Migraciones en España: Causas, Tipos y Consecuencias

Los movimientos migratorios

Las migraciones son los movimientos de población en el espacio. Emigración, salida de población. Inmigración, llegada de población a un lugar de destino. Saldo migratorio es el balance entre la inmigración y la emigración.

SM= I-E si es positivo, indica inmigración, si es negativo, emigración.

1.- Las migraciones interiores

Son los movimientos de población dentro de las fronteras de un país.

1.1. Las migraciones interiores tradicionales

Las migraciones tradicionales se desarrollaron del siglo XIX hasta 1975. Los motivos eran laborales y los flujos unidireccionales, del campo a la ciudad para trabajar en la industria o los servicios. El perfil era de una persona joven poco cualificada.

Los tipos de migraciones fueron:

  • Estacionales y temporales, para trabajar en la agricultura o en la construcción.
  • Definitivas, del campo a la ciudad para conseguir trabajo o ingresos más altos.

A principios de siglo el éxodo rural fue moderado, decayó en la Guerra Civil y la posguerra y aumentó de forma espectacular entre 1950 y 1975 por el auge industrial impulsado por los planes de desarrollo. A partir de 1975 se frenó esta tendencia por la crisis y la reconversión. También se han desarrollado políticas de desarrollo rural, como actividades industriales y de servicios que han permitido el retorno de los emigrantes.

Las consecuencias de las migraciones interiores tradicionales

Las migraciones interiores tradicionales, especialmente el éxodo rural, han tenido numerosas repercusiones:

  • En el plano demográfico son las responsables de los desequilibrios en la distribución de la población: vaciamiento del interior y grandes densidades en la periferia. También han influido en la estructura por sexo y por edad.
  • En el plano económico, en las áreas rurales, en un primer momento, las migraciones permitieron aumentar los recursos de la población, pero con el tiempo fue, pues al marchar la gente más joven y capacitada, descendieron la productividad y el rendimiento. En las ciudades, la inmigración masiva provocó problemas de suelo, vivienda, circulación, equipamientos y servicios.
  • En el plano social se produjeron problemas de asimilación, al pasar los emigrantes de una comunidad rural, a una gran sociedad urbana y competitiva. La integración no se produce en general hasta la generación siguiente.
  • En el aspecto medioambiental, en las zonas de procedencia de los emigrantes quedaron abandonados y se deterioraron ecosistemas tradicionales; sobre todo, de montaña. En las grandes ciudades, el crecimiento acelerado debido a la inmigración creó problemas de contaminación atmosférica, ruido, etc.

1.2. Las migraciones interiores actuales

Las migraciones actuales se desarrollaron desde 1975. Los motivos son más variados: laborales, residenciales y de retorno. Los flujos pluridireccionales, se dirigen hacia municipios urbanos de otras provincias, medianos y pequeños, incluso rurales. El perfil es diverso: persona joven, mayor, poco cualificada o cualificada.

Las consecuencias de las migraciones interiores actuales

Los distintos tipos de migraciones actuales también tienen una notable incidencia.

  • Las migraciones laborales acrecientan los desequilibrios demográficos y económicos entre las regiones y en el interior de las comunidades autónomas y provincias.
  • Las migraciones residenciales intraurbanas causan el sobreenvejecimiento de las áreas urbanas centrales emisoras e incrementan la población de las periferias receptoras, que exigen dotaciones de equipamientos y servicios.
  • Las migraciones de retorno de emigrantes provocan el sobreenvejecimiento en las zonas receptoras de jubilados. Por otra parte, la instalación jóvenes neorrurales con hijos en pueblos casi deshabitados puede incidir positivamente en el mantenimiento de escuelas y de actividades tradicionales.
  • Los movimientos pendulares relacionados con el trabajo ocasionan problemas de circulación en los accesos a las grandes ciudades en las horas punta, y los relacionados con el ocio, un incremento de los ingresos en las zonas receptoras.

2.- Las migraciones exteriores

Son movimientos de población fuera de las fronteras del propio país. Desde mediados del siglo XIX y hasta la crisis de 1975, España fue un país de emigrantes. El destino, América y Europa occidental.

2.1. Emigración transoceánica o a ultramar

Se dirigió a América Latina principalmente. En general fue permanente y asistida. También hubo temporales para realizar tareas agrarias.

Etapa de auge hasta 1914 que se inicia la Primera Guerra Mundial. Los países latinoamericanos necesitaban inmigrantes para explotar sus recursos y construir grandes infraestructuras cono el canal de Panamá, ferrocarriles y puertos. Fue una salida para los jóvenes que no podían vivir del campo. La mayoría procedían de Galicia, Asturias y Canarias y su destino: Argentina, Cuba y Brasil. Las dos últimas necesitaban mano de obra tras la abolición de la esclavitud. Perfil de emigrante: varón, soltero de baja cualificación.

Etapa de caída de la emigración (1914-1945) debido a las guerras, crisis de 1929 y posguerra que ocasionó dificultad para salir al exterior por bloqueo internacional a España.

Etapa de recuperación de 1945 a 1960 por levantamiento del aislamiento internacional por parte de la ONU y el cambio de actitud de Estados Unidos respecto al régimen de Franco. Los emigrantes siguen siendo gallegos mayoritariamente, como destino se une Venezuela a los anteriores. El perfil cambió, ahora son familias y los trabajadores tienen mayor cualificación, son técnicos y agricultores preparados para poder desarrollar la economía e industria de los países receptores.

Etapa de descenso desde 1960 provocada por un declive en la economía latinoamericana. En la actualidad predominan los retornos.

2.2. Emigración a Europa

Hasta mitad del siglo XX fue escasa y estacional, procedente del campo. También se fueron refugiados políticos de la Guerra Civil.

El periodo de mayor auge fue de 1950 a 1973. Se trató de una emigración permanente. En Europa tras la Segunda Guerra Mundial, para la reconstrucción económica se necesitaban muchos trabajadores que no se cubrían con los del país. Por parte de España, favoreció la emigración el fuerte crecimiento demográfico de estos años, la escasa industrialización de nuestro país y los elevados salarios europeos. El perfil de los emigrantes: jóvenes poco cualificados, procedían de todas las regiones de España y los destinos principales fueron Francia, República Federal Alemana y Suiza. Desempeñaron los trabajos menos cualificados y peor retribuidos en la minería, la construcción, la industria y el servicio doméstico.

A partir de 1973 la emigración decayó. Muchos regresaron. Ahora se mantiene una emigración temporal para trabajar en tareas agrarias o de construcción.

2.3. Consecuencias de la emigración al exterior

Las migraciones exteriores, primero, a América Latina y, más tarde, a Europa han tenido importantes consecuencias demográficas, económicas y sociales.

  • Las consecuencias demográficas se manifestaron en la disminución de los efectivos de población españoles y en su distribución, pues la distinta participación de las regiones en las corrientes migratorias ha contribuido a los desequilibrios actuales en el reparto espacial de la población.
  • Las consecuencias económicas fueron por una parte positivas, pues aliviaron el fuerte crecimiento natural y el paro; además las divisas enviadas por los emigrantes contribuyeron a financiar el desarrollo económico español y a reducir el déficit comercial. Pero también hubo consecuencias negativas, porque muchos ahorros no favorecieron a las áreas de partida de los emigrantes, ya que los bancos los invirtieron en las zonas más desarrolladas.
  • Las consecuencias sociales en los países de destino fueron el desarraigo, al incorporarse a sociedades cuya lengua y costumbres desconocían; las penosas condiciones de vida, alejados de la familia y en viviendas de poca calidad.

2.4. La emigración exterior en la actualidad

España ha dejado de ser un país de emigración. Razones: mayor formación de la mano de obra, aumento del nivel de vida y competencia para encontrar puestos de trabajo, en los peor remunerados se compite con otros emigrantes de países menos desarrollados y en los mejor pagados con los nacionales.

3. La inmigración extranjera

3.1. Características de la inmigración extranjera

España está recibiendo un elevado volumen de inmigrantes. Así, en 2008, la población extranjera superaba los 5,2 millones. Se diferencian los extranjeros nacionalizados, españoles de pleno derecho; los inmigrantes legales, que mantienen su nacionalidad y los ilegales.

Las causas por parte española, son necesidad de mano de obra en empleos de baja cualificación: en construcción, agricultura, pesca, minería y servicios personales. Las regularizaciones de inmigrantes ilegales y el reagrupamiento familiar, han atraído a nuevos inmigrantes. Proceden de África y por los lazos histórico-culturales de América Latina. También personas del centro y norte de Europa (muchos son jubilados con nivel de vida medio-alto), otros, de países del Este.

  • Por parte de los inmigrantes extranjeros influyen motivos económicos (posibilidades de trabajo o de negocio) y motivos políticos (persecuciones, falta de derechos políticos).
  • Su destino principal son las comunidades con grandes centros urbanos y de servicios: Recientemente, la saturación del mercado laboral de estas regiones ha provocado algunas migraciones hacia las comunidades del interior y del Cantábrico.

3.2. Consecuencias de la inmigración

  • Consecuencias demográficas: Los inmigrantes han contribuido decisivamente al crecimiento demográfico.
  • Consecuencias económicas: La inmigración aporta población activa, que desempeña las tareas más duras y peor remuneradas, colabora al crecimiento del PIB, aporta más dinero a las arcas públicas del que consume en educación y sanidad.
  • Consecuencias sociales:
    • Han surgido actitudes xenófobas o racistas.
    • Muchos inmigrantes sufren duras condiciones laborales.
    • Las dificultades de integración, debidas a las diferencias culturales, lingüísticas y religiosas, pueden suscitar tensiones con la población autóctona.

3.3. La política inmigratoria española

España lleva a cabo una política inmigratoria con el fin de que la inmigración resulte beneficiosa para todas las partes implicadas.

  • El marco de la política inmigratoria está constituido por:
    • La política de la UE sobre asilo e inmigración. Supone el establecimiento de un sistema común de asilo y de visados y la cooperación de los miembros contra la inmigración clandestina.
    • La Ley de Extranjería regula todos los aspectos de la inmigración: entrada en el país, modalidades de presencia (estancia o residencia), derechos y libertades, condiciones de trabajo y procedimiento de expulsión o repatriación.
  • Las medidas principales de la política de inmigración española son las siguientes:
    • La colaboración con los países emisores en el control de la emigración.
    • La ordenación de los flujos, determinando el tipo de inmigrantes que necesita España y organizando su llegada mediante la firma de convenios con los países de origen.
    • El impulso de la integración de los inmigrantes.
    • La lucha contra la inmigración clandestina.