Santo Tomás de Aquino: La Relación entre Razón y Fe
El Contexto Histórico
La relación entre razón y fe se convirtió en un tema central del pensamiento medieval. En el siglo XI, los llamados dialécticos otorgaban la primacía a la razón. La corriente escolástica agustiniana, por su parte, consideraba que la razón recibía una “iluminación” divina, tendiendo a confundir los campos de la razón y la fe. El averroísmo latino, con su teoría de la doble verdad (una proposición, como “El mundo es eterno”, podía ser verdadera según la filosofía, pero no según la fe cristiana), hacía necesaria una dilucidación de este problema.
La Respuesta de Santo Tomás
Santo Tomás de Aquino reaccionó contra los averroístas negando la posibilidad de contradicción entre razón y fe. Afirmaba que:
- La razón es una facultad natural del ser humano. Santo Tomás sostenía que nuestro conocimiento parte de los sentidos, tiene su origen en la experiencia sensible, y por lo tanto, el objeto del entendimiento no son las realidades inmateriales, sino el ser de las realidades sensibles materiales. El conocimiento de lo universal o esencial se alcanza mediante la abstracción.
- La fe es la aceptación de lo que Dios ha revelado. Proporciona información, más allá de los límites de la razón, sobre la naturaleza de Dios y el destino del hombre. Esta información revelada no suprime la razón, sino que la perfecciona.
Para Santo Tomás, no hay contradicción entre razón y fe. Dios es el autor de todo, del mundo natural accesible a la razón y del sobrenatural accesible a la fe. Además, Dios es el autor de la fe y de la razón. En caso de aparente contradicción, la razón debe ser revisada, ya que la fe, como revelación divina, no puede engañarnos.
Tres Tipos de Verdades
Santo Tomás negaba la teoría averroísta de la doble verdad, es decir, que la fe y la razón pudieran conducir a verdades contradictorias. Distinguía tres tipos de verdades:
- Artículos de fe: Provienen de la autoridad de Dios y se obtienen por medio de la fe. Por ejemplo, la proposición de que Dios es uno y trino.
- Verdades naturales: Son dominio exclusivo de la razón y tratan del mundo natural. Por ejemplo, las verdades de la geometría.
- Preámbulos de la fe: Son verdades que se pueden conocer tanto por la fe como por la razón. Por ejemplo, que Dios existe, que Dios es uno y creador del mundo, o que el alma humana es inmortal.
La existencia de los preámbulos de la fe indica que hay verdades comunes a la fe y a la razón. Son dos fuentes de conocimiento. La teología toma sus contenidos de la fe en las Sagradas Escrituras, mientras que la filosofía toma sus contenidos de la razón. Las verdades de la fe sirven como criterio de verdad. Si la razón llega a conclusiones distintas de la fe, se debe considerar que las conclusiones de la razón son falsas y que las argumentaciones de la razón deben ser revisadas.
La Relación entre Teología y Filosofía
La teología usa de la filosofía como ciencia “inferior y sierva”. La razón puede prestar una ayuda considerable a la fe. La teología toma sus principios de la fe, pero toma de la razón:
- Los procedimientos de ordenación científica.
- Las armas dialécticas para enfrentarse a las afirmaciones de los filósofos que contradicen los artículos de fe.
- Los datos científicos o aportaciones de la filosofía que puedan ser útiles para el esclarecimiento de los artículos de la fe.
En definitiva, Santo Tomás, en línea con San Agustín, consideraba que es mejor entender que solo creer.
El Conocimiento Humano: Proceso del Conocimiento
El Objeto del Saber
Al igual que en Platón y Aristóteles, Santo Tomás consideraba que el objeto propio del saber es el conocimiento de lo universal. “El objeto propio del entendimiento humano es la esencia”. Explicar el conocimiento humano es explicar la relación entre los sentidos (aspecto material) y el entendimiento (aspecto inmaterial). Sentidos y entendimiento son inseparables debido al carácter compuesto del ser humano en cuerpo y alma.
El Proceso del Conocimiento
De acuerdo con Aristóteles, Santo Tomás consideraba que el conocimiento humano comienza con los sentidos. El proceso del conocimiento es el siguiente:
- Las cosas impresionan nuestros sentidos dando lugar a la “especie sensible”.
- La “especie sensible” se almacena en la memoria o en la imaginación en forma de imagen. Esta imagen sigue siendo particular, no universal.
- El entendimiento agente abstrae la esencia, obteniendo lo universal a partir de lo particular.
- El entendimiento paciente produce el concepto. El concepto se aplica a las imágenes formando juicios. Todo juicio es un enlace de sujeto y predicado, por el cual el predicado se dice del sujeto.
Santo Tomás formula la teoría de la verdad como adecuación de un juicio a un sujeto de atribución. Por ejemplo, “ser calvo”, “estar sentado”, etcétera, son predicados ciertos si coinciden con lo que sucede en el sujeto de atribución, es decir, si efectivamente, el sujeto es calvo, está sentado, etcétera. En definitiva, una proposición es verdadera cuando coincide (se adecua) con lo que sucede en el sujeto de atribución.