Nietzsche y Platón: Dos visiones contrapuestas de la realidad

Dado el antagonismo explícito que Nietzsche plantea con la filosofía platónica parece lógico relacionar a ambos autores, aunque en ambos hay un gusto por la belleza literaria, el uso de la metáfora, de la alegoría y símiles. Platón defiende que los conceptos generales no son solo objetivos sino que tienen existencia independiente del sujeto que los piensa (mundo de las ideas). La de Nietzsche es una postura opuesta: la realidad es un perpetuo devenir caótico, por tanto, no conceptuable. Si Platón pretende en sus diálogos definir los grandes conceptos, Nietzsche, por el contrario, aboga por sustituir el lenguaje conceptual por el metafórico. La consecuencia de renunciar a un lenguaje que refleje objetivamente la realidad (la objetividad no existe, la verdad no es más que una mentira útil) es el perspectivismo: cada uno ha de crear las verdades que le hagan crecer, que se le parezcan y toda realidad es interpretación y toda interpretación es valoración; o sea, voluntad de poder frente a voluntad de verdad. De otro modo, para Nietzsche la sensibilidad es la única vía de conocimiento posible; para Platón, es el camino de error y del mero opinar. En Nietzsche, la realidad no es más que una pugna de fuerzas que quieren expresar su poder: un mundo material sensible, caótico e imperfecto. Platón defiende un mundo ideal, eterno, inteligible, inmutable y perfecto: el mundo de las Ideas, organizado jerárquicamente con la Idea del Bien en su vértice superior. Platón está a favor de un mundo eterno; Nietzsche lo está de una concepción dinámica de la realidad. Platón es partidario de la formula característica de la metafísica tradicional:”lo que es no deviene, lo que deviene no e”. Para Nietzsche ocurre justamente lo contrario: sólo lo que deviene puede tener realidad, lo que no deviene no es más que ficción, delirio,”ilusión óptico-mora”.

Para Nietzsche sólo existe este mundo. Cualquier divagación sobre otros mundos superiores nace del resentimiento contra la vida. Por el contrario, en Platón, el mundo de las Ideas da sentido a todos los otros ámbitos de la realidad. De este modo, para Nietzsche sólo la materia tiene verdadera entidad; cualquier otra realidad no es más que un”fantasm” creado por la razón. Para Platón, en cambio, sólo la Idea es verdaderamente real. Lo corpóreo tiene una realidad prestada, en tanto que imita o participa de las Ideas.

Por último, para Nietzsche el hombre es una realidad única, mientras que Platón parte de la relación conflictiva entre cuerpo y alma, en la que esta permanece prisionera de aquel, de ahí la consideración negativa del cuerpo de Platón frente a Nietzsche. Eso lleva a Nietzsche a una confianza en nuestra vida instintiva y animal. Platón propone alejarse de todo lo relacionado con las pasiones para refugiarse en lo racional. Nietzsche es partidario en general del individualismo, tanto en el plano ético (una virtud ha de ser una creación propia) como en el político (rechazo al Estado, el democratismo y el obrerismo). Platón, por el contrario, se muestra colectivista (universalismo de la virtud, comunismo de bienes e hijos y Estado aristocrático). En ambos podemos advertir un sentimiento aristocratizante opuesto a lo popular o plebeyo sostenido en una moral de esclavos.

Contexto histórico de Nietzsche

F. Nietzsche nace en 1844 en Röcken, cerca de Leipzig y muere en Basilea en 1900. Por tanto, nuestro autor fue testigo de las numerosas revoluciones que caracterizan a este siglo: Revolución industrial, Revolución Burguesa-liberal y Revolución obrera.

  • La Revolución industrial, consecuencia del desarrollo científico técnico de los siglos anteriores, favorece la aparición del gran capital y el ascenso de la clase burguesa que reivindicará un mayor protagonismo social y político y no solo económico. Esto origina un escenario de permanente conflicto, pues a la extensión de los ideales liberales de esta clase se le enfrentan los intentos de”restaura” el antiguo régimen asentado en los viejos valores aristocráticos.
  • Gracias a las mejoras higiénicas y de la medicina Europa aumenta su población. El desarrollo industrial atrae a las ciudades a la población rural, el mercado de trabajo se satura, la nueva industria paga sueldos de miseria con jornadas laborales agotadoras dando lugar a una nueva clase social, el proletariado, cuya única posesión es su trabajo. Así surgen los movimientos obreros revolucionarios internacionales contra esas condiciones sobre bases ideológicas diversas: socialismo, comunismo y anarquismo. En 1864 aparece la I Internacional y poco después los seguidores de Marx fundan la II Internacional. Ahora el movimiento obrero deja de ser un aliado de la burguesía para convertirse en su enemigo.
  • Frente al internacionalismo proletario la otra gran novedad es el nacionalismo. Las élites dominantes, liberales y conservadoras, lo utilizarán siempre que vean que esa bandera sirve para poner freno al avance del movimiento obrero. Las clases populares desarraigadas urbanas encontrarán en él un modo de pertenencia a un proyecto común. Este mismo nacionalismo buscará culpables de los males propios en los judíos.

Contexto cultural de Nietzsche

El romanticismo domina la primera mitad del siglo XIX. Supone una reacción estética contra la fría razón moderna y el neoclasicismo, Éste exalta el lado oscuro del alma, de lo irracional, lo afectivo, lo popular, el gusto por las tierras exóticas, la idealización de la vida campestre, la mitificación de la Edad Media. El artista es un bohemio, provocador, pero elitista que pretende romper los tabúes morales burgueses. La literatura y la vida de Óscar Wilde y la pintura de Toulouse Lautrec lo ejemplifican. Al romanticismo le sucederá el realismo y el naturalismo literario y la visión cientificista de la vida. En la segunda mitad del siglo XIX comienza el impresionismo pictórico apoyado en los descubrimientos de la Física en el campo de la luz. La música de Wagner alcanza su apoteosis siendo para Nietzsche ésta la”flauta de la vid”, aunque luego la considerará un ejemplo más de decadencia. Además de las nuevas ideologías políticas señaladas anteriormente, es obligado mencionar, la teoría evolutiva de Darwin y su impacto en la Europa de fin de siglo. La idea de una constante evolución basada en la oposición de fuerzas, serán inspiradoras para las filosofías de esa época.

Contexto filosófico de Nietzsche

El pensamiento de nuestro autor representa una relectura de la historia y la cultura occidental, tal que permita salir de la decadencia (nihilismo) en la que se halla, por lo que se puede decir que Nietzsche es el portavoz del fin de siglo XIX y de un nuevo tiempo.

  • La primera gran fuente de su filosofía es la relectura del pensamiento griego y la tragedia griega. De aquí obtiene la contraposición entre el ideal apolíneo socrático-platónico que enaltece la racionalidad y el concepto y el ideal dionisiaco que enaltece la embriaguez, lo sensual, el caos y lo irracional. Se concluye en la preeminencia de lo segundo sobre lo primero, tanto en el plano ontológico como en el epistemológico, que se traduce en un sí a la vida tal y como ésta es.
  • Por otro lado, el pensamiento de Nietzsche está respondiendo al debate entre los partidarios de la razón ilustrada de Kant que defiende no sólo el uso de la razón teórica, sino también su uso práctico, frente a quienes directamente hacen de la ciencia la única forma válida del conocimiento (positivismo) reduciendo la ética y la política a hechos susceptibles de ser estudiados por las nuevas ciencias: Psicología y Sociología. Su respuesta a este debate está inspirada en Schopenhauer quien sostenía que la voluntad de vivir gobierna todos los sucesos y objetos del mundo de los fenómenos; la razón no es más que una herramienta de esta voluntad. La voluntad es el ser en sí, el mundo no es más que el ser tal y como se lo representa el hombre. Lo que lleva a Nietzsche situarse en el terreno ético y político más allá del bien y del mal proponiendo un nuevo hombre creador de sentido y de sus propios valores.
  • La tercera fuente de su pensamiento es Darwin. Partiendo de las nociones de lucha por la vida y selección natural trata de conectar el concepto de voluntad anterior con el componente biológico del ser humano y su parentesco con los demás seres vivos. La afirmación de nuestra condición corpórea y la del cuerpo como fuente de deseos que se degrada por el efecto de una cultura decadente que aprisiona y mata las pasiones, el instinto de vida.