Introducción
El franquismo tuvo unas repercusiones muy negativas a corto plazo. La economía poco competitiva en la que la corrupción fue habitual. La guerra desarticuló la economía: la producción agraria e industrial disminuyó, se destruyeron muchos medios y vías de comunicación, los reservorios y divisiones marcan y se inutilizaron instalaciones fabriles. No fue en ningún caso tan grave como motivar la lenta recuperación económica. En por situación, España tras la Segunda Guerra Mundial, creció mucho más rápidamente.
Objetivos del Franquismo
Los objetivos primordiales del franquismo fueron conseguir la autosuficiencia económica (autarquía), sustituyendo el libre mercado por la intervención de la administración. El resultado fue el bloqueo del crecimiento económico y el desaprovechamiento de la coyuntura económica favorable que Europa conoció tras la Segunda Guerra Mundial. La autarquía tuvo dos grandes ejes de actuación:
- 1º Fue la limitación de las importaciones y exportaciones. Tanto unas como otras pasaron a estar completamente intervenidas, de manera que requerían la autorización administrativa para realizarlas. Se encarecieron los productos que había que importar (ejemplo, el petróleo) y se produjo una gran escasez de bienes imprescindibles.
- 2º Gran eje fue el fomento de la industria. En el año 1941 se nacionalizaron los ferrocarriles (RENFE) y se fundó la Institución Nacional de Industria (INI). A través de la INI se crearon numerosas empresas públicas, cuyo objetivo era producir los bienes que el sector privado no trabajaba por falta de rentabilidad o excesos de gastos de inversión. En estos primeros años se crearon las principales empresas del grupo (Iberia, Endesa, etc.), y no se consiguió industrializar el país por falta de materias primas y de equipamiento adecuado.
Intervención del Estado
La lentitud de la recuperación económica estuvo relacionada con la papel de la intervención estatal. El Estado controlaba directamente el mercado y los productores estaban obligados a vender la producción a un precio fijado; posteriormente, la administración era la única que podía vender los productos al consumidor a un precio regulado. La tasación de los precios de los alimentos, que bajó su valor, provocó que muchos productores se negaran a producir, ya que vendían en el mercado negro (estraperlo). El resultado fue el desabastecimiento de alimentos, lo que obligó a mantener las cartillas de racionamiento hasta el año 1951. La insuficiencia de cantidades de alimentos garantizadas por la cartilla de racionamiento y el elevado precio de los productos en el mercado negro provocaron hambre a una gran mayoría de la población.
La Expansión Económica (1959-1973)
La ayuda de la CEE (algodón, aceite de soja, leche, etc.) permitió la eliminación del racionamiento, la desaparición del mercado negro y la estabilidad de los precios. La desaparición de la autarquía dio paso a la restauración del mercado libre presente en la Europa occidental. El objetivo ahora pasaba a ser el desarrollo y la modernización del país, así como la subida de la renta per cápita, lo que se conseguiría mediante el Plan de Estabilización de 1959 y los planes de desarrollo.
Planes de Estabilización y Desarrollo
Los planes de estabilización se basan en la llegada de nuevos ministros del opus, profesionales con estudios en universidades extranjeras y desvinculados de los políticos franquistas de la primera época, de acuerdo con las recomendaciones de la M.I. y de la O.E.C.E. (Organización Europea de Cooperación Económica). Gracias a los créditos norteamericanos, el país presentaba una fuerte inflación, gran diferencia entre exportaciones e importaciones y escasez de reservas de divisas. Así, se plantearon dos objetivos: frenar la inflación y liberalizar el sector exterior. El fondo trataba de sustituir la autarquía por el capitalismo clásico. Las principales medidas fueron la devaluación de la peseta (a 60 ptas. por dólar), la limitación del gasto público, la congelación de salarios y medidas liberalizadoras para el comercio. Sus efectos entre la población fueron, de momento, muy negativos, puesto que muchas pequeñas empresas quebraron al no poder resistir la competencia y aparecieron el paro que era inevitable con la emigración (+2 millones de españoles) dirigida hacia otros países europeos: Alemania, Francia, Países Bajos, Suiza, etc. Así se consiguen más ingresos con el envío de dinero de los emigrantes. Los resultados, al principio, fueron escasos: el PIB estancado, la renta per cápita disminuyó, el empleo rural se redujo y se inició el éxodo rural, y desde 1961 la economía creció rápidamente, con las tasas de crecimiento más altas del mundo tras Japón.
Conclusiones
Al programa liberalizador se añadió la puesta en marcha de los planes de desarrollo económico y social, aprobados en 1963. Se promulgaron tres planes de vigencia cuatrienal con los que se pretendía impulsar la iniciativa privada como motor del desarrollo económico, sobre todo en el sector industrial. Se emprendieron dos grandes líneas de actuación: las acciones estructurales, que pretendían solucionar algunas deficiencias de la industria (pequeña dimensión de las empresas, baja productividad, uso de técnicas poco avanzadas…) y la creación de polos de desarrollo, que intentaban reducir los desequilibrios económicos regionales promoviendo algunas industrias en zonas de escasa industrialización. De este modo, durante la década de 1960 el producto industrial creció cerca del 160% y la renta per cápita aumentó notablemente, aunque seguía siendo inferior a la de las economías más industrializadas de Europa. El aumento de los salarios condujo a un aumento de la demanda de bienes de consumo. Esto sigue siendo la base en la aparición de nuevos recursos económicos: el turismo, las inversiones de capital extranjero y la exportación de mano de obra. El turismo, sobre todo hacia las zonas costeras, estuvo relacionado tanto con la expansión económica europea como con la fuerte devaluación de la peseta. (El turismo tuvo un auge espectacular: 6 millones de visitantes al año en 1960 pasó a 34 millones en 1973, que dejaron 3.091 millones de dólares en divisas).
Transformaciones en la Agricultura
En los años 60 se llevó a cabo la conversión de la agricultura. En 1952 se había iniciado el plan de concentración parcelaria, con el fin de eliminar el minifundio, aumentar el rendimiento de la tierra y fomentar el regadío. En 1960 la población activa agraria representaba el 39% de la población total, y en el año 1975 ese porcentaje se redujo a la mitad. Este éxodo rural explica los numerosos oportunidades de trabajo en el sector industrial y de servicios. La actividad industrial alcanzó un gran auge. Así, en 1970, el 23% de la población trabajaba en el sector secundario. Sin embargo, la gran dependencia energética llevará a problemas más tarde, particularmente en 1973, con la crisis del petróleo, dado que el 68% de la energía usada en ese momento provenía del petróleo. La intención fue disminuir esa dependencia con la construcción de térmicas, presas hidroeléctricas y centrales nucleares (la primera de ellas se inauguró en Zorita de los Canes en 1968). Otra actividad económica que creció espectacularmente fue la construcción, debido a la necesidad de viviendas en las ciudades y al crecimiento de la infraestructura turística de la costa y de los polígonos industriales.
Valoración Final
La valoración final que debemos hacer acerca del crecimiento es importante, como muy desordenado: a nivel nominal, se conocieron programas sin precedentes, con la industrialización del país, el aumento del poder adquisitivo de los trabajadores y la creación de una clase media consumidora. Sin embargo, este rápido y profundo desarrollo económico en algunos casos resultó caótico y desordenado:
- El desarrollo fue desigual entre regiones: se incrementaron las diferencias entre zonas ricas y pobres.
- Las diferencias entre población agraria, industrial y servicios.
- El pleno empleo no se consiguió, dando lugar a la emigración al extranjero.
- Dependencia de la tecnología extranjera.
- El sector público (INI) fue deficitario y en fin de año se necesitó una reforma fiscal.
- Aumento de la degradación del medio ambiente.
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Se fomentó la inversión privada sin control hasta el punto de que se generó una corrupción administrativa y financiera muy grave, llevada a cabo por una burguesía especuladora que buscaba enriquecerse rápidamente mediante subsidios estatales. Aun así, con todos sus desequilibrios y desigualdades, la economía española se asentaba sobre bases mucho más sanas. España a comienzos de los 70 era una de las 12 potencias industriales del mundo.