Nietzsche: Filosofía, Influencias y Crítica a la Cultura Occidental

Nietzsche: Un Pensador Radical

Este texto aborda el pensamiento de Friedrich Nietzsche, nacido en 1844 en Sajonia, Alemania, en una familia de pastores protestantes. Tras la temprana muerte de su padre, estudió Teología y Filología Clásica en Bonn y Leipzig, donde conoció a Schopenhauer y Wagner. La escasa valoración de sus obras y su enfermedad (sífilis) lo llevaron a renunciar a la cátedra en 1879. Viajó a Italia buscando alivio, falleciendo en Weimar en 1900, cuando sus obras ya eran famosas, aunque su hermana censuró parte de su contenido.

Contexto Intelectual

El contexto intelectual de Nietzsche es la Alemania heredera de la Ilustración, con un fuerte interés por la filología clásica y la antigüedad griega. Las corrientes de pensamiento se dividían entre el materialismo de Feuerbach, el idealismo absoluto de Hegel y la exaltación de la voluntad de Arthur Schopenhauer.

Influencias Filosóficas

Nietzsche se relaciona con Hegel, Feuerbach, Marx, Schopenhauer, Kierkegaard, Freud y los idealistas en general (Fichte y Schelling), a quienes critica. También fue influenciado por el evolucionismo (Darwin) y mantuvo relaciones con músicos (Wagner) y escritores románticos (Hörderlin).

Influencias de la Antigüedad Griega

Las primeras influencias de Nietzsche se encuentran en la antigüedad griega, especialmente en los presocráticos, a quienes redescubre, anteponiéndolos a Sócrates, Platón y Aristóteles. Destacan:

  • Heráclito: con su doctrina del eterno devenir y la lucha de contrarios.
  • Jenófanes: representante del escepticismo epistemológico.
  • Protágoras: el sofista que afirma que “el hombre es la medida de todas las cosas”.

Nietzsche critica la idea de que el hombre pueda llegar a una verdad en sí misma, argumentando que las metáforas intuitivas se toman erróneamente como cosas reales.

Impacto del Pensamiento Moderno

Nietzsche recibe el impacto del pensamiento crítico moderno, especialmente de la Ilustración, a través de empiristas como Hume y de Rousseau, con sus conceptos de bondad natural y contrato social. La bondad natural se transforma en la “inocencia del ser” nietzscheana, y el contrato social es aceptado como el origen social y convencional de la “verdad”.

Influencia de Kant y Schopenhauer

Nietzsche acepta de Kant la idea de que solo conocemos las apariencias o fenómenos, y que las cosas en sí mismas son inalcanzables. Schopenhauer es un precursor del vitalismo nietzscheano, al reinterpretar la epistemología kantiana y considerar el fenómeno como una mera ilusión. También influye el romanticismo en el arte y la filología.

Lo Apolíneo, lo Dionisíaco y la Crítica a Sócrates

Nietzsche critica la cultura occidental, centrándose en los conceptos clásicos y proponiendo la “vida” como explicación de todo. La vida es cambiante y su interpretación es más propia del arte que de la filosofía o la ciencia. Los griegos fueron los primeros en captar la vida a través de dos fuerzas estéticas:

  • Lo Apolíneo: representa el orden, la luz, la medida y el límite.
  • Lo Dionisíaco: símbolo del flujo de la vida, el no-límite y la unidad.

La grandeza griega se rompe con la aparición de la razón y el intelectualismo de Sócrates, incapaz de captar lo profundo de la vida. Nietzsche busca recuperar la visión anterior a esta crisis, tomando a Heráclito como referente. La vida es una lucha entre lo apolíneo y lo dionisíaco, siendo este último el motor y el arte la verdadera filosofía.

La Decadencia Socrática

El arte surge de la tensión entre lo apolíneo y lo dionisíaco, siendo la tragedia antigua el verdadero arte. Eurípides destierra el elemento dionisíaco de la escena, y Sócrates impone una razón crítica y un espíritu lógico, borrando la sabiduría instintiva. Sócrates y Platón impulsan una “dialéctica optimista” frente a la tragedia dionisíaca, dando origen al hombre teórico que somete a leyes los instintos de la vida. Para Nietzsche, ambos son símbolos de decadencia.

La Afirmación de la Vida

Dionisos representa el ideal de la vida, y su profeta es Zaratustra, el “afirmador de la vida”. La vida es un valor supremo que no necesita otro sentido más que sí misma. La vida es lucha de fuerzas, la “voluntad de poder”, y no una evolución orientada a la supervivencia. Esta fuerza es una manifestación de la “voluntad de vivir”.

Nihilismo, Voluntad de Poder y la Muerte de Dios

Los valores son creaciones humanas, y Dios es una proyección de lo que el hombre quiere ser. La religión cristiana es la más nefasta para occidente, al desvalorizar el mundo real a favor de un mundo inventado. Nietzsche se declara ateo, considerando a Dios y la moral como enemigos de la vida. Su lema es “Dios ha muerto”, y el pregonero es Zaratustra. La muerte de Dios implica el nacimiento del superhombre.

Crítica a la Religión

Nietzsche se une a las explicaciones psicológicas y animistas sobre el origen de Dios, argumentando que la religión nace del miedo y la necesidad. Su opinión es similar a la de Feuerbach y Marx, quienes hablan de una “ilusión religiosa” como una “alienación”.

El Cristianismo como Nihilismo

Nietzsche ataca al cristianismo por considerarlo responsable de la decadencia de occidente y por su nihilismo, que nos coloca en la nada, en el más allá. La idea de la Voluntad de poder representa su pensamiento sobre la realidad última de las cosas y la transmutación de los valores humanos. La voluntad de poder es la fuerza que define al universo y a la vida, una voluntad no solo de vivir, sino de dominio. La fuerza de voluntad logra obediencia al mandar, obteniéndose así el sentimiento de libertad. La voluntad de poder es voluntad de dominio, y el poderío da felicidad. Los valores de la sociedad del rebaño son nihilistas, vacíos, porque les falta la voluntad de poder.