Razón vital: La síntesis de Ortega y Gasset entre razón y vida

Razón Vital: La Síntesis de Ortega y Gasset

Introducción

Si priorizamos la razón sobre la vida, parece que olvidamos algo esencial y anterior a la razón misma. La razón, en su abstracción, no capta el flujo constante de la vida. Sin embargo, ceder al predominio de la vida sobre la razón tampoco es la solución, ya que implica renunciar a un atributo definitorio del ser humano. Para Ortega y Gasset, el hombre se proyecta hacia el futuro a través del pensamiento, mientras que la vida se limita al presente. Para superar esta dicotomía, Ortega desarrolla el concepto de razón vital.

La Razón Vital

Ortega argumenta que, en el ser humano, razón y vida son inseparables. La razón no existe de forma autónoma, como un sujeto cartesiano, sino que está arraigada en la vida. Por lo tanto, es erróneo separar la razón de la vida. No obstante, tampoco podemos reducir la realidad humana a la mera vida, como critica Ortega al vitalismo nietzscheano. El ser humano, además de vida, es proyecto. Vivimos en el presente, pero planificamos y anticipamos el futuro. Esta capacidad de futurización es una característica de la razón humana. Si solo fuésemos vida, estaríamos atrapados en el presente, sin capacidad de previsión, llevando una vida animal. Vivir irracionalmente es dejar de ser humano, ya que la razón es tan parte de nuestro ser como la vida.

El Raciovitalismo

Ortega observa indicios de una nueva perspectiva: el raciovitalismo, que supera tanto el dogmatismo racionalista como el relativismo vitalista. Con esta teoría, Ortega no solo resuelve la polarización razón/vida surgida de la crítica de Nietzsche a la filosofía moderna, sino que también desarrolla una filosofía conectada a la realidad cotidiana y a su contexto histórico. Todo proyecto vital, afirma Ortega, se enmarca en una situación histórica. Cada ser humano elabora su proyecto vital desde la perspectiva de su propia situación histórica, al igual que dos personas no pueden contemplar el mismo paisaje de la misma manera debido a sus diferentes perspectivas espaciales.

La Doctrina del Punto de Vista

En su capítulo “La doctrina del punto de vista”, Ortega introduce el concepto de razón histórica. El error del pensamiento filosófico ha sido presuponer que un sistema filosófico puede ser eternamente válido. La razón humana opera dentro de un marco histórico y refleja ese momento. Toda certeza racional es válida solo desde un determinado punto de vista. Esto no implica la inexistencia de la verdad, sino que, desde la perspectiva del raciovitalismo, existe una verdad integral que se alcanza articulando las perspectivas de todos los individuos a lo largo de la historia.

Relación con Otra Posición Filosófica: Nietzsche

Al comparar la filosofía de Ortega con la de Nietzsche, destaca la diferencia en la valoración de la razón y la vida. Ortega critica el concepto de vida de Nietzsche, argumentando que su vitalismo es una afirmación del irracionalismo. Dejarse llevar por este irracionalismo implica renunciar a la razón, una característica constitutiva del ser humano.

La Razón

Para Nietzsche, la razón es engañosa, traiciona los valores originarios y falsea la vida. Por lo tanto, debe ser rechazada en favor del instinto vital. Ortega rechaza esta postura, ya que renunciar a la razón significa renunciar a la capacidad de proyectar y planificar, una característica esencialmente humana.

La Filosofía

Nietzsche critica la civilización occidental, considerando toda verdad como subjetiva y la filosofía como un síntoma de decadencia. Ortega, en cambio, afirma la necesidad de la filosofía como actividad inherentemente humana. Renunciar a la filosofía es renunciar a cuestionar el mundo, lo que implica dejar de ser humanos. La radicalidad de la filosofía es indispensable para la forma en que el ser humano vive en el mundo.