Vitalismo:

Para N, los problemas de la filosofía son problemas de valores, ya que el valor es el fundamento de las concepciones del mundo y la vida. Para N, tener una concepción consiste en preferir un valor antes que una realidad determinada.

La vida es el fundamento de todos los valores. Para N, el ser y la realidad son un movimiento, devenir y perspectiva, resultado de un proceso eterno. La vida es un modo de la realidad, un movimiento espontáneo que se expresa como actividad, desarrollo, expansión de fuerza y energía. Para N, se manifiesta como una fuerza de lucha o resistencia. La vida es una fuerza psicológica y el mundo hay que interpretarlo como un animal viviente.

Nihilismo:

Según N, representa la situación de desorientación en el mundo a la que ha llegado el hombre como consecuencia de la muerte de Dios. Los nihilistas son hombres que han visto hundidos sus ideales y que no se atreven a superar la situación del presente. El nihilista no es capaz de aceptar la vida porque incluye dolor, y su voluntad niega la vida y lo humano. El nihilismo, resultante de la muerte de Dios, permite la posibilidad de una reflexión racional y crítica, y en particular sobre el significado de la muerte de Dios. El nihilista aparece como el negador consciente de los valores tradicionales. Dios simboliza la idea de un fundador suprasensible de toda trascendencia y es la gran objeción contra la vida y la existencia.

La muerte de Dios tiene 2 sentidos:

• Equivale a la separación de los discursos teológicos y morales, porque no es posible concebir la idea de un Dios que garantice la universalidad de la moral.
• La muerte del idealismo, del concepto, de las realidades trascendentes que han reemplazado en sus funciones al dios judeocristiano, al fomentar la huida de la realidad en favor de un mundo ideal.

• Muere la metafísica.
• Muere la diosa razón ilustrada.
• Muere la moral tradicional cristiana.
• Muere el estado.
• Muere la ciencia.

La muerte de Dios significa la muerte del Dios monoteísta, único y todopoderoso (dogmatismo) y del renacimiento del perspectivismo. Es el renacimiento del politeísmo y el triunfo del individualismo, irracionalismo, relativismo…

La crítica a la moral platónica:

a) N emprende su análisis de la moral a través de 2 caminos:

• La genealogía de la moral: Una vez diseccionado el cuerpo moral de la costumbre, N aspira a encontrar los síntomas de los valores que lo fundamentan y desenmascarar los nuevos aspirantes de los viejos ídolos en la nueva moralidad.
• La transvaloración de los valores: Trascender los sistemas morales existentes en sus limitaciones, cambiar y sustituir los viejos valores, creando nuevos valores de la vida.

b) La moral como contranaturaleza: Doctrina que afirma la existencia de una oposición irreconciliable entre el deber y la inclinación. Las leyes morales condenan el desarrollo y la manifestación de los instintos vitales, los reprimen, convirtiendo al hombre en un ser dócil, mediocre…

c) N traza una historia de los conceptos morales para establecer una ciencia de la moral. Hay que distinguir entre dos formas de moral:

• Moral de esclavos: La moral cristiana es resultado de la rebelión de las clases inferiores ante la aristocracia. Se fundamenta en el resentimiento o instinto de venganza de los débiles ante la vida, a la que se desprecia: se exaltan las virtudes de los débiles por odio al poder, a la vida… Para esta moral, el bien es sinónimo de sumisión. Características:
  • Es pasiva y no creadora.
  • Predica el amor al prójimo, la hermandad universal y la apacibilidad.
  • Es igualitaria.
  • Considera como mala la vida que es consciente de su poder.

• Moral de señores: Moral aristocrática o noble, exaltadora de la vida, de la voluntad de poder, del orgullo de la vida, de la afirmación de sí mismo. Características:
  • Es activa y creadora.
  • Ha surgido de los estados de alma soberbia, elevada.
  • Contrapone lo bueno a lo malo y conlleva el desprecio de los iguales y de los inferiores.

Ha sido una moral de guerreros y sacerdotes. Los sacerdotes se acercaban a los seres inferiores para que colaboren en una lucha contra los guerreros con el fin de acceder al poder. El sacerdote modifica la dirección del resentimiento del débil y le propone seguir un ideal ascético. Este ideal es antinatural, postula la existencia de un orden moral que nos hace responsables.

La crítica a la metafísica dogmática tradicional:

Error fundamental de la metafísica dogmática tradicional o idealismo metafísico es dar un contenido, una intención y un fin al mundo, a la existencia y a la historia sin que estos surjan de la voluntad propia del hombre. El metafísico postula la existencia de un mundo superior contrapuesto al mundo terrenal. Los filósofos dogmáticos creen que las cosas de valor supremo vienen directamente de Dios, del otro mundo.

Aspecto ontológico: La ontología tradicional considera al ser como algo fijo, que no se deja ver tal como es en realidad en este mundo de apariencias y falsedad de los sentidos, sino que el mismo tiene su propio mundo. Lo que el hombre conoce del ser solo es mera apariencia, puesto que este mundo es irreal; debemos buscar en el otro para estar en posesión de la verdad. Esta separación entre ser “real” y ser “aparente” es un juicio valorativo negativo que pone más peso en el mundo real. Existe el devenir constante del ser creando y destruyendo el mundo.

La ontología tradicional se basa en los prejuicios de los filósofos contra la vida, como el horror a la muerte, a la vejez, al cambio… La perspectiva que se tenga del ser se relaciona con la moralidad, y N relacionó la división del mundo real y aparente con la moral contranatural que veía en el mundo irreal, causa de perdición, propia del cristianismo.

Nueva Ontología: Voluntad de poder

1. Con el término “voluntad de poder” designa N su interpretación de la realidad. Al conocer la muerte de Dios, el hombre es capaz de provocar la sustitución del nihilismo una vez toma conciencia de su voluntad de poder.
2. La voluntad de poder no es sinónimo de “voluntad de dominio y opresión”. Se opone a la “voluntad de verdad”, puesto que es “voluntad de apariencia”.
3. Voluntad de poder:
   1. Es un deseo insaciable de mostrar y realizar el poder, una capacidad para aspirar a más, crecer, intensificar y dominar.
   2. Es la propia afirmación de la vida y la proyección de todo aquello que favorece al despliegue de la vida de cada individuo en sus acciones, en los hombres y en otros tiempos.
   3. Es un concepto que aúna a un mismo tiempo pulsión, conocimiento y valoración.
4. El superhombre encarna y expresa la voluntad de poder, y la creatividad es el aspecto fundamental que caracteriza al superhombre y a la voluntad de poder.
5. Según N, la voluntad de poder del creador está limitada en el tiempo y es voluntad de futuro. Se hace preciso obtener un conocimiento adecuado al tiempo.

Nueva Antropología: Superhombre

1. El superhombre es una meta o proyecto artístico, consecuencia de la muerte de Dios. Es una necesidad creada, el fruto de la decisión de los individuos más fuertes y nobles.
2. Es el hombre que se afirma en el devenir de la vida, se caracteriza únicamente por ser; un hombre fuerte y seguro de la vida que no necesita de los prejuicios propios del rebaño social.
3. Como meta del hombre, designa un estado que puede alcanzar a través de la aceptación del devenir y del eterno retorno temporal.
4. Dominara la tierra desde su sobreabundancia. Nunca se sentirá culpable de la miseria existente y deberá evitar la tentación de la compasión por los dolores de los hombres débiles.
5. La gran política experimental es la preparación del mundo para el advenimiento del superhombre mediante la creación de valores y formas de vida adecuadas.

Eterno retorno: Identidad

Constituye el saber más profundo sobre el tiempo y saber fundamental, es la verdad más profunda, definitiva. Según la doctrina, la vida carece del sentido vectorial e histórico-progresivo que le había atribuido la concepción del tiempo. Esta doctrina, según la cual, el tiempo es un círculo, imposibilita cualquier novedad: la esencia de lo que existe es la voluntad de poder; pero la voluntad de poder agota en el tiempo sus posibilidades combinatorias y, por tanto, volverá a aparecer eternamente lo que ya ha pasado. Esta doctrina tiene un claro sentido ético: el hombre ha de vivir un número infinito de vidas en un ciclo incondicional y deberá vivir de un modo que desee volver a vivir. No solo se debe soportar, sino que incluso deberemos amar necesariamente cuanto nos concede.