Transformaciones Socioeconómicas en España: Siglo XIX y Principios del XX

Cambios Demográficos en España: Siglo XIX y Principios del XX

Crecimiento Natural

El avance español en el periodo fue netamente inferior. Hubo un estancamiento en el crecimiento de la población, con elevadas tasas de mortalidad. Seguían persistiendo las epidemias, la gripe y la endémica, además de las elevadas tasas de mortalidad infantil. Todo agravado por la persistencia de las crisis de subsistencia. España no pasa a un régimen demográfico moderno hasta el siglo XX.

Migraciones y Distribución Regional

A este fenómeno hay que añadir la fuerza de las emigraciones, en especial la transoceánica. Se trata de regiones atlánticas o de regiones como la mediterránea, en las que hay escasas posibilidades de mejora y muy bajos salarios debido a que la riqueza nacional no aumenta tan rápidamente y se ven forzados a emigrar a América. En la distribución interna se mantiene el carácter rural. No hay casi movilidad de la población desde los centros rurales a las ciudades. Solo en las dos últimas décadas del XIX y el primer tercio del XX crece el éxodo rural debido al desarrollo de las zonas industriales de Cataluña, País Vasco y Madrid. A finales del XIX y principios del XX, se había producido el derribo de las murallas y la construcción de los grandes ensanches. En la distribución regional se puede ver que pierde peso en el conjunto nacional la población de las dos Castillas, Galicia y Aragón. Siguió, pues, acentuándose la tendencia al desequilibrio entre centro y periferia, en un proceso bastante acusado ya desde el siglo XVIII.

Transformaciones Agrarias en la España del Siglo XIX

Reforma Agraria y Desamortizaciones

La tierra es el sector donde se encuentra la mayor parte de los recursos de una sociedad agrícola y era la fuente de la mayoría de la riqueza producida en la sociedad al llegar al final del Antiguo Régimen. Con la crisis del Antiguo Régimen y la llegada del sistema liberal se impone un nuevo modelo de propiedad y de explotación de la tierra (el de propiedad privada y libre). Los políticos liberales abolieron los señoríos y los derechos jurisdiccionales de la nobleza y se desvinculó y desamortizó la propiedad de los bienes pertenecientes a la Iglesia y los municipios. En relación a las desamortizaciones, las mayores fueron las de Mendizábal. Los objetivos eran remediar la situación de la Hacienda pública, atraer a partidarios liberales e impulsar la mejora de la agricultura. Las propiedades del clero o municipios se vendían en pública subasta.

Resultados y Valoración de la Reforma Agraria

Se ha objetado que no se hizo una Reforma Agraria que cambiase de manera significativa la distribución social de la propiedad, por lo que ésta se concentró en nuevas clases, se fortaleció a los que ya tenían tierras y empeoró la condición del campesinado. Hay historiadores que consideran estas cuestiones como la causa del retraso de nuestra agricultura y causa del fracaso de la revolución. Los resultados fueron:

  • Hubo una reducción espectacular de la deuda pública, un aumento de la superficie cultivada y de la producción.
  • Donde la sociedad rural se caracterizaba por pequeñas oligarquías con enormes patrimonios, la desamortización acentuó la concentración consolidando la estructura de terratenientes latifundistas absentistas, y la burguesía actuaba más como empresarios de rentas agrarias.
  • En Castilla la Vieja y León la estructura de pequeñas propiedades se triplicó y en zonas como Levante la propiedad alquilada de pequeños campesinos se consolidó.

Estas transformaciones se vienen a unir a la permanencia de grandes masas de campesinos que no pudieron acceder a la propiedad directa y vieron cómo se agravaba su condición de trabajo y su subsistencia a lo largo del siglo XIX. El latifundio maximiza sus rentas con la mano de obra abundante y barata.

Sectores Agrícolas, Producción y Evolución

La estructura de los cultivos se estancó en la trilogía mediterránea que ocupan buena parte de la tierra cultivada. La expansión agraria se vino a producir con el desarrollo de cultivos especializados orientados a la exportación. La vid atravesó una edad de oro por la exportación, debido a la crisis del hongo en Francia y al tratado preferencial con este país. Hubo sectores agrícolas y regiones periféricas de España que sustituyeron los cultivos tradicionales de cereales por los de viñedos, frutales, plantas industriales. De esta manera, nuestra agricultura creció de forma comparable a la de los países mediterráneos. De todas formas, a finales del siglo XIX se observan una baja productividad, poca capacidad innovadora y escasa estimulación del mercado. Las causas de estas limitaciones se deben a la estructura de la propiedad con una enorme fragmentación en pequeñas propiedades y un latifundismo de mentalidad empresarial tradicional.

Crisis Agrícola de los Años 1880 y Proteccionismo

El mercado español de cereales se ve afectado desde 1880 por las importaciones masivas. Este factor provocó la crisis de las grandes zonas de producción. Al final, la solución más factible fue el proteccionismo. Desde 1891 se amplió globalmente para todos los productos. El resultado fue un aumento de la superficie cultivada. Favoreció el proteccionismo el retraso de la agricultura; la población en general tenía que pagar altos costes por su alimentación. Había desnutrición y bajos salarios y, por lo tanto, poca capacidad de consumo en la demanda de bienes manufacturados. El efecto sobre el sector industrial fue retraer la demanda. Con esta política proteccionista, el campo se resistía al cambio y mantuvo una baja productividad. En 1900 el peso del sector agrario representaba el 40% del valor del producto nacional y ocupaba al 70% de la población activa.

El Comienzo de la Industrialización en España

Concepto y Factores de la Industrialización

La industrialización supone un cambio rápido y una transformación profunda que provoca un aumento de la productividad del trabajo humano. Los factores o causas son múltiples, e intervienen de manera compleja, pero fue precisa una revolución agraria, una revolución demográfica, unos mercados más amplios, una acumulación de capital, unos cambios tecnológicos y cambios políticos. ¿Cómo lo hizo España? Se habla de una decadencia. Parte de este atraso es atribuible a la persistencia de estructuras anticuadas en el campo y al control de los recursos básicos por parte del capital extranjero. Esto llevaría al fatal problema de la escasa o nula acumulación de capital, factor básico para la industrialización. Pero la realidad es que durante las décadas 1840-1910, España instaló muchos de los componentes de una economía moderna. Debemos de tratar estos factores de industrialización de forma global, no desde un solo ángulo, pues así veremos la cara y la cruz de nuestro crecimiento. Un ejemplo es que los ricos recursos mineros de España fueron explotados por extranjeros y otro ejemplo es que los ferrocarriles fueron construidos por empresas extranjeras, no impulsando la demanda de la siderurgia nacional, pero el transporte se facilitó y se abarató.

Dinámica Histórica de la Industrialización Española

Si los comparamos con la industrialización de Gran Bretaña, Francia y Alemania, los hechos nos hablan de una industrialización muy incompleta en España, incluso del enorme retraso que tomamos respecto a esas tres potencias. España alcanzó a Italia en torno a 1900. Así, el periodo que va de 1840 a 1910 aparece como una era de modernización irregular en la que se instalaron en España muchos elementos de la sociedad industrial. Así y todo, la industria española procedió a un ritmo tan lento que al acabar el periodo, los niveles de industrialización españoles eran los más bajos de Europa. Todo ello era debido a una menor inversión en capital físico, tecnológico y humano. Hay un retorno de capitales de Cuba y América, inversiones extranjeras, y al ser España un país neutral en la 1º Guerra Mundial se generaron enormes beneficios. Con la Dictadura de Primo de Rivera la inversión estatal impulsa las obras públicas. Son años en los que la industria de bienes de equipo supera a la de bienes de consumo.