Razón práctica y dimensión ética del ser humano: Trabajo y tecnología
1.La importancia del trabajo
Consiste en una modificación/manipulación del entorno con el fin de obtener los medios necesarios para nuestra subsistencia.
Establece una triple relación:
Con el producto del trabajo
Con otros seres humanos, en el contexto de una estructura social
Con la Naturaleza
2.La alienación en el trabajo
Desde un punto de vista psicológico, el trabajador está alienado en su trabajo por cuatro razones:
Porque es desposeído del fruto de su trabajo, lo cual hace que no se identifique con él, que no lo aprecie ni valore.
Porque no dispone de su fuerza de trabajo libremente. El trabajador vende sus energías por un salario, pero no decide la tarea, ni decide el horario, ni el modo de llevar a cabo el trabajo.
Porque, en su trabajo, entra en relaciones conflictivas con otros seres humanos: con los empresarios, con los que entabla una lucha de clases. Con los otros trabajadores, porque se convierten en competidores suyos, que le amenazan con arrebatarle la fuente de su salario.
Por último, con la Naturaleza. El trabajo debería implicar una comunión con la Naturaleza, fuente de materias primas, “cuerpo inorgánico del hombre”. Pero la realidad es distinta: la Naturaleza es expoliada y saqueada. Y así, el trabajador está separado de la Naturaleza, vive separado de “su cuerpo inorgánico”.
Desde un punto de vista jurídico, la expresión de esta alienación del trabajador es el régimen de propiedad legal de los medios de producción, en manos de unos pocos empresarios.
Desde un punto de vista político, la alienación se plasma en el hecho de que el Estado sirve únicamente a los intereses de los grandes propietarios, es decir, es un instrumento más de dominación y explotación de la clase trabajadora. El estado vive a espaldas de la sociedad civil, y los trabajadores ven las actividades del Estado como algo ajeno a ellos.
3. Trabajo y cambios en la tecnología
El mundo del trabajo es el que con más rapidez acusa el impacto de las nuevas tecnologías, puesto que todo aquello que hace aumentar la productividad abaratando los costes interesa a las empresas y administraciones.
Las nuevas tecnologías pueden, en efecto, destruir empleo humano. No obstante, sería incompleto no mencionar que las nuevas tecnologías han hecho más competitivas a las empresas (y eso también salva puestos de trabajo) y que, además, a su vez, generan un sector de servicios que puede crear muchos puestos de trabajo. Así pues, las nuevas tecnologías son también fuente de empleo y riqueza para las empresas y para la sociedad. Además, las tecnologías humanizan el trabajo al eliminar pesadas tareas de carácter mecánico. En consecuencia, podemos decir que las nuevas tecnologías suponen tanto una pérdida como una ganancia, y si son masivamente adoptadas es, en definitiva, porque el saldo en este balance les es favorable. |
4.El mundo de la tecnología
Técnica: es el conjunto de los conocimientos de carácter práctico necesarios para fabricar determinados artefactos. Por extensión, entendemos por técnica el conjunto de esos artefactos. Eso incluye tanto un conocimiento práctico como el conjunto de las herramientas obtenidas mediante ese conocimiento.
Tecnología: Es aquella que se apoya en conocimientos de carácter científico para fabricar herramientas o artefactos. La tecnología es un tipo especial de técnica, basada en el conocimiento científico, mientras que la técnica puede basarse en conocimientos no científicos.
Lewis Mumford ha estudiado el impacto de la técnica en nuestra sociedad, dividiéndola en tres grandes períodos, según el tipo de técnica predominante:
Una era eotécnica, basada en la energía del viento y el agua.
Una era paleotécnica, basada en la energía del carbón.
Una era neotécnica, basada en la ciencia.
5.Riesgos y ventajas de la tecnología
Bien utilizada, la tecnología es sin duda de gran utilidad para el ser humano, mejorando su vida, facilitando su trabajo, eliminando tareas duras y penosas, permitiéndole ahorrar tiempo y proporcionándole incluso salud y bienestar.
En primer lugar, que la tecnología no está exenta de riesgos, entre los que hay que destacar las dependencias y la alienación tecnológica en el trabajo. Vivimos en un mundo tecnificado, en el que hasta los actos más cotidianos requieren de ayuda tecnológica. Por eso, es evidente que corremos el riesgo de sobrevalorarla por encima de las personas. En segundo lugar, la tecnología ofrece muchas ventajas y beneficios, en función de cómo sea utilizada, por lo que no podemos decir que sea buena o mala de modo intrínseco, sino de modo relativo. Una misma tecnología puedes ser muy útil o una fuente de estrés y problemas. |