gran importancia, por ejemplo en la fenomenología-existencialismo de la filosofía alemana del siglo XX.