Transformación del Pensamiento en la Edad Moderna: Racionalismo y Empirismo

La Edad Moderna: Un Cambio de Paradigma (Siglos XVII-XVIII)

La Edad Moderna, comprendida entre los siglos XVII y XVIII, fue un período de profundos cambios intelectuales. El siglo XVII presenció el auge del Renacimiento, mientras que el siglo XVIII fue testigo de la Ilustración. Estos movimientos marcaron una transformación en la forma de pensar, impulsada por una revolución científica que desplazó la física aristotélica por la física moderna.

El Fin del Geocentrismo y el Surgimiento del Heliocentrismo

La transición del siglo XV al XVI fue crucial. La física aristotélica, que había dominado el pensamiento desde el siglo IV a.C., comenzó a desmoronarse. El geocentrismo, que situaba a la Tierra en el centro del universo, fue desafiado por el heliocentrismo, que proponía al Sol como centro. Esta nueva visión, aunque científicamente más precisa, encontró resistencia por parte de la iglesia y la comunidad científica, ya que implicaba que el ser humano dejaba de ser el centro del universo.

La Matematización del Universo y el Método Científico

Una vez aceptado el heliocentrismo, se produjo la matematización del universo, donde las matemáticas se convirtieron en la herramienta principal para explicar los fenómenos naturales. Se llegó a la conclusión de que el universo era infinito. Además, se adoptó el método hipotético-deductivo, que combinaba la inducción (experiencia) y la deducción (razón), impulsado por figuras como Galileo.

Pasos del Nuevo Método Científico:

  1. Observación de un fenómeno.
  2. Formulación de hipótesis (basada en análisis).
  3. Desarrollo de una teoría (síntesis).
  4. Verificación, que conduce a una ley científica.

La Edad Moderna se caracterizó por la secularización del pensamiento, donde el conocimiento se desligó de la fe, y la razón y los sentidos se convirtieron en las principales fuentes de conocimiento.

Racionalismo y Empirismo: Dos Corrientes de Pensamiento

En el siglo XVII, surgieron dos corrientes filosóficas principales: el racionalismo y el empirismo.

Racionalismo: Para los racionalistas, la razón es la principal fuente de conocimiento, y las ideas innatas son el objeto de conocimiento. Argumentaban que los sentidos nos engañan y no son fiables. La conciencia, según el racionalismo, está llena de contenidos desde el origen.

RACIONALISMO

EMPIRISMO

FUENTE DE

CONOCIMIENTO

Razón

Sentidos

OBJETOS DE

CONOCIMIENTO

Ideas innatas

Ideas adquiridas

ORIGEN DEL

CONOCIMIENTO

Conciencia (cargada de contenidos)

Conciencia (vacía de contenidos)


Descartes y el Método Cartesiano

Descartes (S. XVII): René Descartes, filósofo francés, fue un defensor del racionalismo. Propuso el método cartesiano, un conjunto de reglas para distinguir lo verdadero de lo falso y alcanzar el conocimiento.

Las Cuatro Reglas del Método Cartesiano:

  • Sometimiento del conocimiento a la duda.
  • Análisis (dividir el problema en partes más simples).
  • Síntesis (reconstruir el conocimiento de lo simple a lo complejo).
  • Verificación (revisar el proceso para asegurar la validez).

La primera regla, el sometimiento del conocimiento a la duda, es la principal diferencia con el método científico hipotético-deductivo. Descartes dudaba de todo, incluso de sus propios sentidos, para encontrar una base sólida para el conocimiento.

Tipos de Duda Cartesiana:

  • Duda sobre los sentidos.
  • Duda sobre la distinción entre sueño y vigilia.
  • Duda sobre las proposiciones matemáticas.

Descartes se preguntaba si había algo de lo que no se pudiera dudar. Llegó a la conclusión de que el hecho mismo de dudar era una prueba de que pensaba, y por lo tanto, existía: “Pienso, luego existo”.

Las Tres Sustancias de Descartes:

  • Sustancia pensante (mente).
  • Sustancia corpórea o extensa (cuerpo).
  • Sustancia infinita (Dios).

Descartes dedujo la existencia de Dios a partir de la idea de perfección que encontraba en su mente. Para él, las ideas podían ser actos del pensamiento o representaciones de objetos. Distinguía tres tipos de ideas:

  • Ideas adventicias: Representan objetos percibidos por los sentidos.
  • Ideas facticias: Son creadas por el sujeto a partir de otras ideas.
  • Ideas innatas: Son ideas que vienen con nosotros al nacer, como la idea de infinito, que para Descartes se asocia con Dios.

Descartes argumentaba que no puede haber idea sin objeto, y que Dios es el objeto que garantiza la existencia de la sustancia extensa. La sustancia extensa es evidente porque Dios, como ser perfecto, no nos engaña.

El Dualismo Cartesiano y el Problema de la Comunicación de Sustancias

Descartes definió la sustancia como aquello que no necesita de nada ni de nadie para existir, siendo Dios la sustancia suprema. Aplicó esta definición al pensamiento y la extensión, estableciendo el dualismo cartesiano: ni el pensamiento necesita del cuerpo para existir, ni el cuerpo necesita del pensamiento. Sin embargo, surge el problema de cómo se comunican estas sustancias, un enigma que aún no tiene respuesta.

Los empiristas cuestionaron la posibilidad de tener experiencia de las tres sustancias, lo que llevó a algunos al ateísmo, ya que no hay experiencia sensible de Dios ni de nosotros mismos. Para Descartes, el cuerpo era una máquina sin fuerzas ocultas, lo que lo diferenciaba de otras corrientes de pensamiento.