Epistemología: La Decadencia de Occidente
Nietzsche tacha a la cultura occidental de decadente por dos motivos:
- Desprecio por el cuerpo: No lo valora como sensible y humano.
- Negación de la vida: El pensamiento occidental se ha basado en la reflexión sobre el ser (ontología) desde el ser supremo (teología).
Se ha buscado el sentido del mundo fuera de este mundo, creando un trasmundo. Los que buscan ese mundo más allá y no aprecian la belleza y la miseria de este mundo son llamados trasmundanos.
Responsables de la Decadencia
Nietzsche identifica tres responsables de esta decadencia:
- Eurípides: Poeta del racionalismo socrático que suprime el coro e introduce un prólogo que racionaliza y desvitaliza la tragedia.
- Sócrates: Responsable del intelectualismo moral, dando mayor importancia a la razón y tapando los instintos.
- Platón: Hereda el intelectualismo moral de Sócrates y defiende “lo que es no deviene, lo que deviene no es”. Para Platón, el máximo grado de ser es alcanzar la Idea Bien, uniendo ontología y moral.
Nietzsche argumenta que todo el pensamiento occidental es una ontología moralizante o una moral ontológica, utilizando el pensamiento de Kant como ejemplo. Para Kant, lo nouménico solo puede pensarse, no conocerse, y donde termina la explicación por causas naturales comienza la fe racional. El único mundo existente es el creado por nosotros mismos, por el superhombre.
Además, Nietzsche critica las categorías del entendimiento como redes conceptuales que “pescan” lo que ya habíamos puesto, conceptos que matan la realidad. No podemos separar lo percibido de lo conocido, síntoma de decadencia.
Ética: Moral de Señores y Moral de Esclavos
La moral en Occidente es un hecho de la razón (según Kant), y todo ser humano es libre y moral. Nietzsche busca el origen de los valores morales en la Genealogía de la Moral, distinguiendo entre:
- Moral de señores: Creativa, afirma la vida.
- Moral de esclavos: Asume los valores de los demás y no crea otros.
La cultura occidental se ha regido por ideales ascéticos que someten al cuerpo, afirmando la vida resignadamente. Nietzsche distingue tres periodos morales:
- Premoral: El valor de la acción reside en la consecuencia.
- Moral: El valor reside en la intención.
- Extramoral: El valor se mide por la afirmación de la vida y la importancia del cuerpo.
La Voluntad de Poder y el Eterno Retorno
En su etapa constructiva, Nietzsche utiliza el lenguaje metafórico para hablar de la voluntad de poder, el eterno retorno y la muerte de Dios.
La voluntad en Nietzsche no es libre, sino fuerte o débil, creativa o reactiva. La voluntad de poder no es razón ni fuerza física, sino posibilidad de crear. La tienen aquellos que afirman la vida incluso en sus peores momentos.
El eterno retorno es el pensamiento decisivo. No hay división entre el mundo visible y el inteligible, ni nada permanente. Lo único que permanece es el devenir. Esta visión valora lo sensible y nuestros mejores símbolos hablan de ello.
Metafísica: La Muerte de Dios y el Superhombre
La crítica de Nietzsche culmina con la muerte de Dios. El superhombre es su asesino, ya que al ser creadores no admitimos a ningún creador. La muerte de Dios es la muerte de las ideas que soportan la cultura occidental, produciendo un vacío (la nada) y la aparición del nihilismo reactivo (resignación) y activo (afirmación y creación).
La creación de nuevos valores se llama transvaloración. El superhombre pasa por tres estadios:
- Camello: Asume su deber racional.
- León: Nihilista que se rebela pero no crea.
- Niño: Hace de la vida un juego, la experimenta y la afirma.
Epistemología: El Lenguaje y la Interpretación
Nietzsche critica el lenguaje conceptual, ya que defiende la cultura occidental. Los conceptos matan la realidad y el movimiento. Frente a él, aboga por el lenguaje musical (en sus primeros escritos) y luego por el lenguaje metafórico.
El lenguaje es metafórico y tiene capacidad persuasiva. El arte tiene más valor que la verdad porque se dirige a lo sensible. La realidad es un signo que requiere interpretación, aunque no hay nada que interpretar, ya que el hombre es un cuerpo situado. No todas las interpretaciones tienen el mismo valor.
El conocimiento es una invención que atenta contra la vida, una perspectiva desde un punto de vista corporal. La verdad es una ficción útil, aunque hay verdades que matan.