METAFÍSICA
Concepto
El ser humano se pregunta acerca de qué es la realidad. Necesita entenderla y adaptarse a ella o transformarla para poder vivir.
Para conocer la realidad, a lo largo de la historia han surgido distintas ciencias particulares, que tratan partes específicas de la realidad. La partícula meta se suele traducir por más allá; por su parte, physica alude a los hechos físicos o naturales. De aquí se traduce la metafísica como el estudio de la realidad que está más allá de lo material que perciben nuestros sentidos. Es la lectura del noumeno (cosa en sí).
La metafísica es el estudio de aquellos principios últimos de la realidad, que engloban a todos los hechos concretos estudiados por las llamadas ciencias particulares (historia, lengua, química…) aunque realizando preguntas más radicales y últimas.
Platón. Apuntes.
Aristóteles
Aristóteles admite una única dimensión de la realidad, la perceptual, y en ella ha de descubrirse la universalidad que requiere todo conocimiento racional. Ha de encontrar el modo de descubrir en la pluralidad de los seres la esencia que los define como realmente son sin acudir a instancias nuevas y añadidas.
Aristóteles afirmó que, aunque el ser es un concepto que comparten todos los seres, se dan diferentes modos de ser. No todas las cosas existen del mismo modo o con la misma intensidad: no es lo mismo el ser de la mesa, de la libertad o de una realidad que aparenta ser.
Para el filósofo griego, en la realidad es posible distinguir entre dos géneros supremos del ser:
Sustancia: es el sujeto –caballo- el ser que existe por sí mismo. Por ejemplo, caballo es una sustancia, en cambio el color marrón no, porque no puede existir por sí solo sino como propiedad del sujeto caballo.
Accidentes: también llamados atributos, son las cualidades del sujeto, aquello que podemos decir sobre él. Los accidentes, por tanto, no existen por sí mismos, sino en relación con el sujeto, del que expresan cosas muy diferentes: cómo es, dónde está…
Aristóteles distingue dos tipos de sustancias:
1. Substancias primeras: el individuo concreto (ej: Sócrates)
2. Substancias segundas: la especie y el género (ej: hombre, animal)
A simple vista, podría afirmarse que vuelve a caer en el platonismo, sin embargo no es exactamente así puesto que sostiene paralelamente que toda sustancia tiene existencia independiente, pero además, afirma que tanto la especie como el género, tienen existencia real y no son simples conceptos en el sentido que solo sobre ellos (y no sobre los individuos) es sobre lo que se ocupará la ciencia.
Teoría hilemórfica (materia –hyle– y forma –morphe-)
La forma
La forma es la esencia de la cosa, la sustancia segunda, la especie y es eterna. Aunque ésta no puede existir fuera de la materia. Todo lo que deviene debe poseer también materia, la cual recibe esa forma, como sujeto último de la misma.
La materia
Aristóteles distingue entre:
Materia segunda (escháte hyle). Es aquello de lo que están hechas las cosas tanto naturales como artificiales. Por ejemplo, el bronce o la carne y los huesos.
Materia primera (próte hyle) que es algo indeterminado carente de forma, cualidades o extensión e incapaz de existir independientemente.
• Lo que deviene o se engendra es el individuo concreto, el compuesto de materia y forma. Materia y forma son eternas pero no pueden existir independientemente sino tan solo como el compuesto de ambas.
El hombre en el pensamiento cristiano medieval
El pensamiento griego es el dominante hasta el siglo I. Sin embargo, a partir de esta época comienza a extenderse una nueva forma de contemplar el mundo y al hombre: el cristianismo.
Si la filosofía griega se basaba en la explicación racional, la filosofía cristiana se apoyará en la explicación religiosa. Esta nueva forma de pensar y justificar la realidad tiene sus pilares centrales en los puntos siguientes:
La verdad es revelada. Dios, único y omnipotente revela a los hombres la verdad.
La fe. El hombre asume la palabra de Dios, como herramienta inapelable de iluminación o conocimiento, a la que la razón debe obedecer.
La creación. El universo, todo lo que existe, fue creado a partir de la nada.
La Biblia. Es el libro sagrado del cristianismo, donde se recoge la palabra de Dios convertida en dogma.
Todo este cuerpo teórico forma un pensamiento teocéntrico, en el que Dios, y no el hombre, es el eje absoluto sobre el que gira y del que depende toda la realidad. Pero, para el cristianismo, ¿qué es el hombre?
La visión cristiana del ser humano se basa en tres ideas fundamentales:
Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza. Esto sitúa al ser humano como el centro de la creación, aunque debe vivir por y para Dios, conforme a sus leyes. Frente a Dios, el hombre es un ser absolutamente contingente y finito. El cristianismo defiende la dignidad e igualdad de todos los seres humanos.
El alma humana es inmortal. Frente al alma se sitúa el cuerpo material, la parte que puede incitarla al pecado.
Al final de los tiempos, el hombre resucitará en cuerpo y alma.
Descartes
Iniciador del Racionalismo, se propone romper con el pasado escolástico medieval y renovar el panorama intelectual. Para esto, utiliza la duda como método: dudar de todas las verdades establecidas dogmáticamente hasta ahora, hasta encontrar una verdad de la cual sea imposible dudar y cuya existencia es innegable.
El resultado fue su famoso pienso, luego existo.
A partir de aquí, Descartes describe la realidad en general, y el ser humano en particular, formada por dos sustancias: Sustancia (aquello que no necesita de ninguna otra cosa para existir).
Sustancia pensante: la conciencia, el yo, el espíritu, el alma.
Sustancia extensa: la materia.
Estas dos sustancias, radicalmente diferentes y opuestas, hacen que ahora el viejo problema filosófico de las relaciones entre la mente y el cuerpo se planteen de otro modo.
Hará especial hincapié en separar y distinguir entre cuerpo y mente, siendo superior el pensamiento frente al cuerpo. La mente, la razón, da al hombre su libertad: solo si la libertad humana está guiada por la razón, se puede no caer en el error a la hora de elegir entre lo bueno y lo malo, lo justo o lo injusto, etc. Por ello, la libertad y, con ella, las pasiones y emociones, deben estar dirigidas por la razón.
Añade a estas dos sustancias una tercera, la sustancia infinita: Dios.