René Descartes: Iniciador de la filosofía moderna y su influencia en el conocimiento y la ciencia
René Descartes nace en 1596 y es considerado el iniciador de la filosofía moderna (XVII-XVIII). Participa en la Guerra de los Treinta Años, después se va a Holanda en busca de tranquilidad y al final de su vida se traslada a Estocolmo para dar clases de filosofía a la reina de Suecia, muere en 1650.
La filosofía de la época se resume en tres elementos:
- Importancia de la razón humana, como único modo de conseguir certeza en el proceso de conocimiento, esto lleva a rechazar el conocimiento empírico.
- El mundo puede ser entendido racionalmente, puesto que está formado por materia y movimiento (mecanicismo); que son dimensiones cuantificables mediante las Matemáticas.
- El hombre queda reducido a la parte pensante, el alma o razón, como origen de la seguridad en el conocimiento. La existencia de la razón va a ser el punto de partida.
En el siglo XVII la revolución científica líquido la cosmovisión aristotélico-escolástica y puso en marcha una nueva manera de entender el mundo. Descartes contribuye al desarrollo de este paradigma científico que se está desarrollando y que será conocido como mecánica clásica; somete análisis lo que los científicos hacen, reflexiona y aclara en qué consiste conocer y dar un fundamento al conocimiento, lo que le lleva a concluir que: Conocimiento es certeza: solo si estamos ante un saber seguro indudable hay conocimiento.
La certeza se garantiza cuando el entendimiento y sus reglas: considera que la verdad es adecuación del entendimiento.
Prescindir de los datos de los sentidos y seguir las reglas del entendimiento hacen las matemáticas: analizando las matemáticas descubre un modo de operar que puede ser generalizado y aplicado a otras ciencias, se le llama “mathesis universalis”.
A la mathesis universalis la identifica con la razón, Es un lenguaje Universal, único para todas las ciencias de todos los humanos. Una vez desarrolado, todas las ciencias se puede estructurar en una unidad orgánica.
La mathesis universalis se descompone en cuatro reglas que Descartes denomina las reglas del método:
- Evidencia: No admitir nada como verdadero que no sea evidente, va siempre acompañada de claridad y de distinción; la claridad está presente ante la mente, la distinción está perfectamente determinada.
- Análisis: Dividir lo complejo en partes simples para percibirlas clara y distintamente.
- Síntesis: Reconstrucción deductiva del saber a partir de los elementos simples conocidos por intuición.
- Enumeración: Revisar el proceso para estar seguros de que a lo largo de la deducción no omitimos ningún paso y queda claro y distinto.
Para llegar a una verdad que cumpla con la fundamentación, se lleva a cabo la duda metódica.
Descartes aplicará los pasos del método a otros saberes, empezando por la metafísica, tendremos que aplicar las reglas del método; Primero encontrar una evidencia absoluta que no se pueda dudar bajo ninguna circunstancia, se trata de una duda metódica, si encontramos algo indudable será la certeza absoluta que encontraremos a través de los pasos siguientes:
- Duda de los sentidos: Tratan lo complejo, conque los sentidos son oscuros y confusos y a menudo nos engañan.
- Duda de la realidad: Descartes sostiene que es fácil dudar de la realidad de las cosas.
- Duda del entendimiento: Las verdades nos las dan las matemáticas.
- Hay algo que permanece indudable, que dudamos, por eso será imposible dudar de que dudamos. Dudar es la forma de pensar conque existimos, “pienso, luego existo”.
Descartes va a justificar la existencia de algo aparte del Yo con un análisis del propio pensamiento, manejando tres tipos de ideas:
- Advertencias: Aquellas que parecen provenir de la experiencia externa.
- Facticias: Ideas formadas a partir de las anteriores.
- Innatas: Ideas que se desarrollan a través de la razón, ideas tales como la de extensión, pensamiento e infinitud.
Infinitud es aquello a lo que no le falta nada en el orden de ser, lo infinito y lo perfecto son la misma idea. El cristianismo tiene a Dios como un ser perfecto. La idea de infinitud es igual que la idea de Dios.
Descartes emplea argumentos para demostrar la existencia de Dios:
- Primer argumento cartesiano: Comienza en la idea de un ser perfecto que se halla en la mente.
- Segundo argumento cartesiano: Parte de la idea de un ser perfecto. Yo no tengo esas perfecciones pero tiene que haber un ser que sí las tenga.
- Si Dios existe es incompatible con la existencia del genio maligno, las cualidades al no ser cuantificables quedan descartadas. El mundo es igual a la extensión.
Descartes define la sustancia como “una cosa que existe de tal manera que no necesita de ninguna otra para existir”. Descartes argumenta que sustancia es un término con el que podemos referirnos a Dios, sustancia corpórea y sustancia pensante constituyen los tres tipos de sustancias que componen la realidad.
La sustancia pensante (Res cogitans): Cada conciencia individual, es una sustancia pensante y cada sustancia pensante es simple e inmortal, ya que toda destrucción natural se produce por división.
La sustancia corpórea (Res extensa): es el reino de lo cuantitativo, su estudio corresponde a la física (cinemática) y en ella rige un determinismo absoluto.
La física sustancia extensa (res extensa): los cuerpos, cuyo atributo es la extensión. La extensión es reductible a cantidad, permite que su método sea el de la mathesis universalis y que la física tenga el estatuto de ciencia, de saber cierto.
La extensión tiene como modos fundamentales la figura y el movimiento, calificados por Descartes como cualidades primarias.
Dado que en el mundo corporal no existen más cosas que figuras y movimientos, para que una cosa provoque un cambio en otra debe incidir sobre ella por contacto. Todos los seres son máquinas. Por eso se dice que la física de Descartes es mecanicista.
Las leyes fundamentales que rigen la maquinaria del mundo son:
- Principio de inercia: Cada cosa permanece siempre en el mismo estado en que se encuentra (salvo choque o impulso de una cosa externa).
- Ley de conservación de la dirección rectilínea: Todo tiende a moverse en línea recta.
- Ley de conservación de la cantidad de movimiento: La idea central de esta ley es la de que la cantidad de movimiento permanece constante en el cosmos.
Para Descartes no existe el vacío. Dado que lo que caracteriza a los cuerpos es la extensión, es contradictorio hablar de algo extenso pero vacío. En la vida cotidiana cuando decimos que algo está vacío estamos diciendo que no hay un tipo de cuerpo que esperábamos encontrar.
Aplicado al cosmos en general Descartes dice que todo está lleno de tres tipos de materia.
- La materia gruesa, que es el constituyente fundamental de los cuerpos que percibimos directamente con los sentidos.
- El éter, materia constituida de partículas más sutiles, y que llena gran parte del espacio.
- Las partículas de luz, que son las más finas de todas y por eso pueden colarse por entre las otras, incluso a través de la inmensidad del espacio.
Alma y cuerpo son dos sustancias separadas. Según Descartes, la muerte no se produce porque el alma se separe del cuerpo, sino porque este deja de funcionar.
El conocimiento sensible se produce cuando las cosas impresionan los órganos de los sentidos. Debe entenderse como si los cuerpos emitieran determinados tipos de figuras las cuales se grabarían en los sentidos externos produciendo en ellos ciertas modificaciones. Las modificaciones en los sentidos externos provocarían modificaciones en una parte del cuerpo llamada sentido común. El sentido común transmite las modificaciones de su estado a otra parte llamada imaginación. Tanto las modificaciones del sentido común como las de la imaginación deben ser entendidas también como figuras diversas. En la parte del cerebro donde está localizada la imaginación y el sentido común, se originan los movimientos de los espíritus animales. Descartes llama así a una multitud de partículas que, según él, recorrerían las venas y los nervios. Estos espíritus animales al desplazarse más hacia unos sitios que hacia otros provocan los movimientos de los músculos.
Pese a ser sustancias y realidades independientes entre sí, entre el alma y el cuerpo se produce una interacción, aunque Descartes se limita a sostener que el alma y el cuerpo se unen en la glándula pineal.
En el alma reside la capacidad general de pensar. El pensamiento se da de dos modos generales: como entendimiento, o como voluntad.
El entendimiento a su vez puede darse bajo los modos de sentir, imaginar o concebir.
Cuando el entendimiento es pasivo, y es determinado por la imaginación y el sentido común entonces sentimos. El entendimiento coloca a la voluntad en el trance de tener que elegir entre opciones contradictorias, es impulsada por deseos que no puede realizar, etcétera. Por eso el hombre debe intentar un conocimiento claro de todas sus ideas.
Cuando el entendimiento actúa solo, concebimos.
A su vez, la voluntad, se da bajo los modos del admirar, desear, odiar, afirmar, negar, dudar, y asintiendo, o no asintiendo, a los juicios. En la voluntad radica precisamente la posibilidad del error. Cuando algo es claro y distinto la voluntad no puede más que asentir a ese conocimiento. Pero la mayoría de nuestros conocimientos no son claros y distintos y entonces es la voluntad la que se pronuncia sobre ellos.
La voluntad es libre y puede pronunciarse sobre cualquier cosa, por lo que tiene un campo de acción mayor que el entendimiento, es más, tiene un campo de acción infinito. Y es por esto que Descartes llega a decir que es por la voluntad por la que nos asemejamos a Dios.
En Dios voluntad y entendimiento se identifican.