TEMA 10: Moral y ética: Son dos términos a los que el lenguaje común suele asignar el mismo significado. Por su origen etimológico, el término ética proviene del griego ethos, que significa hábito, costumbre. Moral, por su parte, deriva de la palabra latina moralis y su significado también es costumbre.
3) Ética teleológica: El teleologismo ético significa interpretar las acciones en función de un fin. Una acción es buena o mala según las consecuencias que tenga. El principal representante del teleologismo fue Aristóteles, quien en su obra consideró que el fin al que aspira el individuo al realizar cualquier acción es la felicidad y el bienestar. Una acción es buena si nos permite ser más felices y sentir un mayor bienestar. Ética deontológica: El término deontología deriva de una palabra griega que significa deber. Según esta concepción, para juzgar si una acción es buena o mala no hay que atender a las consecuencias, sino a los principios que han guiado dicha acción. 4) Intelectualismo moral: El que más sabe es el que mejor actúa. Esta teoría recibe el nombre de intelectualismo moral; la inteligencia y el saber son caminos que nos conducen a la virtud moral. Esta concepción implica que el mal procede de la ignorancia y del error. Arte mayéutico: El arte socrático fue bautizado de esa manera, arte de dar a luz, ya que Sócrates piensa que la verdad está dentro de cada uno de nosotros y el papel del maestro consiste en ayudar al alumno a encontrarla por sí mismo, planteándole interrogantes. 5) La felicidad: reflexiones de Aristóteles: Si la felicidad es un fin último, esto significa que no puede ser un medio, sino que tiene que ser un bien supremo. Como fin último, la felicidad ha de tener valor por sí misma y no depender de factores externos. Aristóteles examina las opiniones más extendidas de su época. Este filósofo censura que la felicidad se identifique con la riqueza, con el placer, con el honor y con la gloria: *Si para alguien la felicidad y el mayor bien es la riqueza, la vida buena está relacionada con los negocios. Sin embargo, Aristóteles razona que el dinero es un medio para conseguir otras cosas, no es un fin en sí mismo. *Si se identifica la felicidad con el placer, la vida buena es la vida voluptuosa. Aristóteles razona que esta identificación es errónea porque hay placeres que no son buenos, y hay bienes que no son placenteros. *También se puede identificar la felicidad con el honor, la fama y la gloria. Sin embargo, la fama depende más de quien la otorga que de quien la recibe, y la felicidad no puede depender de elementos externos a uno mismo. Para Aristóteles, ninguna de estas soluciones es satisfactoria, sino que la felicidad consiste en vivir de forma virtuosa. Respecto a la felicidad, Aristóteles añade además dos características que son propias de toda vida feliz: *La felicidad no puede ser algo pasajero o breve, sino que tiene que abarcar la vida entera. *Si bien es un error confundir la felicidad con el placer, los bienes materiales o el honor, tampoco se puede ser feliz sin ellos. Para ser feliz no basta con tener placeres, dinero y honores, pero estas tres propiedades son necesarias.6) Relaciones de la sabiduría y la razón con la vida virtuosa que definió Aristóteles: La vida virtuosa consiste en controlar y someter al dictado de la razón las pasiones y los deseos que conforman el carácter. Aristóteles no está diciendo que no se hayan de tener deseos, sino que estos tienen que someterse a los principios de razón. Para Aristóteles, la única guía que sirve es la experiencia y la sabiduría, por lo que los más jóvenes han de tomar como ejemplo y modelo de conducta a personas más sabias y con mayor experiencia.
7) Término medio aristotélico: La buena decisión se caracteriza como aquella que encuentra el término medio entre dos extremos. El hábito de decidir bien, de escoger siempre entre dos extremos, es la vida virtuosa. El término medio se refiere al punto óptimo de rendimiento y beneficio de nuestra conducta para nosotros y los demás: es el término medio entre el defecto y el exceso. El término medio es siempre relativo, ya que depende de cada uno y sus circunstancias, y solo la experiencia permitirá enseñaros exactamente cuál es nuestro término medio particular. La virtud de la razón se conoce como prudencia. Es nuestra inteligencia práctica, la que nos permite ser precavidos antes de actuar y valorar las distintas alternativas de acción. Es una virtud que no se tiene de forma natural, sino que se aprende, y no es un aprendizaje teórico, sino práctico. 8) Cinismo: Los cínicos rechazaban cualquier forma de vida social; su ideal de vida era aquel en el que el ser humano se encuentra totalmente integrado en la naturaleza. Criticaban todas las convenciones sociales, porque pensaban que en realidad separaban a los individuos. Uno de los principales representantes de la escuela cínica es Diógenes de Sínope. 9) Estoicismo: La finalidad de la vida es la buena vida. Solo en auténtica armonía con la naturaleza el sabio podrá ser feliz. Aunque el estoicismo nació en Grecia, los principales representantes fueron romanos: Séneca, Marco Aurelio y Epicteto. Para los estoicos, la naturaleza es determinista e inexorable. Frente a los sucesos naturales, no hay alternativa y resulta en vano rebelarse. Hay que aceptar los avatares de la vida sin perturbarse. Los estoicos defendían también una concepción cosmopolita del ser humano. 10) Epicureísmo: Esta corriente moral debe su nombre al fundador Epicuro. Los epicúreos intentaron dar solución al problema de la felicidad identificándola con el placer. Para Epicuro, la felicidad consiste en evitar el dolor físico y anímico. Epicuro considera que el hombre debe eliminar las principales causas que provocan su angustia: *Miedo a los dioses: Los dioses existen, pero viven felices en su mundo perfecto, no intervienen ni para bien ni para mal en la vida de los humanos, por lo que el temor no tiene sentido. *Miedo a la muerte: El miedo a la muerte suele ser perturbador y una fuente de preocupaciones que impiden que el ser humano alcance la felicidad. *Miedo al dolor y fracaso: Hay que saber soportar el dolor, porque o bien es poco intenso o bien es breve. El miedo al fracaso está relacionado con lo que otros piensan de nosotros. 11) ¿Por qué se denomina la ética de Kant ética deontológica?: No es un moralista que pretendía dictar nuevas leyes; él toma como punto de conducta la moral que comparte la mayoría de las personas y no duda respecto a lo que se considera bueno o malo. 12) Ética de Kant en La buena voluntad y El deber: Buena voluntad: Este concepto de buena voluntad ha sido a menudo criticado, ya que se considera que a partir de él, Kant elabora una moral de intenciones y se desentiende de las consecuencias. Hay que tener en cuenta que para Kant, tener buena voluntad supone poner todos los medios que estén a disposición de uno mismo para alcanzar un fin determinado. El deber: Es la necesidad de obrar de una determinada manera por respeto a una norma o conducta. Es precisamente el concepto de deber el que permite considerar a la ética kantiana como ética deontológica. *Actuar por deber es lo contrario de actuar por intereses. Obrar moralmente o por deber supone actuar de una manera desinteresada, aunque acarree resultados negativos. *Actuar por deber no es lo mismo que actuar conforme al deber. Actuar por deber significa que el deber es la única motivación de la acción. En las acciones conforme al deber existe un interés o una motivación externa a uno mismo.