Contexto Histórico
Siglo V a.C., época de mayor esplendor de Atenas. La democracia triunfa en Atenas frente a la oligarquía, monarquía o tiranía. En el terreno filosófico, el estudio de la naturaleza pasa a un segundo plano y se centra en la reflexión sobre el ser humano: la moral, la felicidad, la política. Este cambio se conoce como giro antropocéntrico. En esta época de ilustración ateniense destacan los sofistas y Sócrates.
Los Sofistas
Para convencer y manipular, surgió un numeroso grupo de intelectuales cuya aparición está muy ligada a la de la democracia. La asamblea era el máximo órgano de gobierno. El dominio de la palabra y el arte del discurso se convirtieron en la llave para tener poder e influencia social y política. En este contexto, la función principal de los sofistas fue la de educadores o formadores (con la finalidad que les convenía). Enseñaban oratoria, retórica y erística a aquellos jóvenes de buenas familias que aspiraban a alcanzar el éxito o la fama en política, para lo cual era fundamental el dominio de la palabra. Expertos en el arte de la palabra, fueron los primeros profesionales de la enseñanza, ya que fueron los primeros en cobrar por enseñar.
Teorías de los Sofistas
- Relativismo: No hay verdades absolutas, toda verdad es relativa. La verdad es lo que cada sujeto toma por tal, cualquier opinión es verdadera si a quien la defiende le parece.
- Escepticismo: Jamás podemos estar ciertos de nada, no se podría conocer ni comunicar las verdades objetivas. La razón humana no puede, las palabras solo pueden persuadir o convencer a otros para comunicar una imagen fiel y verdadera de las cosas.
- Convencionalismo: Afirma que las leyes políticas y costumbres son el resultado de acuerdos. Para Protágoras, las leyes eran completamente arbitrarias. Para Hipias, las leyes eran antinaturales porque oprimían al débil. Para Calicles, también eran antinaturales, pero por lo contrario, porque protegían al débil.
Sócrates, en su opinión, la filosofía sólo podía practicarse mediante el diálogo cara a cara. “Solo sé que no sé nada”, con lo cual daba a entender que el primer paso en la búsqueda de la verdad está en el reconocimiento de la propia ignorancia.
El Conocimiento
La teoría de las Ideas plantea un problema: ¿cómo podemos conocer las ideas, si pertenecen a otro mundo distinto del nuestro, al mundo inteligible? La teoría platónica del conocimiento se basará en dos supuestos:
- Las cosas imitan o participan de las Ideas.
- El alma es una realidad intermedia entre las cosas y las ideas.
La Reminiscencia (Anámnesis)
En el “Menón” se plantea ya con claridad que no podemos intentar buscar lo que ya se conoce -porque sería inútil- ni tampoco lo que no conocemos -no sabríamos adónde dirigirnos ni podríamos reconocer lo buscado-. Este razonamiento indujo a Platón a concluir que no buscamos lo que desconocemos ni lo que conocemos, sino algo que es mezcla de lo conocido y lo desconocido. El recordar es una mezcla de lo que ya conocemos pero que hasta que no lo hacemos sigue estando desconocido para nosotros, así pues, conocer es recordar. Platón concibe el conocimiento de las ideas como reminiscencia. La actividad que realiza el alma al recordar la llama Platón anamnesis y la teoría que describe toda la historia del alma que habitaba en el mundo de las ideas y que luego en el mundo sensible ésta las recuerda se llama teoría de la reminiscencia. En el “Fedón” y el “Fedro” se añade que el alma tuvo que conocer las ideas en una existencia anterior, separada del cuerpo. Ese conocimiento es posible por la afinidad existente entre la naturaleza del alma y la de las ideas («lo semejante conoce lo semejante»). Puesto que las cosas imitan a las Ideas, el conocimiento sensible sirve de ocasión para el recuerdo (anámnesis). De esta manera la multiplicidad de las sensaciones es reducida a la unidad de una sola idea mediante el recuerdo. Para Platón la dialéctica es el método para dar a conocer a los demás las ideas que su alma no recuerda. La dialéctica es un diálogo entre dos interlocutores que tienen un punto de vista diferente acerca de algún tema, es un enfrentamiento en el que al final uno de los dialogantes impondrá su criterio al otro. Este método ya la usaba el maestro de Platón, Sócrates, quien además utilizaba dentro de sus procesos dialécticos la mayéutica. La mayéutica consiste en realizar una serie de preguntas al interlocutor, preguntas que tienen el objetivo de dirigirle para que con sus respuestas encuentre por sí mismo la idea olvidada que está en su alma.
Para Platón hay dos grados de conocimiento:
- La opinión, doxa, (o conocimiento sensible) es el conocimiento de las cosas del mundo sensible que nacen y se corrompen, por lo que es un conocimiento poco fiable.
- La ciencia, episteme (o conocimiento inteligible) sólo puede ser conocimiento de las cosas del mundo de las ideas, del Ser eterno e inmutable.
En el mito de la caverna Platón narra la siguiente situación: Unos hombres encadenados, que no pueden siquiera girar su cabeza hacia atrás, pasan su existencia mirando una pared por la que desfilan unas sombras ocasionadas por otros hombres, que detrás de ellos, portan objetos que van moviendo delante de una gran hoguera. Los encadenados creerían que la realidad se reduce a esa sucesión de sombras. Dice Platón que si se liberara a uno de ellos y se le sacara de la caverna para ver el mundo exterior, en un principio no podría ver nada por la fuerza de la luz del Sol, pero que luego pensaría que la auténtica realidad es la que está en el exterior, fuera de la caverna. Si luego le obligásemos a volver a la caverna y le pusiéramos con sus compañeros, volvería con cierta torpeza para volver a identificar las sombras y al contar a sus compañeros que dichas sombras no son la realidad y que él ha visto la auténtica realidad en el mundo exterior, los encadenados no le creerían y que incluso intentarían matarle. El mito de la caverna simboliza, por un lado, al mundo sensible y a la opinión con la caverna y con el conocimiento de las sombras. También simboliza la anámnesis, con la subida del encadenado al exterior (mundo de las ideas) y a la idea de Bien con el Sol y el fuego de la caverna puesto que son los que alumbran para que se puedan ver las sombras y las cosas del mundo de arriba. Por último, este mito muestra el proceso de educación del filósofo que debe enseñar a los que no “ven” lo que es la realidad.
Respecto de la Educación
La meta es la excelencia moral, la virtud y la felicidad. La clave para alcanzarlas es el conocimiento y la reflexión. El método de enseñanza es la dialéctica. La primera fase es la ironía: acorralar al discípulo con preguntas hasta llevarlo a contradicciones. La segunda fase se llama mayéutica: consiste en ayudar al discípulo a dar a luz la verdad, las preguntas adecuadas alumbran por sí mismo la verdad sobre aquello que se indaga. La búsqueda de las definiciones esenciales: una vez hubiéramos conocido lo que es la justicia, no podríamos obrar injustamente y alcanzaríamos la virtud. La ética de Sócrates: no hay virtud moral sin conocimiento y que el vicio no es más que ignorancia del bien. No hay virtud moral sin conocimiento, lo mismo que uno no es músico si no sabe de música. El vicio es ignorancia del bien, nadie obra mal a sabiendas.
Ontología
La Teoría de la Realidad: La Teoría de las Ideas
Más allá de los objetos que vemos y tocamos existen ciertos objetos o realidades que son invisibles, inmateriales, inmutables, eternos, trascendentes, no accesibles a los sentidos pero sí a la inteligencia. Las ideas son los modelos perfectos e ideales que son copiados imperfectamente por los objetos visibles y materiales que constituyen su esencia. El alma humana puede llegar a conocerlas mediante la filosofía, que este es el objetivo de la reflexión filosófica. Hay ideas de seres naturales, de todos los valores estéticos y éticos, ideas de objetos y relaciones matemáticas, incluso hay ideas de cosas fabricadas. Las ideas con las cosas visibles se relacionan porque suele emplear los términos imitación para expresar la relación entre las cosas visibles y las ideas. Las cosas copian o imitan de manera imperfecta las ideas. Está firmemente convencido de que es posible alcanzar conocimiento verdadero, el mundo de las ideas, cuya existencia es independiente de las opiniones humanas. El término idea existe con independencia de los seres humanos. La idea es la esencia común que comparten todas las cosas visibles que participan de ella y que imperfectamente la imitan.
La Idea de Bien
La idea de Bien es la idea suprema. El mundo de las ideas es un mundo jerarquizado, en la cima está la idea de Bien. La idea de Bien representa la máxima perfección. La realidad inteligible es el nivel superior de realidad, el más auténtico y real. La realidad sensible es el nivel inferior de realidad, lleva el sello del cambio y de la imperfección.
La Teoría del Conocimiento
Tiene dos niveles distintos sobre saber la realidad:
- El conocimiento científico o la episteme: es el grado superior del saber, se basa solo en la inteligencia, no en los sentidos, es universal, esencia común que comparten todos los individuos de una clase o género.
- La opinión o doxa: es un grado inferior de saber, no son la auténtica realidad sino su copia imperfecta, se basa en los sentidos.
La Dialéctica
Ciencia de las ideas, es un método inspirado en la mayéutica de Sócrates. Se basa en la razón y utiliza su capacidad para organizar y contraargumentar para lograr el conocimiento de una idea y plasmarlo en una definición.
La Teoría de la Reminiscencia
¿Cómo puede el alma humana conocer las ideas, siendo que están más allá del mundo físico? El alma humana ha tenido una existencia anterior en el mundo de las ideas. Al encarnarse en el cuerpo, el alma olvida la visión que tuvo de las ideas y tan sólo queda de ella un recuerdo confuso y borroso. Conocer consistirá entonces en reavivar, mediante el cultivo de la filosofía dialéctica, el recuerdo borroso de las ideas.
El Origen del Mundo Sensible
Echa mano del mito del demiurgo. En la formación del mundo sensible intervienen tres elementos: una inteligencia divina a la que da el nombre de demiurgo, un modelo eterno (el mundo de las ideas) y una materia amorfa, persistente, móvil y caótica. El demiurgo, tomando como modelo el mundo de las ideas, construyó el mundo sensible dando forma y ordenando la materia amorfa.