La Política Agraria Comunitaria (PAC) y su influencia en España
Las actuaciones políticas también repercuten en el espacio agrario: proponen objetivos y adoptan medidas destinadas a alcanzarlos. En España, la política agraria experimentó una enorme transformación tras la entrada en las Comunidades Europeas (1986) y la adopción de la Política Agraria Comunitaria (PAC).
La política agraria española antes de la PAC
- El sistema de propiedad de la tierra trató de modificarse en varias ocasiones. La desamortización del siglo XIX no alteró la concentración de la propiedad en unas pocas manos. La Reforma Agraria de la Segunda República fracasó en su intento de expropiar las grandes fincas y asentar en ellas a pequeños agricultores. Y la política de colonización y extensión del regadío del franquismo tuvo un alcance limitado en su proyecto de poner en riego extensas áreas privadas a cargo del Estado, a cambio de asentar a colonos de la zona en una pequeña parte.
- El inadecuado tamaño de las explotaciones se abordó mediante la concentración parcelaria y mediante la ley de fincas manifiestamente mejorables, para acabar con los latifundios subexplotados, al obligar a sus dueños a presentar un plan de mejora, cuyo incumplimiento podría conllevar el arrendamiento forzoso de la tierra durante doce años.
- El proteccionismo comercial imponía aranceles a los productos agrarios extranjeros para evitar que hiciesen competencia a los nacionales.
- El aumento de los rendimientos agrarios se abordó mediante la introducción de mejoras técnicas y la extensión del regadío.
La PAC y sus repercusiones en España
Desde su adhesión a la Europa comunitaria, la política agraria española ha estado marcada por la Política Agraria Comunitaria y sus reformas.
La primera PAC (1962) y su modelo productivista
La primera PAC se creó en 1962. Adoptó un modelo productivista, cuyos objetivos eran incrementar la producción de alimentos para garantizar un abastecimiento estable, conseguir precios asequibles y un nivel de vida justo para los agricultores.
Medidas principales:
- La creación de un mercado común agrario, basado en la libre circulación de productos entre los miembros. La imposición de aranceles a los procedentes de terceros países, la creación de Organizaciones Comunes de Mercado (OCM) para los productos más representativos, y medidas de intervención en caso de que no se alcanzasen los precios mínimos.
- La concesión de ayudas a los agricultores, dependientes de la producción, lo que estimuló la modernización tecnológica y la intensificación.
Resultados y problemas:
- La acumulación de excedentes trató de solucionarse con medidas de mercado, consistentes en almacenar o destruir los excedentes para evitar el hundimiento de los precios; la exportación de excedentes con restituciones o subvenciones a los agricultores para compensarles la diferencia con los precios mundiales más bajos; la reducción de precios agrarios, compensando a los agricultores con ayudas directas; y la disminución de la producción mediante prejubilaciones.
- Los problemas ambientales fueron la degradación del medio natural causada por la intensificación, y el deterioro paisajístico y del patrimonio cultural rural por el abandono agrario.
Adopción de la PAC por España (1986):
España entró en las Comunidades Europeas en 1986, cuando los problemas de la PAC eran ya manifiestos. La adopción de la PAC supuso la reorientación de las importaciones en favor de los países miembros; una subida de los precios agrarios hasta su equiparación con los comunitarios; la adopción del sistema de cuotas que afectó sobre todo a la zona cantábrica y a las zonas de cereal y de viñedo del interior peninsular; y la recepción de cuantiosas ayudas que contribuyeron a la modernización y elevaron las rentas y el nivel de vida de los agricultores.
Las reformas y la PAC actual (Post-1990s)
Para hacer frente a los problemas generados por la PAC, desde la década de 1990 se han sucedido diversas reformas. Se basan en un nuevo modelo posproductivista, cuyo objetivo es la sostenibilidad o la combinación del cuidado medioambiental con el desarrollo socioeconómico. El resultado ha sido una cierta reducción de los problemas anteriores.
En la actualidad, la PAC debe enfrentarse a nuevos retos, que marcan los objetivos de la reforma de 2023-2027:
- Conseguir un sector agrario resiliente, capaz de adaptarse y superar situaciones adversas.
- Garantizar la seguridad alimentaria, proporcionando a la sociedad alimentos suficientes, seguros, sanos, de calidad, nutritivos y variados.
- Conseguir una agricultura sostenible, combinando la competitividad (mediante la investigación, la tecnología y la digitalización) con el cuidado del medio ambiente y la acción por el clima.
- Promover el desarrollo rural, atrayendo a jóvenes agricultores e impulsando el empleo y la creación de empresas.
Las medidas para alcanzar estos objetivos se estructuran en dos pilares:
- El primer pilar de la PAC financia los pagos de mercado y los pagos directos, a través del FEAGA (Fondo Europeo Agrícola de Garantía).
- Los pagos de mercado financian las intervenciones y restituciones que, por presión internacional, se limitarán a los momentos de crisis.
- Los pagos directos a los agricultores se justifican por la necesidad de garantizarles unas rentas adecuadas y estables (ante la inestabilidad de los mercados mundiales, la competencia de países más baratos y los riesgos del cambio climático) y de compensarles por su contribución a la producción de alimentos y al cuidado del medio ambiente.
- El segundo pilar de la PAC cofinancia el desarrollo rural a través del FEADER (Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural). Sus ayudas se dirigen a:
- La mejora de la competitividad invirtiendo en conocimiento, innovación y cooperación.
- La gestión del medio ambiente y del paisaje rural.
- La mejora del empleo y la creación de nuevas actividades.