El Turismo en España: Análisis y Perspectivas

El Turismo en España

4y5: El Turismo

España es una potencia turística de primer orden. Según el número de turistas extranjeros (más de 60 millones anuales), ocupa la tercera posición del mundo y supone el 7% de la cuota de mercado mundial, detrás de Estados Unidos y Francia. Según el volumen de ingresos (más de 27 millones de dólares), se sitúa en cuarto lugar, por detrás de Francia. Por ello, el turismo contribuye con algo más del 10% al PIB. El despegue generalizado del turismo se produjo a finales de los años cincuenta y a España llegó con fuerza a finales de los sesenta y setenta. Este período coincidió con el momento en que los trabajadores europeos comenzaron a tener vacaciones pagadas, junto al crecimiento de las rentas, que permitió disfrutar de este tipo de consumo.

El Modelo Turístico Español

Se caracteriza por una demanda masiva, procedente del centro y norte de Europa, con rentas medias y medias-bajas, que buscan principalmente sol y playa. Los turistas se alojan en hoteles y apartamentos de categoría intermedia y suelen contratar los viajes a través de tour-operadores en sus países de origen. A partir de los años ochenta, este modelo mostró síntomas de agotamiento: los turistas demandaban mayor calidad en los servicios y un producto más sofisticado. En ese momento, la oferta era deficiente en planificación, ordenación de la actividad del territorio, con baja calidad de servicios, insuficiencia de infraestructuras e impactos ambientales. Actualmente, este sector se encuentra en proceso de reestructuración con el fin de alcanzar una mayor calidad, presentar una mejor imagen y ofrecer nuevas actividades relacionadas con la cultura, el arte, la naturaleza, el deporte o la gastronomía, que contribuyen a la promoción turística de muchas regiones. Los principales problemas de este sector son la estacionalidad (temporada de verano), la masificación y la influencia del capital extranjero, que compra bienes nacionales y se queda con parte del beneficio. La estacionalidad se palia en parte con la ampliación de la etapa de funcionamiento de las instalaciones, ampliando la oferta a consumidores puntuales, como congresos o vacaciones de la tercera edad.

Los Factores del Turismo

El medio físico, sol y playa, es el aspecto que ha determinado el modelo y el éxito del turismo español. A ello se une la privilegiada situación con respecto a los grandes ejes de comunicación, que han permitido llegar a la soleada España a los europeos residentes en las zonas lluviosas. Existen numerosas razones que atraen al turismo extranjero:

  • El clima agradable y suave y la abundancia de sol en el Mediterráneo y en Canarias.
  • Las zonas montañosas, abundantes y que permiten la práctica de deportes de invierno y actividades relacionadas con la montaña. Junto a estos, abundan los espacios naturales con valores ecológicos y paisajísticos.
  • El litoral peninsular y las islas, que permiten el contacto con el mar y los deportes náuticos.

En cuanto a los motivos relacionados con el medio humano, destacan:

  • Económicamente, el desarrollo de la economía europea ha producido un aumento de la demanda de ocio y de la valoración del período de vacaciones como un tiempo de descanso y diversión, para lo que España ha ofrecido grandes posibilidades turísticas a bajo precio.
  • La construcción de infraestructuras de transporte: autopistas, carreteras y tráfico aéreo, que facilitan los desplazamientos.
  • Mejora de la calidad y del servicio en los alojamientos y restaurantes, junto al desarrollo de empresas (tour-operadores) dedicadas a programar y gestionar las vacaciones a bajos precios.
  • El patrimonio histórico y cultural: constituye un complemento a la oferta de playa y permite que las regiones del interior se desarrollen turísticamente.

Las Consecuencias del Crecimiento Turístico

Las consecuencias del turismo han sido tanto positivas como negativas:

  • Consecuencias sociales: ha contribuido a la modernización de la sociedad española y ha creado trabajo en las zonas turísticas, evitando así la emigración de su mano de obra. Ha favorecido además la llegada de inmigrantes desde otras zonas más atrasadas (norte de África, Iberoamérica), produciendo transformaciones en la estructura sociodemográfica.
  • Consecuencias económicas: la afluencia de divisas contribuye a equilibrar la balanza de pagos y es un importante motor para la economía, puesto que tiene efectos multiplicadores sobre el resto de las actividades (alimentación, construcción, transportes, etc.) y es un generador de empleo.
  • Consecuencias medioambientales: se han alterado los equilibrios ecológicos de muchos espacios, se han levantado murallas de hormigón junto a las playas, diques que alteran las corrientes marinas con riesgo de desaparición de determinadas playas, etc. En la zona montañosa, la acción del hombre ha originado una gran contaminación, que dificulta la agricultura de montaña, provoca incendios forestales, pérdida de fauna y flora, así como erosión y deforestación. Por otra parte, ha supuesto la mejora de zonas inutilizadas y sin valor aparente, como es el caso de Lanzarote y de áreas mediterráneas con escaso rendimiento agrícola.

Nuevas Orientaciones Turísticas

  • Turismo urbano: fundamentalmente cultural, aprovecha la riqueza histórica de las ciudades, es complemento a actividades de negocio (ferias, exposiciones, etc.), da lugar a estancias cortas con elevados gastos.
  • Deportes: náuticos, golf, etc., practicados por consumidores de renta elevada.
  • Turismo del interior o rural: en plena expansión, dirigido a población urbana que busca calidad y descanso.
  • Turismo de tercera edad: promovido por el Estado, solución al problema de la estacionalidad y el desaprovechamiento de las instalaciones turísticas.

Regiones y Zonas Turísticas

Las desigualdades de carácter físico y natural en España hacen que haya ciertas zonas más idóneas para el desarrollo del turismo, como en las islas y el litoral, más que en el interior, donde destacan solo Madrid y otras capitales de provincia, por razones culturales, históricas, artísticas o paisajísticas, como en los Parques Naturales. Esto permite diferenciar zonas con distinta intensidad turística:

Litoral Mediterráneo Peninsular

Es uno de los ejes principales de la actividad turística, distribuido por toda la costa. Buenas condiciones físicas y naturales, adecuadas condiciones climáticas para turismo de sol y playa, que se prolongan más allá del verano. Fácil accesibilidad desde Europa, tanto por carretera como por avión, que lo convierte en una zona atractiva para el turismo de masas extranjero y nacional. Otro atractivo es la proximidad de núcleos urbanos importantes como Barcelona, Valencia o Málaga.

Cataluña
  • Costa Brava: es la más importante debido a la proximidad a la frontera y a Barcelona. Dispone de playas en calas y concentra más del 40% del alojamiento en camping en España. Los núcleos son: La Selva, Lloret de Mar, Platja d’Aro, etc.
  • Costa Dorada: al sur de Barcelona, desde el Garraf hasta el Vendrell, en la que predomina la segunda residencia. En el área de Tarragona, la ocupación turística desciende debido a la actividad portuaria e industrial, y vuelve a aumentar de nuevo en Salou y Cambrils.
Comunidad Valenciana

Otra de las áreas de turismo masivo de playa y sol. Destacan:

  • Castellón: al norte está la Costa del Azahar (Peñíscola, Benicassim, etc.).
  • Valencia: el Saler, Gandía, Cullera y Oliva.
  • Alicante: Costa Blanca:
    • Al norte: Benidorm (paradigma del veraneo de masas para extranjeros), Jávea, Calpe y Altea.
    • Al sur: Torrevieja, como segunda residencia.
  • Murcia: Costa Cálida: con menor actividad turística, aunque va en aumento. Como ejemplos: La Manga del Mar Menor, Mazarrón y Águilas.
Andalucía

Ha conocido recientemente un fuerte auge de su espacio turístico, muy variado, con una oferta de nieve, cultura y naturaleza en el interior, y de sol y playa en el litoral. Destaca:

  • La costa de Almería: en proceso de crecimiento en la zona cercana a Mojácar.
  • La Costa del Sol: con centros de turismo masivo como Fuengirola o Torremolinos, y el exclusivo de Marbella.
  • La Costa de la Luz: además de Cádiz y Huelva, destacan Barbate, Tarifa, Matalascañas y Punta Umbría.
  • Interior:
    • Deportes de nieve en Sierra Nevada.
    • Patrimonio cultural de Granada, Sevilla y Córdoba.
    • Espacios naturales: Sierra de Cazorla y Doñana.

La Costa Atlántica y Cantábrica Peninsular

El paisaje y el clima de veranos suaves de la España húmeda y verde suponen un atractivo para un turismo preferentemente español, de tipo familiar y procedente de las regiones secas del interior. Su larga tradición es un factor importante que favorece la llegada de un turismo de calidad.

Galicia

Es un turismo poco masificado, centrado en los núcleos de las rías altas y bajas. A ello se une la importancia cultural y religiosa de Santiago de Compostela.

La Cornisa Cantábrica

Ha sido la tradicional zona de veraneo de la aristocracia y la monarquía española, tal como atestiguan los palacios de La Magdalena (Santander) y de Miramar (San Sebastián). Su turismo, de tipo familiar, procedente del interior de la Península, mantiene una gran tradición. La intensidad turística crece conforme se avanza hacia el este.

  • Costa Verde: junto a las playas asturianas (Llanes, San Vicente de la Barquera, Santoña, Laredo y Santander).
  • Costa Vasca: destacan San Sebastián, Zaráuz y Hondarribia.
  • Interior: la montaña, sobre todo en el Principado de Asturias y en Cantabria, es el principal atractivo (Picos de Europa), además de poseer una amplia oferta de turismo rural.

Los Archipiélagos

Islas Baleares

Es la comunidad turística más importante. Su economía gira alrededor de este sector de actividad. Tiene una fuerte proyección hacia el exterior y es una de las imágenes más representativas del turismo español. Las características de insularidad hacen que tengan extensas playas y espacios naturales, donde son tradicionales los deportes náuticos.

  • Mallorca: tiene un sector turístico muy desarrollado.
  • Menorca: el turismo y la protección del medio natural han sido unidos.
  • Ibiza: lugar de movimientos vanguardistas.
Canarias

Su clima subtropical origina unos rasgos naturales muy diferentes de los del resto del litoral español. Las suaves temperaturas durante todo el año garantizan el turismo en verano y en invierno, siendo en invierno cuando se da en su máxima intensidad. Destaca la afluencia de turismo extranjero, en muchos casos de alto poder adquisitivo (Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote). Especial interés merece la riqueza paisajística de los parques nacionales de Las Cañadas del Teide, Garajonay, Timanfaya y la Caldera de Taburiente.

El Interior Peninsular

  • Montaña: los Pirineos aragoneses y catalanes: gran oferta de instalaciones para la práctica de deportes de invierno, que aprovechan durante las estaciones cálidas para promover las ofertas de deportes relacionados con la naturaleza (senderismo, descenso de barrancos, etc.). Las cordilleras montañosas (Sistema Ibérico, Sistema Central y Cordillera Cantábrica) también disponen de importantes estaciones de esquí.
  • Ciudades del interior: el patrimonio cultural hace que desarrollen un turismo urbano de estancia muy corta, pero de notable intensidad (Toledo, Salamanca, Segovia, etc.), declaradas todas ellas Ciudades Patrimonio de la Humanidad.
  • Madrid: destaca por ser una ciudad muy visitada tanto por extranjeros como por españoles; su riqueza histórica y cultural (museos, espectáculos, etc.) se complementa con su función político-administrativa y de centro de negocios y congresos.