René Descartes: La Duda Metódica y el Cogito

El Método Cartesiano y la Búsqueda de la Verdad

René Descartes plantea cómo avanzar con seguridad en el conocimiento, considerando la razón humana como una herramienta valiosa y eficaz. Se pregunta cuál es el motivo de los errores filosóficos anteriores, y piensa que estos errores han sido motivados por la falta de método en la búsqueda de la sabiduría, es decir, en la filosofía. Descartes anticipa que su método no es único, sino un resultado personal. Este método, formado por reglas fijas, no lo concibe para exponer teorías, sino para descubrir verdades. De ahí que el orden propuesto en su método no es el orden natural de las cosas, sino el de nuestro conocimiento de ellas por medio de la razón.

Los orígenes de este método se encuentran en el análisis geométrico y en el ideal de la ciencia como sistema deductivo. Este análisis intentará deducir la proposición que se trata de demostrar a partir de otras ya conocidas y demostradas. El método cartesiano refleja la estructura de la razón humana y se puede aplicar a cualquier área del conocimiento. Por ello, la ciencia universal es fundamental. Precisamente por eso, cualquier tipo de conocimiento racional deberá ajustarse a sus pautas.

El Axioma

Un axioma es una proposición cuya verdad resulta evidente sin que sea necesario demostrarla, y sobre esa base se van construyendo las teorías científicas. Se usa además, especialmente en Lógica y en Matemática, para las proposiciones que se usan como reglas o punto de partida, no resultando derivadas de otras, sino que otras proposiciones se derivan de ellas, pues se aceptan por ser evidentes y necesarias. Siendo su demostración o bien imposible, o de lo contrario, inútil. Si se niegan se produce una contradicción, como sucedería si tratáramos de negar que todo individuo es igual a sí mismo. Un claro ejemplo de axioma es el sentado por Descartes: “Pienso, luego existo”.

El Dualismo Cuerpo-Alma

Descartes reactiva el dualismo cuerpo-alma de Platón. Según Descartes, el cuerpo está gobernado por leyes mecánicas. Como vemos, Descartes tiene una postura meramente mecanicista (esta teoría reduce al ser vivo a una serie de causas y efectos estrictamente físico-químicos). Por contra, el alma es una sustancia que de ninguna manera se puede someter a las leyes mecánicas que rigen el cuerpo. El alma es libre. Descartes rechaza la posición teológica de Aristóteles. Además, como toda la naturaleza y materia está en el orden inferior al del pensamiento humano, la naturaleza queda a disposición y servicio del ser humano.

La Duda Metódica y la Primera Certeza: El Cogito

En la aplicación del método para alcanzar alguna verdad indudable, Descartes tropieza con la duda. Se trata de una duda sistemática que debe aplicarse a todos los conocimientos. Descartes duda de todo para conocer algo. También encuentra un gran número de motivos para dudar.

  • Duda primero de los sentidos, ya que son fuente de engaño habitual.
  • También duda de la realidad, ya que dice que no hay criterios fiables para determinar si las cosas son reales o sueños.
  • La tercera sería una duda por la capacidad de la inteligencia para establecer racionalismos, con la que pone en duda incluso las verdades matemáticas.
  • Y una cuarta que amplía el proceso con la hipótesis de un genio maligno que impide a los humanos fiarse del funcionamiento del entendimiento.

Descartes llegaría al escepticismo más absoluto con estas dudas, por lo que esto será un paso previo a partir de la primera verdad, lo indudable, que será la intuición de la propia existencia.

Se puede dudar de todo menos de que se está dudando, que esta sería la evidencia absoluta. Precisamente por esto escapa de la duda. Es el punto de partida de toda su filosofía (el cogito). Esto le permitirá avanzar de forma segura, para ello necesitará aclarar los contenidos del pensamiento.

Tipos de Ideas

Descartes llega a establecer la verdad indubitable, la primera certeza. Se define a sí mismo como una cosa que piensa. Lo que va a hacer ahora es examinar qué cosas hace esa cosa que piensa. Se encuentra con tres tipos de ideas:

  • Adventicias: ideas que parecen que vienen de fuera.
  • Facticias: ideas que construye la mente a partir de otras.
  • Innatas: están en la mente desde que nacemos, por ejemplo, la idea de Dios o las concepciones matemáticas.

Descartes ha concluido que la única verdad indudable es la del objeto que piensa, por lo que tiene que ser una propiedad interna de esa idea que hace que se pueda llamar una verdad evidente. Y si la verdad es una característica más de las ideas, entonces está en la razón. Por eso Descartes se aleja del realismo y se convierte al idealismo, en el que queda por demostrar si el ser humano es más que un sujeto pensante.

Dentro de la idea de sustancia va a encontrar Descartes las tres sustancias (pensante, extensa e infinita), lo que le va a llevar a tener que hacer una distinción entre las sustancias.

La Existencia de Dios y el Mundo

Una vez que Descartes ha demostrado la existencia de una sustancia pensante y que ha distinguido tres tipos de ideas, encuentra que en las ideas innatas hay tres sustancias (pensante, extensa e infinita). La sustancia pensante (mente) sabemos que existe, ya lo demostró con el cogito, y su característica es el pensamiento. Otra es la extensa (cuerpo), las cosas físicas, y su característica será la extensión. Y otra sería la infinita (Dios), su característica sería la perfección infinita. Para demostrar que existe, tendrá que demostrar la existencia de Dios.

Lo que tiene como seguro es la sustancia pensante. Ahora tiene que demostrar que existe algo más para escapar del solipsismo (la existencia del mundo es cuestionable y solo hay seguridad absoluta de la propia existencia). La manera que va a tener Descartes de demostrar que hay algo más que un mundo exterior es demostrar que Dios existe, es decir, la sustancia infinita no solamente como idea sino como existente. Lo demuestra mediante varias pruebas, pero la principal es el argumento ontológico de San Anselmo: dice cómo es posible que tengamos las ideas de perfección e infinito si solo Dios es perfecto e infinito, luego tiene que existir Dios.

El hecho de haber demostrado la existencia de Dios implica que el conocimiento está garantizado, puesto que si Dios existe y es bueno no nos va a crear con un conocimiento que sea inválido. Tiene un problema, que es un razonamiento circular.

Las Pasiones y la Libertad

Descartes y los autores de la época moderna se han inspirado y han visto cómo en la física se producían avances. Esta visión sobre la física les va a llevar a contemplar el mundo como una máquina, algo mecánico sujeto a las leyes físicas. Como hay leyes físicas, como cualquier fenómeno que se produce en el mundo físico no depende de la voluntad de nada, sino que es una respuesta a una cadena de causalidades previas, conciben el mundo como una especie de máquina donde no hay cabida para la voluntad, la libertad… Si Descartes se hubiera quedado aquí, habría introducido al ser humano en ese mismo mundo y habría concedido al ser humano como privado de libertad. Pero como Descartes es dualista, igual que San Agustín y Platón, defiende que además de cuerpo (sustancia extensa), el ser humano está formado por una sustancia pensante, es decir, el alma, que al ser inmaterial es capaz de escapar de las leyes de la física (mecanicismo frente a libre albedrío). Para Descartes todo el mundo es mecánico, determinista, todo se puede predecir, no dando lugar a la voluntad ni libertad, excepto el ser humano porque tiene alma.